capítulo xii

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Luego de mi encuentro con la princesa-abuelo, me fui a mi casa. Tenía mucho que estudiar para Historia y el examen era mañana y necesitaba aprobar. Lo primero que hice fue saludar a mi gatita y estaba cada vez mas gorda y la amaba todavía más.
Me conducía a mi habitación para comenzar con mi sesión de estudio cuando Daehyun se cruzó en mi camino pero no estaba solo, estaba acompañado de un chico alto y de cabello castaño oscuro. Tenía unos labios que parecían de Barbie y su piel perfecta. En serio, ¿De dónde salen? Frené en seco, esperando una explicación de mi sonriente hermano.

―Hyo, llegaste —no me digas, que observador —Te presento a SeokJin, un amigo de la universidad.

―Hola.

―Hola ―devolví el saludo a penas, cegada por tanta belleza ―¿Dónde están Mamá y Papá?―pregunté a Daehyun solo por decir algo.

―Fueron a comprar al mercado, Jin se quedará a cenar con nosotros aunque no quiera.

—Aigoo, no es necesario Dae.

Ay, no solo era lindo, tenía linda voz y era tímido.

―Está bien, uh, estaré en mi habitación —trate de corresponder a sus sonrisas para luego escapar—Adiós.

Y luego de despedirme de Jin y mi hermano me encerre en mi cuarto, no tenía animos para nada pero el deber es primero. Tiré mi mochila a la cama, saqué mi libro de historia y comencé a repasar.

―El homo habilis fue el primer homínido, su cerebro media de 550 centímetros a..―apoyé mi cabeza contra el libro. Me sentía tan cansada. habia sido un largo y raro dia.Saqué mi teléfono para mirar la hora eran las 6 de la tarde. Todavía tenía mucho tiempo. ¿Y si dormía por un rato? Sólo serían unos treinta minutos. Deje mi teléfono sobre el escritorio y cerré los ojos lentamente.

. . .

Desperté de un salto cuando mi teléfono comenzó a sonar.

―¿Qué hora es...? ―lo tomé pero no pude mirarla porque alguien estaba llamando, así que contesté con los ojos casi cerrados―¿Aló?

―Hyo, mi nena. Escuche lo que pasó. Lo lamento tanto por no haber estado y haberle dado una lección a esa maldita mocosa —esa era la voz de Baekhyun. Estaba vivo y lo sabía todo.

―¿Baek? —bueno no pude decirle algo más,seguía media dormida.

―¿Estás bien? ¿Estabas llorando? Lo siento, lo siento —me puse mis anteojos con letargo, sonriendo pues parecía alterado y al borde de las lágrimas.

―No, estaba durmiendo. No te preocupes por mí, en serio, fue horrible y no quiero saber como te enteraste pero estoy bien.

Su voz se escuchaba realmente gangosa.

―Por mentir que estaba enfermo antes ahora lo estoy de verdad, lo siento debí haber ido al cine. ¡Lo siento, Hyo Seong! Puedes bloquearme del LoL si quieres, no te detendre a pesar de que te quiero mucho —exclamó de forma exagerada, haciendo que alejara un poco mi teléfono de mi oreja. ¡Me dejaría sorda!

―Eres una nena, estoy bien de verdad. Tú deberías descansar, te oyes malito.

―Es un resfriado nada más, mañana iré a protegerte.

―No, no puedes. Enfermaras a todos, mejor quédate en casa. ¿Y Heechul?

―Corrió el mismo destino que yo ―estornudo demasiado fuerte―Tengo que irme, se me caen los mocos, por favor sé cuidadosa mañana, bien? A penas vuelva te cuidaré muy bien.

―Ok, ok. Hablabamos después, ¿bien?

―Adiós, no me olvides.

Estornudo la última vez antes de colgar. Mire la hora.

crush ; j. jungkook {en edición} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora