capítulo vi

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La jornada escolar del día lunes había comenzado con una aburrida clase de Literatura. Sí, me aburre leer. Lo siento mamá, te decepcione pero me da mucho sueño, las palabras me marean. Miro al profesor Kim, que hace recomendaciones de libros aburridos. Soy más de números, la lectura es mi enemiga desde la escuela primaria. Siempre mi mamá leía los libros por mí mientras yo la escuchaba, abrazando mi osito de peluche y eso fue contraproducente, como han de notar.

Me vi cabeceando cada dos segundos porque no había dormido nada el fin de semana por pensar en Sojung y Jungkook. ¿Qué no pensé antes cómo ayudaría a Sojung, si la rata siquiera me mira o me dirige la palabra? ¡Técnicamente le mentí a mi amiga! Estoy en aprietos. Tengo que buscar en Google la forma menos dolorosa de morir.

¡Creo que Jungkook ni siquiera me recuerda! Incluso me defendió de ese tal Yoongi... lo que me recuerda que, ¡Tengo ganas de golpear a esa princesa de piel blanquita! Personas desagradables a mí alrededor no necesito.

Me enfoco en Sojung, quien sí estaba prestando atención a la clase de Literatura, aportando su punto de vista de aquel libro del que ni el nombre recuerdo. A veces me gustaría ser como ella. Es hermosa, los pretendientes le vuelan pero ella no acepta a ninguno. Es alta y delgada. Su falda corta dejaba ver lo larga y hermosas que eran sus piernas, sus mejillas sonrosadas contrastan perfectamente con su piel pálida y su cabello negro, largo, brillante, con ligeras ondas en la punta. Sus ojos oscuros y redondos, cada vez que sonríe hacen una perfecta silueta, sonriendo con sus ojos. Su nariz perfilada y pequeña. Y luego estoy yo... una persona de notas regulares, sólo era buena en Matemáticas. Ningún talento en especial, en cambio ella tenía una voz hermosa y sabia tocar instrumentos. Tengo una altura promedio, al igual que mi peso. No soy delgada, ni gorda. Mi rostro redondo y mis mejillas regordetas, mi nariz era rara y más rara se veía gracias a los grandes lentes que tenía que usar por culpa de mi miopía. Mis ojos opacados por el cristal de mis lentes, oscuros y sin vida; eran redondos pero no llaman la atención como los de Sojung. No me maquillo porque no sé hacerlo. Ni una mísera línea sé hacer con un delineador. Nunca podría ganar contra una chica tan perfecta como ella, yo... Hyo Seong, soy solo una chica torpe que no sabe expresar sus sentimientos.

Desvié mi mirada a una hoja en blanco de mi cuaderno en el cual debería estar escribiendo apuntes. Debería pero, comencé a hacer un boceto de lo que sea que se le ocurra a mi retorcida mente. A veces creo que soy mejor expresando mis sentimientos a través de dibujos en lugar que las palabras. Soy un desastre en eso. Para aclarar... no, no. No soy una chica de baja autoestima, ni mucho menos tengo un tipo de depresión o algo así; simplemente me comparo con una persona muy distinta a mí. Todos llegamos a hacerlo en un punto de nuestra vida, en especial las mujeres. Deprimiéndonos sin razón alguna.

Mamá dice que todos somos únicos a nuestra manera. Pero si así es, ¿por qué me siento mal?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el timbre que indicaba que la clase ya había terminado. Me levante de mi asiento, escuche la voz de Sojung llamándome pero no me detuve, quería distraerme un rato de mis pensamientos sin sentido, y salí de la sala; para dirigirme a mi lugar de escape desde ahora: la sala de computación.

Entre en ella rápidamente. Tal vez sea una chica rebelde como Baekhyun y me salte la siguiente clase. Tal vez.

Divise a Heechul y Baekhyun acomodados en los escritorios.

―Nunca se despegan del computador, ¿no?―bromee con los chicos que se veían bastante concentrados jugando, ambos sonrieron al verme.

―¡Hyo, te ves muy adorable con lentes!―Baekhyun se abalanzó sobre mí apretando mis mejillas, olvidándose del juego, y me abrazó mientras lloriqueaba falsamente y Heechul me saludó con su mano tímido―¿Cómo está tu rodilla?―vi como se moría en el juego pero no se inmutó.

crush ; j. jungkook {en edición} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora