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- Si no quieres que se repita…. Solo debes decirlo

“No. Por favor”. Pensaba, y deseaba con todas mis fuerzas que, de alguna manera, Simon leyera mi mente. Y parecía que así había sido, pues él inició a besar mi cuello y mis clavículas, bajó hasta mi pecho y levantó el top que traía puesto, lo cual dejó a la vista mis senos… no hace mucho, me aterraba horriblemente que alguien me observase desnuda, a mí y a mis estrías, manchitas, cicatrices… pero ahora, ese sentimiento es reemplazado por lujuria y por un deseo inmenso de que él no se detenga.

Simon pasó la punta de su lengua por mis pezones en variadas ocasiones, en otras solo lamía y, aún mejor, chupaba mis senos sin ser brusco… solo el punto exacto entre un pequeño dolor y placer. Completo placer.

En el momento preciso, en que mis pezones estaban lo suficientemente erectos y ya sentía cierta humedad en mi vagina, Simon abandonó mis senos y bajó lentamente hasta mi entrepierna y besó y acarició la parte interna de mis piernas sin llegar a tocar si quiera mi zona íntima… la cual ahora estaba lo suficientemente sensible como para hacerme temblar con solo rosarla…

- No me respondiste aún… - dijo él incorporándose un poco y, por supuesto,  deteniéndose.

- ¿Estas loco? ¿por qué paras? – pregunté bruscamente. Simon rio – No pares. Continua. – exigí

Simon se inclinó nuevamente y deslizó suavemente su dedo índice hasta llegar a ese pequeño lugar que en poco tiempo me produjo tanto placer una y otra vez, con sus dedos, con su lengua… Pero era solo eso… placer. Ya no había mariposas, ni ese nerviosismo que lo hacía más especial que divertido. 

Al terminar, Simon se recostó junto a mí y, aunque quería besarlo, no era capaz de hacerlo debido a que aún se veían húmedos sus labios… Me quité el top y lo tiré fuera de la cama…

Me acomodé sobre él e inicié un recorrido de besos hasta llegar a su abdomen bajo… no pude continuar, pues Simón me detuvo y se incorporó…

- Abi… - me acomodé sentándome sobre los talones – debo… quiero decirte algo antes de continuar. Y quiero que me perdones por no haberlo dicho antes…

- ¿Qué sucede?

- Aunque no hemos hecho nada malo… no…

- Simon dime… - él suspiró y se pasó la mano por la cara, la detuvo sobre su boca y me  miró

- Conocí a alguien.

No dije nada. Bajé la vista y solo sentí. Oí mi corazón, sentí mi estomagó, mi garganta y nada. Nada. No había nudo, no había corazón “roto”, no habían ganas de llorar. Solo un pequeño sentimiento de ira… pues podría ser la otra…

- No estamos saliendo. Solo nos estamos conociendo… pero me gusta.

- Idiota. – golpeé su hombro y liberé un suspiró y con él, la poca rabia que había empezado a sentir – ¿cuándo la conociste?

- Hace unos días… en el trabajo de mamá. De hecho, es muy linda… pero no la conozco bien

- Entonces por qué…

- Porque eres diabólicamente sexi… lo siento, no me aguanté mas… -rió

- Un alago no te salva. – acomodé mi cabello del lado contrario y detrás de la oreja – Así que… si vas a tener algo con esta chica. Esto no va a seguir ¿vale?

- Solo la estoy conocien…

- No. No va a pasar. Lo siento. Y no se te ocurra mentirme. Porque te olvidas de mi. – me incliné hacia adelante y mordí su nariz para después besarla – me voy a bañar.

Me dirigí al baño. Cerré la puerta y observé mi reflejo en el espejo. Me veía bien. De hecho, me veia jodidamente bien, una mescla entre algo lindo y algo sensual. Una lágrima recorrió mi mejilla izquierda, la limpié con el trozo de mi mano y me metí en la ducha.

A B I G A I LWhere stories live. Discover now