¿RECUERDAN EL HOBBY DE ISMAEL?
Ya nos encontramos en el parque, es verano y aun así la brisa fresca nos golpea de lleno. No puedo dejar de reír al ver a Mauro correteando a su hijo, se ven tan felices. También me encantaría tener algo así, una familia, una persona a la cual amar.
Una pulsada en mi pecho mi cabeza me desorienta, comienzo a ver borroso y como si todo se estuviera nublando.
-Estas bien amigo-
-Si, solo fue un mareo-
-Seguro, podemos regresar-
-No. No. Estoy bien, sigue entreteniendo al pequeño demonio-
-Claro. Pero si te sientes mal...-
-Si claro, les aviso- le corto de lleno todo su discurso.
Mauro me aprecia, es una gran amigo. Desde que supo lo que me paso, no dejo de insistir que viviera con ellos, que estar solo no me haría bien. Pero me negué, necesitaba mi espacio, tratar de sentarme y como dijo mi padre, recordar lo que es importante. La casa de la playa se siente rara, es como si algo faltara, algo pasara dentro de ella. Las fotos de mi padre y mi madre están por todos lados. Me explicaron que las fotos de paisajes y algunas personas fueron mi trabajo. Pueden creerlo un abogado fotógrafo, eso si es una locura. Pero, hay algo en esas fotos, algo que me calma.
Veo como siguen jugando y noto como a la distancia una chica de cabellera negra los observa con una enorme sonrisa, cuando gira su mirada y nota que la veo, se voltea nerviosa y comienza a caminar, alejando se del parque. Es raro, por la distancia no la distinguí a la perfección, pero... No ella se fue, se alejo. Eso dijo Gisela.
Mauro y Gisela pasaron a dejarme a la casa, me habían invitado a cenar pero me negué. Estaba cansado y tenia que descansar todo esto me tenia abrumado, tantas cosas que procesar, tantas cosas por recordar y aun siento que hay algo importante que he olvidado, pero el simple echo de forzarlo hace que la cabeza duela.
Mis sueños son cada mes recurrentes. La chica en los prados. Pero una noche el sueño cambio.
La brisa fresca del mar y el frío de invierno.
Estamos sobre el sofá, ella se queja cuando la despierto y le pido que se levante. Le quiero mostrar algo. Algo tan hermoso como ella. El sol no ha salido en su totalidad. Se ve muy poca iluminación. Ella ha accedido muy a su pesar de querer dormir. La guió hasta la terraza, donde comienza abrir sus ojos y los rayos del sol hacen su aparición en el oeste, dando anuncio de un nuevo día, los tenues rayos destellan en el agua, haciendo que parezcan diamantes.
-Ana- despierto agitado, mi respiración es acelerada, mi pulso sobre saltado.
Me levanto rápidamente de la cama y corro al closed. Se que debe de estar aquí. Rebusco en la parte superior.
-Demonios- grito cabreado de no encontrar lo que con tanta urgencia mi instinto me dice que busque. En eso cae una a mis pies, una pequeña caja.
La abro y ahí están, las fotos de mi madre, de cuando ella estaba viva, son muchas. Sus ojos cafés y su melena castaña. Pero hay mas, las fotos de una chica, similar a ella, pero en algunas trae lentes, en otras esta platicando o leyendo y otra... recostada sobre el sillón, el mismo sillón de esta casa.
-¿Quién eres?- trato de recordar, pero el maldito dolor no me deja no me permite ir mas haya en mis memorias- maldición- grito frustrado, molesto conmigo mismo por no poder recordarla.
Se que era importante, se que debo recordarla. Pero no puedo, algo no me lo permite. Comienzo a colocar las fotos en la pared de mi habitación, todas donde esta ella, es la misma chica de la foto de Gisela, la misma con la que sonreía. Su amiga.
