12.

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Estaba nervioso, joder que lo estaba. Se sentía como nunca en la vida, las piernas le temblaban y el corazón le latía a mil por hora, joder que ni cuando se enfrentó cara a cara con el Lord se había sentido de aquella manera, y se sentía estúpido porque aquello no era ni la mitad de riesgoso, no era ni la mitad de impactante y aun así, el que tuviera que presentarse ante la familia de Harry como su novio formal le hacía sentir terriblemente nervioso y ansioso. Por supuesto que a él le hubiera encantado posponer aquel momento para cuando todos lo hubiesen recordado, pero después de analizar todo, tanto él como sus amigos habían llegado a la conclusión de que era importante que aquello sucediera.

Estaban a solo un par de meses para que el juego llegara a su fin, de que el tiempo límite por fin llegara y su último movimiento tenía que ser perfecto, no tenía más margen de error y era necesario mover todas las piezas que tuviera disponibles y a la mano; aquello incluía meterse a la familia de Harry poco a poco y finalmente introducirse junto con el héroe al mundo mágico. ¿La razón? Era muy sencillo, Draco creía que la mejor manera de introducirse ante sus padres era haciéndose conocido, necesitaba que lo viesen en los periódicos y se preguntaran porque aquel joven lucía tan similar a Lucius, o porque parecía mirar igual que Narcissa, idea de Severus, por supuesto.

El plan era bastante sencillo, Draco se daba a conocer en el mundo mágico como la pareja de Harry Potter, uno de los magos más famosos del mundo, Narcissa y Lucius, al estar tan inmiscuidos en la alta sociedad mágica escucharían los rumores y no perderían el tiempo averiguando todo sobre el nuevo novio del héroe, tal como hacían cada que una nueva figura pública aparecía, como parte de una costumbre la cual les permitía saber si acababan de encontrar a algún nuevo socio o algún rival en el mercado. Severus aseguraba que no encontrar nada de Draco atraería su atención, así como la de todo el mundo y la gente comenzaría a especular, comenzarían a preguntar por qué aquel atractivo y bello joven parecía tener parentesco con los Malfoy, y por supuesto, ni Lucius ni Narcissa serían la excepción.

Tenían dos meses, dos meses para que Harry Potter y Draco Malfoy se mostraran al mundo lo más posible, en citas poco discretas que atrajera la atención de los periodistas que nunca parecían completamente satisfechos con los chismes que involucraran a Potter. Tenían exactamente dos meses y no solo porque el tiempo del trato se terminara, sino porque justamente ese día los Malfoy daría una fiesta en la mansión, una gigantesca a la que Harry estaba invitado y Draco como su pareja podía entrar sin problemas.

Pansy les había dicho que Narcissa había organizado el evento como uno de caridad, mucha gente importante asistiría, magos poderosos y adinerados en busca de jugosos tratos que cerrar y contactos que establecer. Por supuesto que los Parkinson estaban invitados, igual que los Zabini. Harry también había recibido su invitación, pues si bien nunca asistía a esos eventos, Narcissa jamás había dejado de considerarlo en su lista de invitados, como agradecimiento por su ayuda durante los juicios y por haberlos librado del Lord.

Aquella era una oportunidad única, los Malfoy muy rara vez se dejaban ver públicamente, algunos magos aún consideraban que no merecían su libertad y habían sufrido más de un atentado el primer año después de que la guerra terminara, esto causó que los Malfoy decidieran encerrarse en la comodidad de su mansión y se dejaran ver única y estrictamente para lo necesario. Aunque siempre hacían una fiesta, al menos una vez al año, para socializar con sus importantísimos contactos en el ministerio y en el mundo mágico.

Draco no podía saber si era una coincidencia o no que la fecha de la fiesta fuera justamente el día en que todo terminaba, pero se sentía presionado y asustado, aquella era su primera y última oportunidad de recuperar a sus padres, a sus amados padres y sabía que, de no lograrlo aquella no solo sería su última oportunidad, sino también su última noche en ese mundo. Confiaba en que su lazo familiar facilitaría todo, que, al igual que con Harry, ellos no tardaran más que unas horas o minutos en recordarlo, confiaba ciegamente en ello pues era su última esperanza de recuperar lo que había perdido, lo que había cambiado por el bien del mundo mágico; su vida, su futuro.

Draco Malfoy. El regreso de la serpiente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora