- ¡Abigail! ¿Estás ahí?
Definitivamente era Simon. Bajé de la cama y me acerqué a la puerta, quité el seguro y abrí. Simon estaba parado frente a mí, estaba totalmente empapado y tenía la cara totalmente pálida.
Verlo ahí… De pie, en la puerta, con la cara pálida y una mueca entre pánico, ira y alivio al mismo tiempo, produjo en mí una sensación inquietante; en ese momento realmente me di cuenta de que, pese a todo, él estaría ahí para mi… y quizá él se sentía igual. Había pasado casi dos días enteros sintiendo ira por Simon solo porque me había dado lo que yo realmente quería. Quiera aceptarlo o no, yo lo deseaba desde hacía tiempo y… solo e sido una estupida e inmadura.
-Abi… - pronunció en un hilo de voz – por Dios… te juro que…
Pero antes de que pronunciara una palabra más, atrapé sus labios con los míos. No sabía qué hacía en la casa a estas horas de la noche; solo sabía que, sin importar nada, quería sentir su cuerpo desnudo nuevamente y no dejar de sentirlo. Tal vez no era enamoramiento. Quizá era solo deseo. Pero fuese lo que fuese… quería volver a sentir lo que solo él, hasta este día, me hacía sentir.
Simon no dudó en responder mi repentino beso… y cuando pasé mis manos por debajo de su mojada camisa fue cuando él se arriesgó a acariciar mi cuerpo como realmente quería. En ese momento inició una pequeña lucha por obtener el control de la situación. Simon se separaba de mis labios para tomar aire y cuando trataba de decir cualquier cosa, yo arremetía nuevamente contra su boca y no le permitía hablar.
Entre besos y caricias terminamos en la cama. El computador, las películas y la comida acabaron en el piso, además de nuestra ropa y todo signo de vergüenza o cualquier cosa que se le parezca.
Cuando desperté, Simon tenía su cabeza apoyada en mi vientre y su uno de sus dedos dibujaba círculos y líneas en mi abdomen bajo. Notó que yo estaba consiente y se acomodó de tal forma que ahora su cintura era rodeada por mis piernas y su cabeza y brazos reposaban suavemente en mi pecho.-Hola – dijo en un tono muy suave. Sonreí, más por tratar de hacer que mi mal aliento brillara por su ausencia, que por cualquier otra cosa. – por favor no me corras como las ultimas veces.
Sentí el rubor esparcirse por todo mi rostro. Sonreí un poco más y me forcé a hablar.
-Perdóname por eso… estaba un poco… no sé….
-Sé que pude haberte hecho sentir mal. Lo sé y lo siento. Y fui un idiota pensar que lo que hicimos en el lago fue un tipo de “tregua”… lo siento Abi.
-No te preocupes…-No. Sí me preocupo porque no quiero que sientas que te usé o algo por el estilo.
-Bueno… siendo honesta… te odiaba hasta esta noche… me había prometido no volver a hablarte nunca e iba a desaparecer de tu vida…
-¿Qué?... – la cara de Simon era todo un poema. Reí sonoramente y el dio un pequeño pellizco a mi abdomen al notar que le estaba tomando del pelo
– no juegues así conmigo… eres mi mejor amiga Abi, no quiero perderte.
-Los mejores amigos no tienen sexo Simon…
-Estos mejores amigos sí. – respondió sin más
-Esos son los amigos con derechos… y tu eres más que eso – respondí queriendo decir algo más. Él lo notó y dijo
-Pero… - sonrió y espero a que yo continuara – anda Abi, sé que quieres decir algo mas…
-Solo no quiero que esto nos afecte.
Simon se Inclinó para quedar más cerca a mi rostro. Esperé a sentir sus labios en los míos, pero él solo besó mi frente y después mi nariz.
YOU ARE READING
A B I G A I L
RomanceQuizá la vida no te trate de la mejor manera, pero si la vives con las personas correctas, las heridas pueden sanar por completo... Abigail no pedía nada, había aceptado cada situación que había vivido... Pero lo último que quería, era sufrir una...