Narrador Omnisciente.
Luego de todos los años que Jimin había estado entrenando sus capacidades físicas como emocionales propio del sucesor de un rey; él podía ser requerido para cualquier inconveniente que tuviera la orbe Ángel, ya sea por un fenómeno, corrupción, o cuando alguien no autorizado entra allí, y demás.
Ahora Jimin fue requerido por el último inconveniente en la lista, alguien que no está autorizado había ingresado.
Él, por supuesto, fue y se encontró con un escándalo y todo era provocado por un demonio, que ni siquiera tendría que estar allí. Buscó a ese demonio, pero al intentarlo dejó de sentir que estaba allí, ya no estaba más.
—¿Tienes una idea de en dónde se ha ido? —preguntó a alguien en la calle.
—Es obvio. —respondió aquella persona— Al Reino Demoníaco.
—Gracias. —sonrió y fue al sitio nombrado.
No sin antes, Jimin pidió permiso antes de entrar a aquel mundo, sino sería otro problema más. Lo aceptaron después de varias peticiones, pero siempre a cambio de algo.
El ambiente de aquel mundo era tan sucio que su cuerpo respondía a ello. Sin embargo, pudo encontrar a su buscado demonio; este estaba sobre el techo de un castillo emanando odio. Él Ángel fue hacia él para capturarlo.
—Usted ha violado el artículo 1.999 del ordenamiento de la A.A.3, señor. —dijo Jimin mientras sacaba una jeringa, que contenía un líquido para dormirlo y poder llevarlo a cumplir una sanción.
—Eso es lo que hago. —escuchó su risa antes de ser atrapado por este— El que será arrestado no seré yo, Jimin...
El nombrado suspiró y cerró sus ojos para poder procesar bien la información sin quebrar su juicio.
—Yoongi, no hagas esto. —respondió a penas, ya que estaba atrapado de la nuca, pegando su espalda contra la del opuesto y estropeando sus alas— Hablaremos en otro lado.
—Tú comenz—no pudo seguir por sentir la aguja introducirse en su cuello, para dormirlo lentamente.
...
Yoongi miró a su alrededor tan vacío.
Estaba en una gran habitación blanca, sin ninguna mancha, dentro de una cápsula transparente contra cualquier ataque de cualquier demonio, ya sea de primer, segundo o tercer rango.
El prisionero observó como la única puerta de aquella habitación nevada se abría lentamente dejando entrar al Ángel que lo había traído allí.
—Siento verte allí dentro, Yoongi...—abrió un libro que sostenía sobre sus manos.
—Te odio demasiado, Jimin. —Yoongi golpeó la cápsula con sus manos y estas iniciaron a arder como si reaccionaran a un ácido.
—Por favor, no te golpees, esa cápsula te hará mucho daño si intentas salirte de ella. —avisó.
—Ajam. —puso sus manos sobre la cápsula intencionalmente. Le dolía, pero no importaba— Déjame salir de aquí.
—Es contra el articulado real, no puedo. —respondió y se acercó a la cápsula—Haz alterado el orden en mi tierra y como correcta sanción tendrás que quedarte aquí.
—¡Te odio! —golpeó la cápsula provocando otro dolor.
—Yo no. —cerró su libro— Tal vez si me dices el motivo de todo lo que haces te tendré misericordia, ábrete conmigo y busquemos una solución para que dejes de hacer cosas malas...
—Los ángeles son tan estúpidos que hasta han llegado a pensar que pueden convertir a cualquier ser malo en una Ángel, ya basta de tanta Fe. —habló crudo— No dejaré de hacer cosas malas, cariño. —habló sarcástico.
—No te obligaré, entonces...
—Jimin...—lo miró y puso sus ojos en negro— Ese es el motivo. —confesó— ¿Así que estás tan feliz con él...?
—Claro que estoy únicamente feliz con él, Yoongi. —tragó seco luego de decirlo.
—¡Claro que no eres feliz con él, Jimin! —gritó a todo pulmón— No mientras, Jimin, los ángeles no mienten. No provoques que mate a alguien...
