𝓦𝓻𝓸𝓷𝓰 [𝓴𝓸𝓸𝓴𝓿]

Capítulo 12

JUNGKOOK

Habíamos por fin llegado a Seúl. Estábamos en el aeropuerto, recogiendo equipaje para irnos a descansar.

- V. - Hoseok llamó a mi compañero.

- ¿Qué sucede Hoseok? - Preguntó rápidamente.

- Voy a ordenar un taxi. Tú recoges las maletas. - Hoseok se dió media vuelta, pero no avanzaba. Sólo nos estaba dando la esplada. - Jungkook, Acompáñame. - Ordenó.

Ambos caminos por los pasillos del aeropuerto, concurridos, con algunas pantallas que anunciaban los vuelos. Hoseok estaba muy callado; su vista estaba al frente, sus manos descansaban en los bolsillos de su costoso saco azul marino. Realmente el hombre poseía una imagen fuerte y muy varonil.

Cuando cruzamos las puertas del gran aeropuerto Hoseok se detuvo para sacar de su bolso una cajetilla de cigarros, tomando uno de ellos y colocándolo con sus delicadas manos en sus labios, aquellos labios que tenían una especie de droga que provocaban que V cambiará su fuerte carácter por uno tan dócil con sólo permanecer cerca de él. No lo comprendía, realmente ese hombre sabía manejar a las personas como el quiere.

Incluso olvidé mi odio por un momento, cuando en el hotel pasamos un rato juntos. Hoseok era la anestesia que hacía olvidar al mundo entero con sólo tener sus manos sobre la piel ajena, convirtiendo un simple cuarto en un escenario realmente placentero. Sólo existía eso al momento de tenerlo en la cama.

El pasaba sus manos por cada parte de mi cuerpo, mientras yo hacía lo mismo. Tener a V en la cama, sobre el pecho desnudo de Hoseok y yo encima de la pelvis de mi compañero era placentero, demasiado erótico. Besos húmedos por el cuerpo tanto de Hoseok como de V, un olor a cigarro mezclado por el deseo lujuria, era una completa éxtasis.

- Jungkook. - oí la voz de Hoseok y dejé de lado mis recuerdos.

- ¿Qué pasa Hoseok? ¿Ya ordenaste el taxi? - Pregunté.

Hoseok hizo una profunda calada, sacando humo espeso por su boca, realsando esa imagen tan provocativa que él tiene. Yo inhalé ese humo, cerrando los ojos y dejando que mi memoria se refrescara para proyectar esas imágenes de V desnudo, viendo cada pequeño detalle, besando sus pequeños lunares, tenerlo a mi merced. Incluso recordé aquellos tatuajes que tiene Hoseok en la espalda baja Y una cicatriz en su muslo derecho. Pero la realidad era que lo odiaba, esa fue una noche que se quedaría guardada en lo más profundo de mi ser. No caería en la red de él.

- Tengo que hablar contigo. - Contestó Hoseok, viéndome a los ojos. Sus ojos marrones estaban clavados en mi, sentía que veía más allá de mi apariencia exterior.