Conforme el tiempo pasaba era mucho más difícil tener relaciones, porque definitivamente ellos no eran unos jovencitos de veinte años, no más. Aun así siempre era ardiente y adecuado, hacerlo con Harry siempre era una experiencia única y Draco siempre estaba contento cuando ambos coincidían en sus ganas de hacerlo.
Nada más salir de la ducha Draco había sido asaltado por un Harry Potter muy maduro y ardiente quién le había tomado por el cuello y le había robado un beso como hacía mucho tiempo no. El rubio rápidamente se entregó a sus instintos, olvidando por completo que tenía un reporte financiero que entregar, había pasado bastante tiempo desde la última vez y no iba a desperdiciarlo.
Harry comenzó a acariciar su pálido cuerpo, incluso tomándose el tiempo de apreciar las arrugas que habían nacido en él, sin mostrar una pizca de inconformidad, pese a que Draco no se sentía seguro con su edad. Pronto olvidó aquel pequeño detalle, Harry lo había tirado sobre la cama de manera ansiosa y le arrancó la toalla de un solo jalón, deshaciéndose de su ropa interior inmediatamente después y mirándolo de manera depredadora.
Draco se derritió ante aquella mirada verde y se dejó hacer y deshacer, Potter se colocó a horcadas sobre él, con su moreno culo en su cara, indicándole lo que quería. Malfoy comenzó a chupar el pene que colgaba frente a su boca tal cual Potter hacía con el suyo, era el sesenta nueve más improvisado que habían tenido pero no por eso se sentía menos bien.
El rubio no perdió mucho tiempo e introdujo un par de dedos en su marido para comenzar a prepararlo, lo que Potter respondió con gruñidos de placer, de esos que hacían que Draco se incendiara vivo. Harry fue el encargado de deshacer aquella posición y de darse la vuelta, para comenzar a restregar su trasero contra el ya erecto miembro de su marido.
—Joder Harry... eres lo más hermoso que he visto nunca —Declaró y en agradecimiento su marido se empaló sobre él, montándolo.
—No esperes que vaya demasiado rápido, estoy viejo para esto.
La pequeña broma se vio opacada por la manera de subir y bajar de Potter quién ciertamente no iba rápido ni apretaba tanto como en antaño, pero para Draco aquello estaba bien, para él Harry siempre era perfecto. La vista era un regalo del cielo y Malfoy no se la perdió por nada del mundo, Potter lo montaba cada vez más efusivamente y aunque la excitación le exigía que cerrara los ojos él se resistió con todas sus fuerzas, hasta que Harry se corrió y él dentro de su perfecto y moreno esposo.
Sin molestarse en salir de él, Harry se recostó sobre su pecho e intentó regular su respiración, Draco, como cada vez que terminaban se dedicó a intentar desenredar esa mata canosa que Harry llamaba cabello, con todo el cariño y amor del mundo.
—Estaba preocupado, —declaró el ojiverde— ha pasado algo de tiempo y comenzaba creer que no volvería a tener una erección.
—El tiempo pasa Harry es normal y no tienes nada de qué avergonzarte, cuando teníamos veinte era mucho más fácil, pero ahora...
—¿Qué pasará cuando ya no podamos hacerlo?
—Pues pasaremos el tiempo mirando películas muggles y dando de comer a las palomas del parque, pero por ahora ¿Por qué no lo intentamos de nuevo? Quiero tenerte dentro.
Harry asintió efusivamente y comenzó a repartir húmedos besos en el cuello de su pareja, haciéndolo estremecer con su saliva y su lengua, no importaba cuanto tiempo pasara, Draco jamás se cansaba de Harry. Veinte minutos después de muchos besos y caricias estuvieron listos para volver a la acción, lo que al principio había sido frustrante, pero cuando Harry entró en él, aquello dejó de tener importancia.
Potter encontró su próstata casi de inmediato y Draco con mucho trabajo enredó sus piernas alrededor de sus caderas, había perdido mucha flexibilidad. Las estocadas fueron tranquilas y certeras, Harry se estaba cansando demasiado rápido a causa del primer asalto pero aquello ya había pasado con anterioridad, así que ninguno de los dos se sentía humillado o decaído.
—Harry... Harry... —gimoteaba Draco cada que Potter llegaba hasta el fondo— Te amo, por merlín, te amo, te amo más que a nada.
Harry con una cálida sonrisa comenzó a masturbarlo y se inclinó para repartir besos por todo su rostro, respondiéndole sin palabras que él también lo amaba, que lo amaba más que a nada en el universo.
Finalmente ambos llegaron al clímax, no fue tan fuerte como el primero pero fue perfecto, Harry se recostó de nuevo sobre el rubio hasta que se quedaron dormidos y desnudos sobre aquella cama que habían compartido por años y que seguirían compartiendo por muchos más.
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Draco Malfoy. El regreso de la serpiente.
FanfictionDrarry/Harco Continuación de Draco Malfoy y el principe de Gryffindor. Draco Malfoy ha regresado y su única misión es recuperar aquello que mas ama en el mundo usando solo su fuerza de voluntad y su espíritu Slytherin. Advertencia: Si el final pre...