capítulo xv

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Había pasado una semana y media desde el beso accidental con la ratanejo, que parecía evitarme y sonrojarse cada vez que aparecía frente a él. Yoongi por su parte, me ignoraba y hacía como si no existiese, ¿Por qué él hacia eso? ¡Yo debía hacerlo, no él! Siempre era tan digno.

Lo único diferente de la semana son las insistentes amenazas de Sojung que decidí omitir porque se había enterado, por una de sus secuaces que justamente estaba en Taco Bell, de lo que pasó entre yo y Jungkook. Me parecía bastante infantil su actitud pero nada podía hacer para remediarlo, solo habia mostrado su verdadera cara.

Ya era de mañana estaba armando mi mochila, sólo esperaba que fuera un día más tranquilo que ayer porque casi me arrancaba el cabello por el estrés de los exámenes. Y por suerte, lo fue, en la primera clase no vino el profesor de Matemáticas por problemas de salud. Espero se mejore pronto, ese profe es mi favorito porque es muy gracioso.

Todo el mundo conversaba y se reia a mi alrededor, yo estaba muy sola. Podia sentir la mirada de Sojung sobre mí pero decidí ignorarla, saqué un cuaderno para dibujar algo para pasar el aburrimiento hasta el receso, había quedado en ir con Baek a la sala de computación. Comencé a bocetar, moviendo el lápiz con suavidad. Sin darme cuenta, ya estaba dibujando a Jungkook. Era guapo, perfecto para dibujarlo, sus fracciones y proporciones tan marcadas y... pero pegué un salto, arruinando el boceto cuando alguien golpeó mi mesa con su mano, evitando que siguiera dibujando, levanté la vista encontrando con Sojung. ¿Quién más podría ser?

―Ya te soporté lo suficiente. ¿Acaso no leíste mis mensajes?

―No, no lo hice ―contesté, alzando la voz. No dejaría que me pasara a llevar otra vez.

―Debiste hacerlo ―arrancó la hoja de mi cuaderno.

―Déjame en paz ―me levante de mi puesto para quitarle la hoja, fallando.

―Aww, que tierna, ¿no? Dibuja al chico que le gusta pero que me pertenece ―la rompió por la mitad luego en pedacitos, dejándolo caer sobre mi cabeza. Tragué saliva, iba a golpearla si seguía hablando―Dibujas bien, cariño. ―me miró como si fuese muy superior a mí, los demás solo rieron. No dije nada.

―Púdrete―susurré antes de volver a sentarme y volver a ignorar a Sojung y sus secuaces.

―¿Ya entendiste? ―escuché su irritante voz nasal que me daban ganar de golpearle la nariz a ver si arreglaba su horrible problema.

―¿Enterder qué? ―la desafié―¿Qué besé al chico que te gusta antes que tú? ¿Y sabes...? No me arrepiento porque sus labios eran tan, tan suaves ―sonreí de lado, Sojung parecía desprender humo de las orejas. Deje que se fuera. No me importaba lo que ella hiciese para molestarme porque esta vez le había ganado.

Dios, esta chica daba más miedo que yo, ¿tenía espías, que me seguían o algo asi? Sabía que tenía que tener mucho cuidado con ella pero nunca lo quise escuchar. Unas chicas me lo contaron una vez, algo parecido sucedió en el pasado con la mismísima Sojung. Ellas conocían a Sojung desde niñas y siempre se adueñaba de todos los chicos que se le cruzaron. Las populares y lindas nunca son muy amigables. Dan mucho miedo.

. . .

Cuando comenzó el primer receso, enseguida me dirigí a la sala de computación. Ahí estaban los únicos seres que aun querían de mi compañía pero algo llamó mi atención, vi... ¿a la princesita? Saliendo de la escuela casi corriendo, cosa extraña que me hizo fruncir el ceño. ¿Acaso se estaba escapando? Decidí no darle tanta importancia y entrar en la sala, aunque no podía de quitarlo de mi cabeza tan rápidamente. Abrí la puerta y pude ver a los chicos estaban sentados uno junto al otro pero ninguno estaba jugando, de hecho, estaban con los computadores apagados y parecían... tristes.

crush ; j. jungkook {en edición} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora