bad romance ; jm + yg III

011 ; B.||

Narrador Omnisciente.

El sudor que expulsaba su cuerpo era el reflejo de sufrimiento, su rostro chocaba contra el suelo cada vez que bajaba flexionando sus brazos.

—Basta, Jimin. —gritó su amigo, Taehyung de lejos mientras dejaba las mancuernas sobre el suelo— Haz estado desde la mañana haciendo ejercicio, te lastimarás demasiado.

El nombrado lo ignoró y siguió con su ejercicio de flexiones, pero con más intensidad.

—¿¡No entiendes o qué, Jimin!? —corrió hasta el nombrado e hizo que se detuviera poniendo su pie aplastando la espalda del contrario evitando que sube de nuevo.

—¿Entender qué, Taehyung?—respondió seco y pegó la vuelta para verlo— No debo entender nada, no sé qué tendría que entender.

—No te hagas.

—No tengo ganas de hablar, no sé si te das cuenta de ello...—se puso de pie y fue hacia una mesa dónde estaba su mochila para sacar de allí una botella de agua.

—No tienes ganas, pero lo necesitas, Jimin.

—¿Qué sucede, chicos? —Namjoon entró al gimnasio luego de escuchar la discusión de ambos amigos.

—Uh, este muchacho que no tiene ganas de hablar de nada y después no se aguanta las cosas. —decía Taehyung mientras caminaba hasta su mochila para garrarla y colgarla en su espalda— Quédate con Namjoon, yo ya hice demasiado para que entiendas que lo que está haciendo está mal, Jimin.

—chasqueó su lengua— No importa tanto, pero te lo agradezco igual. —lo despidió con la mano mientras lo miraba desaparecer por la puerta.

Durante ambos se despedían, Namjoon tuvo el tiempo perfecto para agarrar dos pares de guantes de foco y colocarlos en ambas manos. Tenía una idea perfecta para que Jimin saque todo de sí mismo.

—¡Ven aquí! —gritó y aplaudió con los guantes de foco provocando un fuerte ruido bruto haciendo que Jimin se ponga alerta— Ponte los guantines y golpea.

Jimin se quedó callado un momento frunciendo el ceño, analizando la situación hasta que Namjoon volvió a gritarlo para animarlo a hacer lo que le había ordenado.

—No creo que es buena idea golpear a los demás, Nam...—habló Jimin con una amable voz.

—Yo también creo que no es buena idea que escapes de toda la mierda que estás viviendo forzándote en hacer ejercicio, pero aquí estamos, tú solo golpea. A ver hasta cuántas llegas... Si llegas o no al segundo round.

El menor lo obedeció tranquilamente, se colocó los guantes y fue hacia Namjoon.

—¡Defensa! —gritó— Jab y derecho. —golpeó los guantines para indicarle que lo haga.

Dio el primer golpe con ánimo y su directo con más velocidad. Lo repitió dos veces más hasta que el contrario lo empujó para verificar si su guardia estuviera bien.

—Ahí vamos bien, Jimin...—llevó su brazo para golpearlo y este lo esquivó, y así con el brazo contrario— Ahora golpea más rápido, ¡vamos!—golpeó los guantes.

Ambos comenzaron a moverse en círculos tirando golpes con exacta velocidad y fuerza.

Al principio Jimin estaba midiendo su fuerza por no lastimarlo, peor al darse cuenta que Namjoon retenía los golpes sin ningún problema comenzó a tener más confianza con el opuesto al lanzar los golpes con más fuerza que antes. Pensando que con cada golpe se descargaba más y más.

Deseaba descargarse cada vez más y dejar tener el peso en su nuca de tanto dolor, en vez de desear llorar. Sus golpes comenzaron a ser más fuerte a medida que llovían tantos pensamientos negativos, su mente ya estaba hecho un desorden mientras más se descargaba goleando.

El sudor de su rostro no tardó en gotear hasta su cuello, como también su respiración cortada. Su boca se secó por tantas bocanadas de aire que tomaba de golpe.

Por más que su cuerpo pedía que se detuviera, lo ignoró y siguió golpeando.

Namjoon veía a Jimin al límite, cuál era su perfecto objetivo.

Dio un golpe directo fuerte y se detuvo en seco, se puso en cuclillas y tapó su rostro mojado de lágrimas con sus manos dentro de los grandes guantines oscuros.

—Levántate, Jimin.—habló Namjoon.

—No puedo más...—fue lo único que pudo decir bien por el dolor y su respiración inestable.

—¿Ves que no es bueno ponerte bajo presión, Jimin...?—lentamente, Namjoon retiró los guantes de foco que tenía para dejarlos sobre el suelo y bajar en cuclillas para abrazar al nombrado— Puedes hacerte mierda si seguís ejercitando a tu cuerpo de mala manera, solo para olvidar...

—Y si ya me hicieron mierda, Namjoon.—apretó su puño que ahora estaba sobre la espalda de su amigo— Es mejor que tragar los problemas bebiendo o fumando...

—No hay que tragar los problemas haciendo cosas que te hace peor, Jimin. —se alejó un poco para mirarlo— Olvida al que te tiene como el culo y viví la vida, anda a revolear la chota por ahí, no tomes, no fumes, anda a bailar, rompe la barra. Ve a disfrutar tu juventud, ve a disfrutar el lomazo que Dios te dio, amigo. No quiero verte llorar, mocoso.—se levantó y ofreció una mano para que Jimin se pusiera de pie— Anda a disfrutar de la vida sino yo te obligaré con una patada en el medio del orto, ¿oíste? No voy a hacer hombros para que llores, Jimin.

El menor sonrió y tomó la mano de su amigo.

—Y, ¿cómo lo hago?

—Como tú quieras, amigo. —respondió.

—No te garantizo que lo haré de una sola pasada, pero intentaré seguir tu consejo, Nam.—sonrió.

—Por lo menos intentas algo...