—Baja la voz.
—Vamos, Jimin...—ladeó su cabeza— Déjame salir, vamos los dos a ser lo que antes fuimos, ¿recuerdas...?
—¿Antes qué fuimos, Yoongi? —golpeó la cápsula impulsivamente— Fue divertido jugar con cuchillas, ¿no? Hasta que una se quedó en mí, ¡sorpresa, Min Yoongi!
—Todo. —respondió la primera pregunta. Bajó su mirada y volvió a subirla por orgullo.
—No trates de pretender que espere por ti, Yoongi. Yo esperé mucho tiempo por ti, sufriendo, y lo sabes perfectamente. —comenzó a sentir que algo evitaba hablar— Pero por favor, Yoongi... No metas a gente que no tiene nada que ver en esto, no actúes impulsivamente; no hagas daño a mí tierra, no te metas con demás ángeles porque tiene consecuencias.
—Y si me entrometo con el reino de ángeles, ¿qué? —desafió— Haré lo que se me cante para poder estar contigo, tenerte conmigo, Jimin. Si de esta forma puedo hablar contigo, aquí en esta maldita cápsula, no me temblará la mano para hacer cualquier cosa; y lo sabes.
—¿Por qué haces todo esto? ¿El motivo de todo esto?
Preguntó Jimin dudando de que Yoongi realmente lo estuviera haciendo por amor. Aún que él se sentía un idiota en tener esperanzas en que Yoongi en realidad lo ama y todo lo malo que Yoongi está haciendo es un reflejo de lo mal que él está pasando estando alejados, deseaba creerlo. Quería creer que Yoongi lo ama como él lo hace profundamente, a pesar de todo.
Ambos recostaron sus frentes sobre la cápsula, eliminando toda la distancia, solamente que la pared que vendría siendo la cápsula separaba sus labios.
—Quiero tenerte, cariño. —respondió.
Jimin se decepcionó, pensaba que le daría algo más que tener posesión. Pero entendió, para un demonio, como Yoongi, no es fácil sentirlo.
—Me decepcionas...—sus ojos se cristalizaron.
Yoongi miraba los ojos que manifestaban calidez, unos ojos que nunca en su vida provocaron misericordia y sentimientos buenos. Los ojos que Yoongi tanto deseaba contemplar para toda su existencia, eran todo; reflejaba todo de Jimin y él cree que es el único que lo sabe. El pálido no sabía cómo expresar cada uno de los sentimientos, como él los llamas, ''buenos'', hacia Jimin. Nunca sintió tanta necesidad de expresar lo que sentía hacia un Ángel. Por primera vez se sintió culpable de toda la mierda que le había hecho hacia Jimin, pero ya era muy tarde.
Los ojos de Yoongi escondían una gran soledad sin él, su alma adora sentimientos que inspira el contrario.
—Y ahora yo te haré una pregunta, Jimin, ¿por qué intentas hacer que Jungkook sea una curita para todas tus heridas? Yo sé lo que haces, claro, tú no te das cuenta de que estás fallando... Pero como buen Ángel, tienen errores que luego lo verás... —rió— Pero esa curita no se quedó pegada a ti, Jimin...
—Él no tiene nada que ver, Yoongi...—suspiró.
Ambos se quedaron callados, mientras disfrutaban la oportunidad de verse, aún que sea en una cárcel.
—Sácame de aquí y yo haré lo que me pidas, Jimin. —habló Yoongi— Me alejo de ti, dejo de entrometerme en tu vida...—mintió— Te lo juro.
El pálido besó a Jimin a pesar de que la cápsula estuviera separándolos. El contrario creyó en sus palabras y asintió.
Y de nuevo, Jimin estaba atrapado en otra mentira y en un mal romance.

ESTÁS LEYENDO
bad romance ; jm + yg III
Fanfic❝I don't wanna be friends. Want your bad romance.❞ ❝you and me could write a bad romance❞ !!!!! esta es la tercera parte de d&a, la segunda está eliminada • tercera parte de Demons and Angels • versátil • capítulos...