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Me quedé un poco más junto a ella. Dormía como bebé, así que salí del apartamento para buscar algo para comer. Llegué al restaurante de comida italiana que estaba a la vuelta de mi apartamento. Estacioné una manzana antes, pues no había más  espacios libres. Bajé y caminé hasta el restaurante. Hice el pedido para llevar y me senté en la primera mesa libre que vi. Saqué mi celular y revisé los mensajes. Nada. Aproveché para llamar a la secretaria del señor Robeen.

Tres tonos y contestaron

- Oficina de Robeen Frein… ¿en qué puedo servirle?

- Buenas tardes… habla Abigail Jaimes, codirectora del proyecto G.E.B… ¿podría comunicarme con el señor Robeen?

- Lamento mucho informar que el señor se encuentra en horario de almuerzo, por ende no podrá… ¡Por Dios, Tara! Te dije que si la señorita Abigail llamaba, me informaras de inmediato… - dijo otra voz en el teléfono

- Am… ¿hola?

- Hola cariño… soy Cassandra, representante del señor Frein. Esperaba tu llamada… - por algún motivo, me la imaginaba sentada sobre el escritorio de la primera chica que atendió

- Hola… quisiera hablar con el señor Robeen…

- Linda, él esta ocupado en este momento, pero me pidió que agendara una cita para una cena privada contigo y tu equipo de trabajo… de ser posible, para hoy mismo.

- Bueno, los chicos ya no se encuentran en la ciudad… pero podríamos llamarlos durante la cena.

- Me parece estupendo. Sí. Perfecto. Entonces a las 7:30 pm ¿te parece? Te enviaré los datos del lugar en un correo. Hasta pronto

- Adiós… - dije aunque ya habían colgado – Qué mujer… - reí para mí misma

Guardé el celular y esperé un poco más hasta que uno de los camareros se acercó a mi con la orden lista. Agradecí y salí en dirección al apartamento de Grace.

A las 6 de la tarde me despedí de ella y tomé el autobús hasta mi apartamento. Me alisté y llegué a la dirección que me habían enviado en  el correo. La reunión se trató de una “actualización del proyecto”… todo iba de maravilla, las plantas estarían listas para la fecha planeada y la instalación se llevaría a cabo en Septiembre. Los chicos se oían muy entusiasmados y hablaban tan seguros de lo que decían que el Señor Robeen se veía muy contento con su elección. Finalizamos la reunión con brindis y Cassandra se ofreció a llevarme hasta mi apartamento, pero le dije que no se preocupara.

No estaba cerca… pero quería caminar un poco. La noche era fría, pese a que traía un abrigo grueso, sabía que no aguantaría mucho fuera.

Caminé hasta la primera cafetería que vi en servicio. Tomé la manija de la puerta y halé para poder abrirla, justo en ese momento, alguien empujó la puerta desde dentro e hizo que resbalara y por poco cayera. Sentí que me tomaron del brazo, levanté la vista para protestar, pero la persona se adelantó

- Perdona… ¡Hey! Hola… - observé mejor al sujeto y noté que era el fotógrafo del hospital

- ¡Emiliano! Hola… deberías ser mas cuidadoso abriendo las puertas… - solté para disimular lo hipnotizada que me traían sus ojos

- Lo siento, no me fijé en que estabas ahí…

- Sí bueno… ya lo noté.

- Hey pero… déjame invitarte algo para ganar tregua ¿sí?

- No es necesario… - sonreí

- Puede que no… pero quiero hacerlo. Ven, siéntate conmigo

- Está bien – entramos a la cafetería y nos sentamos en una de las mesas junto a la ventana.

A B I G A I LWhere stories live. Discover now