Un nuevo niñero

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-David, ¿Que fue lo que sentiste al darme ese beso cerca de los labios?- Le pregunto a David a lo que el no contesta, estaba como en shok y para mi eso respondía todas mis dudas.
Me levante del sillón y me acerqué a la puerta lentamente, me quede unos segundos parada esperando a que el dijera algo pero no dijo absolutamente nada. Habro la puerta rápidamente y salgo de su casa serrandola de la misma manera.
No sabia que pensar, la verdad yo también me quede algo en shok. Al llegar a mi casa voy rápidamente a buscar mi skate, en momentos así necesitaba algo de aire fresco.
Salí de mi casa lo más rápido que pude y me fui a un parque andando en mi skate. Al llegar no me sorprendió ver a mis amigos de la infancia practicando en ese parque ya que era el lugar donde siempre solíamos practicar o jugar desde niños. Al verlos ahí y sentir que realmente los necesitaba hizo que rompa en llanto con tan solo caminar unos pasos para ir con ellos, me arrodille en el piso y tape mi cara tratando de que las lágrimas pararan de salir.

-¡NICK!- Escucho que alguien grito mi nombre y se acercan a mi, y veo que era Luna.
-Nicky ¿Que te paso?- Me dice Derpy a lo que yo la veo destapando mi cara. No me daba vergüenza que me vieran de esta manera ya que ellos saben lo débil y llorona que puedo llegar a ser.
-No lo se, hace mucho que no los veo y realmente los necesitaba a mi lado- Les digo con mi voz entre cortado por aber llorado de tal manera.
-¿Quien te lastimo?- Me dice Marcos poniéndose cada vez más serio.
-Nadie, o bueno, nadie que realmente importe- Empecé a contarles todo lo que me había pasado, con el miedo a ellos también trate de alejarlos lo más que pude. Los conozco y se que ellos actuarian de una muy mala manera.
-Ay mi pequeña- Me dice Kary abrazándome.
-¿Ahora que hago?- Le pregunto a Katy.
-Esperar- Me contesta Luna.
-Si, si realmente te quiere te buscará- Dice Derpy.
Unas horas después me voy caminando a mi casa con el skate en mi mano, a lo que veo que alguien se acerca rápidamente hacia a mi. Era Alex y me empuja haciendo que me caiga fuertemente.

-¿Seguís sin entender verdad? Matate de una vez- Me dice Alex pisandome el estomago.
-No quiero morir- Le contesto agarrando su pie y tratando de levantarme.
-Nadie te va a querer como YO te quise, rendite de una maldita vez- Empieza a pisarme aun más fuerte.
-¿¡QUE MIERDA TE HICE¡? ¿¡QUE HICE PARA GANARME TODO TU ODIO!? ¡VOS ME DEJASTE PRIMERO, VOS ME ROMPISTE EL PUTO CORAZÓN!- Le digo conteniendo mis lágrimas para no quedar tan débil.
-¡NECESITABA TIEMPO, Y CUANDO ACLARE MIS PUTOS SENTIMIENTOS EMPEZASTE A ODIARME Y ESO A MI TAMBIÉN ME ROMPIÓ EL CORAZÓN, HABER PERDIDO TANTO TIEMPO PENSANDO EN VOS FUE MI MÁS GRANDE ERROR Y NO DEJARE QUE ALGUIEN MÁS PASE POR LO QUE YO PASE!- Alex empieza a patearme y golpearme en todas partes, ella sabia lo débil que era y parecía que eso le encantaba. Llegue hasta el punto de escupir sangre y de un momento al otro Alex desaparece y lo único que recuerdo de ese momento es escuchar una ambulancia y ver todo negro.
Empiezo a sentir que alguien agarra mi mano y lentamente empiezo a abrir mis ojos. Veo que estoy en un hospital, empiezo a ver a mi alrededor y veo a David sentado, durmiendo al lado mio agarrando mi mano. Sonrío al verlo de esa manera y trato de levantarme sin despertarlo.
Voy al baño y veo en el espejo que tengo el labio cortado, mi cara y cuerpo lleno de moretones y vendas. Al tocar algunos de los moretones me dolía demasiado y en las vendas veía algo de sangre.

-¿Nick?...- Escucho a David con la voz ronca que siempre tiene al despertar.
-¿Que haces acá?- Le pregunto saliendo del baño, acercándome hacia el.
-Tu mamá me dijo que estabas acá, la habían llamado a ella pero como esta de viaje me mando a mi a cuidarte-
-No necesito qu... ¡DIOS!- Empieza a dolerme el estomago demasiado fuerte.
-Dejame ayudarte, por favor- David me ayuda a sentarme en la camilla. -Me dijeron que ibas a tener dolores así y necesitas tomar algunas pastillas al día-
-Eso no me molesta-
-Y voy a tener que estar en tu casa... Cuidándote-
-No, no, no, no, no, y no, yo puedo cuidarme sola no necesito un niñero-
-No fue mi decisión, algunas son muy importantes y si no las tomas en un tiempo determinado el dolor puede empeorar, y conociéndote se que te olvidarías- Empecé a pensarlo y tenia razón yo me olvidaría de tomar las pastillas o cual tendría que agarrar primero.
-Esta bien-

Unas horas después me dieron el alta para ir a mi casa a lo que David insistió en ir a la suya. Al llegar David guarda las pastillas que le dieron y yo me siento en el sillón.

-Me voy por unas horas ¿Vas a estar bien?- Me dice David
-¿Tengo que tomar alguna pastilla?-
-Por ahora no, más o menos a media noche tenes que tomarte dos pero seguramente voy a estar acá a esa hora-
-En tonces si voy a estar bien-
David sale de la casa y mientras espero a que vuelva miro una película.
Dos horas después escucho que golpean la puerta, fui a abrir la puerta y cuando la abrí no supe reaccionar.

-¿David? ¿Que paso?-
-Venganza...



Fin del capítulo
Nos leemos luego
Adio

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora