Capítulo 1

17.2K 1.3K 711
                                    

Narra Jungkook.

-Señor, recuerde que hoy tiene una fiesta en casa de la familia Kim.-dijo uno de mis sirvientes.

Gire aquel gran asiento de cuero negro que tenía en mi oficina y recargue mis codos en mi gran pulido escritorio color caoba.

-Recuérdame a qué hora es la fiesta. -dije.

-Empieza a las ocho, el Señor Namjoon realmente quiere que vaya, es algo importante para él.

Eché un vistazo a mi reloj de oro que estaba en mi muñeca y pude ver que sólo tenía una hora para prepararme.

- ¿Por qué diablos no me recordaste antes? - dije apretando la mandíbula, hoy mi paciencia estaba al límite.

- Lo siento Señor. - el anciano se inclinó en frente mío. - Juro que no se volverá a repetir.

-Más te vale, lárgate y prepara mis cosas, tomare un baño.

El viejo salió corriendo lo más rápido que sus desgastadas piernas le permitían.

De nuevo gire mi silla, observando a través de la ventana, la gran ciudad y sus bellos edificios que creaban una armoniosa escena mediante las luces, haciéndolo parecer como pequeñas luciérnagas que iluminaban mi habitación.

Namjoon era un gran tipo, fue como mi padre cuando era más pequeño, y también es a quién le debo mí pellejo.

Su fiesta es para celebrar su matrimonio de un año con un chico muy excéntrico y demasiado bonito como para estar involucrado en la mafia, pero se ve que Nam lo ama, le compra joyas, ropa de la más costosa, y lo "mima" demasiado, pobre de la persona que se acerque a su querido príncipe, el último que se le acercó apareció sus restos en las alcantarillas.

-Joven Jeon, su baño está preparado. -dijo ahora mi sirvienta.

Me levanté y me dirigí a mi baño para ir a aquella gran fiesta.

~●~

-¡Kook!- dijo Namjoon estirando sus brazos.-¡Qué bueno que llegaste!-y me dio un gran abrazo.

-Gracias, y Felicidades. - le dí una pequeña caja que tenía dos anillos grabados, uno para él y otro para su esposo.

-¡Kook!- hablando del Rey de Roma.- ¿Cómo has estado pequeño?- me dio un beso en la mejilla.

-Jin, te he dicho que no me gusta que me trates como un hijo.- dije quitándome su beso de la mejilla.- todos nos están viendo.

-¡Pero Kook!-hizo un puchero.- No puedo evitarlo.

Iba a agarrar -apretar- mis mejillas, pero yo lo tomé por las muñecas y lo aleje de la manera más sutil para no hacerlo sentir mal.

Escapé de aquella pareja a paso rápido y fui directo con un mesero para pedir un poco de Vodka escocés, ya que en las fiestas de Nam, nunca faltan las mejores y más costosas bebidas.

Me senté en la barra a esperar por mi bebida, mientras veía como empezaban a llegar los invitados. No conocía a muchos, pero podía pasar la noche sólo, la compañía es algo que no me importa mucho.

-¡Kookie!- ¿Quién diablos me dijo de esa manera? ¡Juro que le partiré la cara!

-Tú pedazo de....-me giré y me quedé a mitad de frase.- ¿Jimin?

-¡Millones de años sin vernos!- Mi amigo chilló de alegría y me abrazó muy fuerte.

Jimin es como mi hermano mayor, él y yo nos escapamos del orfanato a la edad de siete años, mientras que Nam tenía quince años, por eso lo consideramos lo más cercano a un padre.

𝓦𝓻𝓸𝓷𝓰 [𝓴𝓸𝓸𝓴𝓿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora