AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS

Parte 13

ESPERO LES GUSTE Y LO DISFRUTEN TANTO COMO YO.

SALUDOS MIS QUERIDOS LECTORES Y RECUERDEN DEJAR SUS COMENTARIOS, ESTRELLITA SI LES GUSTO, COMPARTIR A SUS AMIGOS Y SEGUIRME

BESOS

Un delicioso aroma me despierta y mi estómago protesta por comida. Me incorporo en el sillón, quitando la pereza de mis hombros, fijo mi vista en la cocina y una pequeña figura de cabello castaño se mueve con gracia en el diminuto lugar. Esta bailando, trae puestos sus audífonos, probablemente no quiso molestarme, mi espalda me mata, pero se me olvida al verla, trae únicamente la camisa sobre su delicado cuerpo, es un agasaje ante mis ojos, me coloco en el marco de la cocina contemplando el espectáculo. Cuando se gira y me ve, da un brinco de sorpresa, se retira los audífonos.

-Ismael, buenos día- dice colocando lo que preparo sobre los plato.

-Muy buenos días, creo que Santa me cumplió mi regalo de navidad- digo con una amplia sonrisa.

-Estaba incomoda con los pantalones- sabe perfectamente a lo que me refiero.

-Se ve mejor así y se ve mejor en ti- me remojo los labios.

-Prepare el desayuno- dice tratando de cambiar de tema.

-Huele delicioso-

-No había mucho en el refrigerados, así que me las ingenie, espero te guste- toma los platos y se encamina a la pequeña mesa.

-Disculpa, no tuve oportunidad de ir de compras- digo sarcásticamente, ella me regala una dulce sonrisa.

La sigo sigilosamente, contemplando la hermosa vista que me ha proporcionado, parece estar de mejor humor y el mío se desvanece al ver el golpe de su mejilla. Tomo asiento junto a ella. Me mira y sé que ha notado que mi estado de ánimo ha cambiado abruptamente, estoy furioso, ese golpe me recuerda lo de anoche, juego con la comida y ella solo me ve confundida. Procedo a engullir lo que ha preparado, demonios.

-Esto esta delicioso- una sonrisa se dibuja en su rostro al ver como se me ilumina la cara.

-Gracias-

-No sabía que cocinabas-

-Mamá, me enseño. Y pues cuando se fue, tuve que hacerme cargo de alimentar a mi padre y mi hermano-

-¿Tienes un hermano?-

-Sí, es mayor, pero ya no vive con nosotros- devora su creación.

-Pues quien tenga la dicha de ser tu esposo será muy feliz- digo burlonamente.

-Gracias- no puede evitar sonreír, pero su mirada se nubla de repente- aunque dudo que alguien se quiera casar conmigo- se levanta con su plato en mano.

-¿Por qué lo dices?- la sigo a la cocina.

-Nada en particular-

-Ana- me poso frente a ella- ¿Por qué no quería alguien casarse contigo?-

-No, por nada, olvida lo que dije-

-¿Es por lo que te dijo tu padre?- palidece ante mi pregunta- Ana, necesito que me digas que paso- me acerco más a ella y evade mi mirada.

-Ismael... yo...- la tomo en mis brazos, tras saber que el simple recuerdo la entristece.

-Está bien- suelto un profundo suspiro para calmarme- no voy a insistir más, cuando quieras contármelo aquí estaré- la separo y noto pequeñas lagrimas rodando por su mejilla.

No quiero que se vaya, no quiero que se aleje, si la presiono eso es lo que provocare. Prefiero estar en silencio y contemplarla.

-Feliz Navidad- me dice con una sonrisa.