Esa tarde estaba ansioso, jamás me había sentido así. Quería conocer más a esa chica, quería saber más de ella, es hermosa como inteligente y no puedo evitar sentir nostalgia al verla. Cuando me saludo esta mañana lo hizo con tanta naturalidad como si nos conociéramos de siempre, es indescriptible. Las horas en la oficina pasan, el trabajo no se detiene, pero aun no la puedo sacar de mi cabeza. Regina, mi secretaria, me trae más documentos que necesitan mi aprobación, son casi las siete de la tarde, debo ir a mi apartamento y prepararme. Tomo mi saco y salgo disparado, sé que es temprano, le digo a Regina que cambie mis citas del resto del día para mañana y me marcho.
Ya en mi apartamento, sigue dando vueltas en mi cabeza. La ducha fría no me ayuda mucho, sigo tratando de controlarme, pero la ansiedad no me deja. Me coloco uno de mis trajes, en la tarde le solicite a Regina que reservara en uno de los mejores restaurantes de la ciudad y no sé cómo le hace esa chica, pero siempre consigue lo que le pido. Con la reservación más que confirmada y mi atuendo listo y aceptable salgo de camino a la dirección marcada. Al llegar un edificio de cinco plantas me vislumbra, no creí que una abogada como ella viviera en un edificio tan deteriorado como este. Pero bueno, bajo de mi carro y me encamino al portón, donde están los timbres de los apartamentos, al tocar el que corresponde al de ella, su melódica voz se hace presente.
-¿Quién es?-
-Hola Licenciada Mayer, son Ismael-
-Bajo en un momento- con eso último se corta la comunicación.
Espero cerca de quince minutos cuando escucho el sonido de unos tacones y ahí está, con un hermoso vestido negro ajustado a su cuerpo, atado a su delicada cintura un listón rojo. Al estar ya frente a mí, la dedico una sonrisa y me inclino para besar su mejilla como un cordial saludo.
-Luces hermosa- digo
-Gracias, tu tampoco te vez tan mal-
-Vamos, tenemos una reservación-
Al ir caminando al carro escucho un fuerte grito.
-Ana- la voz ronca y potente de un hombre sale de una de las ventanas- no llegues tarde- le exige
-Ya soy mayor- me toma de la mano y me jala- vámonos-
-¿Quién era?-
-Mi hermano-
-Sobre protector-
-No tienes idea- le abro la puerta para que entre y lo hace con delicadeza y gracia.
Después de estar sobre el vehículo lo pongo en marcha hasta nuestro destino. En el restaurante todo fue normal, hablamos de cosas relacionadas a nuestras profesiones, alguna que otra situación personal, pero había algo que quería saber.
-¿Tienes novio?-
-No-
-Es una pena-
-No te oyes muy sincero, más bien pareces feliz de saberlo-
-Tanto se me nota- ella suelta una leve carcajada
-Nunca cambias- susurra, cree que no la escuche y su mirada se pierde en la fría cerámica de su plato ya casi vacío.
Estas situaciones son las que me intrigan de ella, es como si supiera quien soy desde antes. Al terminar de comer, conversamos un poco más en el restaurante, la noche no era suficiente para estar a su lado, era graciosa, carismática, extrovertida. Su sonrisa era hermosa, quería ver más de ella, lo deseaba con todo el corazón. Salimos del restaurante y caminamos por el estacionamiento ya casi vacío y esas palabras salieron de mi boca.
-Te gustaría ir a tomar una copa a mi apartamento- ella me mira y un mínimo indicio de sonrisa surca su hermosos labios.
-Le has de decir eso a todas-
-No, solo a ti-
-En serio-
-Bueno me descubriste-
-Eres muy fácil de leer Ismael- posa su mano sobre mi pecho y sus ojos me observan fijamente- está bien, tengo ganas de... conversar- el cómo dijo la última palabra me altero todo los sentidos, la delicadeza, el como la saboreo entre sus labios, era una propuesta a algo más que solo palabras.
Subimos al coche y me pongo en marcha. Veo su hermosa figura a mi lado, el ambiente se siente calmado, ella solo observa a través de la ventana, como si lo que hay afuera, fuera de suma importancia. El silencio se cierne entre nosotros, pero fue de lo más relajante, logro percibir un aroma, un aroma familiar, pero lo elimino de mi mente y disfruto de la compañía durante el trayecto.
Al llegar a la zona donde vivo, logramos ver el enorme edificio de conjunto departamental. Muy lujosa a comparación del lugar donde vive. Ella observa detenidamente el lugar y cuando estaciono en mi reservado baja sin esperar a que yo le abra la puerta, como el caballero que soy. Con el poco tiempo que he pasado con Anastasia me percato de que es una mujer fuerte e independiente, tenaz y entregada a todo.
Al subir al elevador y presionar el botón marcando el piso de mi departamento, la tención sexual es más fuerte, me giro a verla y ella esta con la mirada fija en la puerta metálica del elevador. En toda la noche me he controlado para abrazarla, he tenido esa fuerte sensación de querer estrecharla entre mis brazos. Me acerco más a ella y logro percibir ese aroma, la fragancia de flores silvestres. Ella gira su cabeza y fija sus lindos ojos marones en mí, tienen un brillo único e inigualable, me inclino para quedar a su altura y mis ojos viajan de sus ojos a sus labios y ella lo nota, ya que remoja sus labios, retirando algo del lindo labial color rosa pálido que los cubre. Me acerco cada vez más, su cálida respiración golpea en mi rostro, rosamos nuestras narices y el deseo se acrecenté en mi interior.
De repente las puertas del elevador se abren, haciendo que nos separemos, como si lo que hiciéramos estuviera mal. Le indico el camino y ella lo sigue, coloco mi mano en la parte baja de su espalda y siento como se sobre salta ante el leve contacto que mi mano. Al llegar a la puerta de mi apartamento, la abro haciendo que ella pace primero, enciendo la luz que hace que la oscuridad que reinaba en este espacio se disperse. Noto sus ojos, la sorpresa que la invade el ver mi apartamento. Cierro la puerta y ella se gira a verme, aflojo mi corbata.
-Ismael,puedo explicarlo-
Continuara...
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AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS
RomanceTodos tenemos un secreto, pero hay veces que esos secretos son tan oscuros que son dificil de abandonar. Esta es la historia de Ismael, un joven de 25 años, estudia el ultimo grado en la carrera en derecho, el tiene una rara aficcion por una chica...