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Guardé el teléfono en el bolsillo de mi abrigo. Y me acomodé recta en mi asiento. No sabía qué pensar realmente, no sentía nada más que ira, pero tanta ira ardía, era como si algo dentro de mí se quemara y se redujera a cenizas, nada mas que eso.

Traté de no hacer mucho ruido mientras calmaba mi llanto… sí. Lloré, porque era mi mejor amigo quien me había mentido y SÍ me había usado. Ya me había convencido de que lo que había sucedido con Simon eran simplemente calentones, pero sí fui su juguete…

Traté de secar mis mejillas y volví a sacar mi celular.

- No lo llames…

- ¿Qué? – levanté la vista y miré cómo Grace se incorporaba en la camilla mientras yo me limpiaba los mocos con la manga de mi abrigo – te desperté. Lo siento

- No cariño… desperté desde que llamaron – sonrió –.Pero no aguanté mas.

- ¿Escuchaste?

- Por algo te digo que no lo llames. Estas triste y, aunque yo también lo odio, puedes arrepentirte después…

- Grace… - ella extendió sus brazos y yo solo pude derramarme en llanto mientras ella sobaba mi espalda – No es justo… no entiendo…

- Eres muy débil, cariño. No lo merece

- ¡Sabes lo que hizo!

- ¡Lo sé! Y por eso lo digo. No lo merece. Y lo sabes. – me incorporé y la miré fijamente – es un vividor y un mentiroso. Te hizo daño, pero no vas a desmoronarte por él… al menos no mientras yo viva

- Pero eso no será por siempre… - dije limpiando mi rostro

- Pero aprenderás a seguir sin mí… o te halaré los pies mientras duermes – reí

Grace y yo tuvimos una de esas charlas. Esas que tanto adoro y esas que tanto voy a extrañar.

- Simon me cae mal. Ya me caía mal, desde que me contaste sobre él, pero tu lo amas… no hablo del sentido romántico, ya entiendes. Pero lo aprecias mucho, por eso soporté cada video llamada, cada vez que me compartías uno de sus pésimos chistes…

- ¿por qué no me dijiste nada?

- Quería que tu te dieras cuenta de lo mala persona que es. De no ser así, no me creerías o simplemente te confundirías. No quería que sufrieras pero…

- Solo del dolor se aprende… - la interrumpí – lo sé.

- Bueno. Si ya lo sabes, también debes saber que en algunos casos, no se puede evitar sufrir.

- Sobre todo si soy débil ¿verdad? – ella solo asintió

- Dime algo. ¿Has visto a Marie?

- No… - bajé la mirada y me di cuenta de que en ninguna de nuestras salidas al lago antes del viaje o las tantas video llamadas, Simon me había presentado a Marie – no. ¿Qué significa?

- No lo sé. Solo quería saber si te sentías más o menos linda. – se rio – No todo lo que te diga es inspirador y profundo – reímos mas fuerte – ahora cuéntame… ¿llamaste al lindo fotógrafo? – sonreí y me sonrojé un poco - Y… ¿Qué tal?

- De hecho… no. No lo llamé. Nos encontramos, fue coincidencia. Pero fue una noche estupenda. Y no… - me interrumpí al ver que ella sonreía – no hubo sexo. Solo hablamos y hablamos…

- Y ¿cuál es el pero?

- Es demasiado bueno para mi.

- ¿Por qué dices eso?

- Él es… no sé, es todo lo que se cree perdido en un hombre con su físico. Él es sexi…

- Estás juzgando por estereotipos.

- Puede que sí, pero debajo de todo eso, sé que hay un corazón al que puedo hacer daño con facilidad, y no quiero hacerlo…

- Estás loca. Estoy segura de que en algún momento de tu vida esperabas a alguien así y ahora tienes la oportunidad de tenerlo y lo vas a dejar ir… ¿Quién las entiende mujeres?

- Ajá… y tu ¿Qué me dices de Josh?

- No estamos hablando de mi… - dijo desviando la mirada a la puerta

- Exacto… casi nunca hablamos de tus amores… o como les quieras llamar.

- No quiero hablar de eso.

- ¿por qué? – ella solo suspiró – porque es diferente ¿verdad?

- Abi…

- ¿Te enamoraste?

- Abigail. Por favor… no…

- Buenos días, señoritas – oímos que alguien entraba por la puerta y por el tono de su voz, supe que era Josh

- Buenos días. – saludó Grace sin mirarlo

- Buenos días… voy a buscar algo de comer ¿sí? – Grace me sujetó de la mano sin que él lo notara. Era fuerte, así que forcejeamos un poco hasta que ella se rindió, pues el sonido del electrocardiograma se hizo más intenso – Creo que podría demorar un poco…

Salí sintiendo la mirada tajante de Grace a mi espalda, Josh estaba revisando sus signos sin darse cuenta. Cerré la puerta y giré sobre mi eje para después chocar contra una enfermera que iba pasando con varias toallas que cayeron al suelo.

A B I G A I LWhere stories live. Discover now