Que pasa conmigo, analizo las fotos y es una locura. No se cuanto tiempo llevo contemplándolas, revisando cada detalle, un indicio que me lleva a saber quien es ella. La chica de mis sueños tormentosos, la del aroma a flores silvestres, la de la sonrisa sincera y mirada perdida. El timbre suena sacándome de mi análisis, cuando bajo a abril miro a mi amigo.
-Ismael, me tenias preocupado, no contestas tu celular-
-Lo lamento y Gisela-
-Se quedo con Alfred en el casa-
-Perfecto. Sube- le pido. Cuando entra a mi habitación noto el asombro en su rostro.
-¿De donde las sacaste?-
-Las tenia en esta caja, guardada en el closed-
-Y recordaste que estaba ahí eso-
-Si... bueno... es confuso. Estaba soñando, soñé con ella- señalo la foto.
-Estas seguro que era ella con quien soñabas. Probablemente solo era...-
-No, estoy seguro. El cabello, la mirada, esos ojos hipnóticos-
-Ahí vas de nuevo-murmura para si mismo, pero sin percatarse que lo he escuchado.
-¿Qué dijiste?-
-Nada-
-No si dijiste algo, tu sabes algo. ¿Sabes quien es?-
-Solo una ex amiga de Gisela, no es nadie importante-
-Nadie importante y por que carajos tengo todas esas fotos de ella en esa caja, ahí tenia cosas que solo le pertenecían a mi madre, cosas que me ayudaban a recordarla, por que las fotos de esa chica estaban ahí-
-No lo se. En ocaciones hacías cosas que no entendí-
-Algo me ocultan. Dime Mauro, eres mi amigo-
-Lo lamento Ismael, tu padre nos pidió que no te habláramos sobre ella-
-Mi padre. Por que siempre esta involucrado en mis cosas-
-Solo quiere lo mejor para ti. Esa mujer solo trae problemas, mira lo que te paso por estar con ella- me grita eufórico.
-¿Cómo dices?-
-No dije nada-
-Claro que si. Dijiste que por ella estoy así. Dime que fue lo que paso- Niega repetidas veces y aprieta su mandíbula cuando lo sujeto con fuerza- eres mi maldito amigo ¿si o no?-
-Si. Pero no te diré nada sobre ella- espeta molesto- quieres saber, pide le razones a tu padre cuando venga.- sale de la habitación molesto y yo solo me quedo ahí mirando las fotos una a una.
Escucho como cierra la puerta de entrada con brusquedad. He fastidiado a mi amigo, que demonios me pasa. Me estoy volviendo loco.
Desde ese momento ella no desaparece de mi mente, las fotos siguen donde las deje, distribuidas por toda mi habitación. No he salido en todo el día ya esta anocheciendo y a pesar del hambre voraz que tengo no salgo de aquí.Un leve golpe me llama la atención.
-¡Gisela!- me sorprenda verla entrar.
-Estaba abierto y vine a verte. Mauro llego muy molesto, diciendo mil y una cosas- analiza mi habitación, pasa sus manos por las fotografías. – No te desgaste por querer recordarla-
-Es que no entiendes Gisela-
-Si lo entiendo y a pesar de que le hice una promesa a tu padre te diré lo que quieres-
-En serio-
-Si. Solo con una condición-
-Lo que sea-
-No la buscaras. No te aferraras a querer saber mas. No la nombraras y trataras de recuperar tu vida, ser feliz-
-No entiendo-
-Solo prométemelo-
HAY DIOS MIO, ESTO SE PONE MEJOR... ESTOY ANSIOSA...
ACEPTARA ISMAEL ¿SI O NO?
(MORDIENDOME LAS UÑAS DE LOS PIES)
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AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS
RomanceTodos tenemos un secreto, pero hay veces que esos secretos son tan oscuros que son dificil de abandonar. Esta es la historia de Ismael, un joven de 25 años, estudia el ultimo grado en la carrera en derecho, el tiene una rara aficcion por una chica...