MÁTALA

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Han pasado varios días... Días en los que he reído y llorado. Volví al trabajó luego de mis tan merecidas vacaciones. Los niños aun están con mi madre y yo volví a casa. Diego está muy pendiente de mi y de mi embarazo, aunque esta muy claro de que solo es y sera mi amigo. Mi pequeña barriga esta creciendo, aun no se nota mucho pero yo me siento gorda.

Hoy estoy en la empresa y cada segundo que pasa es un tormento, pues mi oficina queda frente a aquel ascensor donde mi cuñado y yo tenemos un pequeño recuerdo, aunque podría decir, ¿que mayor recuerdo que tener un fruto de el en mi vientre?.

El teléfono de la oficina suena,  sacándome del limbo en el que estaba.

-Señorita afuera la busca un joven dice que se llama Diego- esa era mi secretaria.

-Dile que pase- 

veo abrirse la puerta y entrar a Diego quien me saluda con un beso en la mejilla.

-Vine a recordarte que tienes cita con el ginecólogo- dijo

Es tan atento, no se pierde ningún detalle para hacerme sentir bien. Lastima que este tan embobada con Daniel o este fuera el candidato perfecto.

-Vamos- dije mientras serraba mi computador y tomaba mi bolso

Salimos y nos adentramos en el gran trafico de Los ángeles, nos tomo 40 minutos llegar al hospital, momento que lo pasamos cantando y bailando en el auto. Llegamos hasta la consulta y entramos con el ginecólogo. Le pedí a Diego que me acompañara porque tenia un poco de miedo a entrar sola.  

-Todo va muy bien- dijo el doctor, mientras practicaba la sonografia 

-Es niño o niña- pregunto Diego

-Aun esta muy pequeño, no podemos determinarlo- dijo el doctor -¿Es tu primer hijo?- pregunto

-Muero de ganas porque fuera mio, pero no lo es- dijo Diego mirándome y sonriendo

Cuando terminamos, me pare de aquella camilla, me vestí y salimos.

-¿Quieres ir a comer algo?- dijo mientras conducía en la carretera

-No, llévame a casa, quiero descansar-

Legamos a casa, miro el reloj y son las 6:16 de la tarde. llamo a carmen y no contesta, voy hasta la cocina y no esta, paso por su habitación y tampoco esta. Vale ahora estoy sola en esta enorme casa. 

Subo a mi habitación y al abrir la puerta me encuentro a Carmen tirada en el piso, amarada y amordazada.   

-¡CARMEN!-  grite 

Me acerque a ella, y sentí tremendo golpe que me dieron en la espalda, inmediatamente caí al suelo, volteo la cara para ver de donde llego aquel golpe tan espantoso y me topo con la cara de la muñeca

-Te dije que te cuidaras la espalda- dijo sonriendo y con un bate de béisbol en mano  

De la nada apareció uno de sus perros guardianes, quien me dio una patada en las costillas. No podía moverme, sentía un dolor horrible, este pego otra patada, esta vez en mi barriga y de mi boca empezó a salir sangre.  

-¿Que quieres conmigo, ya tienes a Daniel?- logre decir mientras llevaba la mano a mi vientre para proteger a mi bebe 

-Mira que sucede querida- dijo sentándose en el piso al lado de donde me encontraba tirada -No puedo mantener amenazado a Dani toda la vida, es obvio que no me quiere, esta enamorado de ti, por eso te tengo que eliminar-

-El no me quiere a mi, esta contigo- conteste mientras escupía la sangre acumulada en mi boca

-En serio eres tonta, Daniel te dejo porque lo amenace con matarte si seguía contigo,  pensé que en este tiempo lejos de ti podía hacer que te olvide y me ame, pero cada día me recordó que te quería a ti.  No seguiré estando con el a la fuerza, así que se me ocurrió la brillante idea de eliminarte y así el vendría  a llorar a mis brazos-

Eso quiere decir que Daniel no me dejo por otra, que me quiere y que me alejo por mi bien.

-Las perras se sentirían ofendida si te digo que eres una PERRA- dije 

-Lo se querida- dijo levantándose -Mátala- ordeno al hombre a su lado.

Ella salio de la habitación y este empezó a golpearme, sentía mi cuerpo romperse con cada golpe, empece a vomitar sangre, mientras este ponía su bota sobre mi cabeza haciéndome atragantar. me ahogaba con mi propia sangre, cada segundo y con cada golpe perdía la respiración, hasta que mis ojos se cerraron y en ese momento deje de sentir.

Acabo de despertar adolorida, en un hospital, pronto llegan los recuerdos a mi mente de lo que sucedió. Mi cuerpo con cada movimiento que intento hacer, me manda voltajes de dolor. Hasta ahora recuerdo que fue la muñeca quien me hizo esto, pero no se porque estoy viva ni como llegue aquí.

 Siento un cuerpo acostado a mi lado, cuando volteo mis ojos, logro ver aquel cabello sedoso negro, se trata de Daniel. mis manos van hasta su cabello y lo acaricio.

-Despierta, ya es tarde- dije con una gran sonrisa  

Este se despertó, vi que también sonreía y de pronto una lagrima rodó su mejilla.

-Prin_ princesa- dijo en un hilo de voz

-Aquí estoy señor tartamudo-

Me abrazo, aunque dolía horrores acepte su abrazo.

-Perdóname, es mi culpa que estés así- dijo acariciando mi cara

-Perdóname tu, por odiarte y no escucharte, es que pensé que jugabas conmigo-

-Nunca jugaría contigo- dijo dando un leve beso en mis labios -Extrañaba tu sabor- dijo sonriendo

-Pues disfruta de el-

Se acerco nuevamente a mi, me beso sin parar y yo disfrute de aquel beso, extrañaba tanto sus labios que no quisiera separarme nunca de el, volver a sentir sus manos, su cara, su lengua, todo de el hace que se me olvide el mundo, incluso deje de sentir dolor. Ahora si seremos una familia bebe dijo mi subconsciente 

La puerta de la habitación abrió e inmediatamente nos separamos y acomodamos otra vez. Daniel me sonrió y me dio un leve golpe en la frente, hasta eso extrañaba de el.

-Aush, recuerda que soy una mujer indefensa- dije

-Lamento interrumpir- dijo el doctor -Pero no les traigo muy buenas noticias-

-¿Que paso? doc- dijo Daniel

-Pues, quiero decir que hicimos de todo para salvar al bebe, pero no sobrevivió, los golpes fueron muy fuertes y tuvimos que hacerte un aborto-

Con cada palabra una lagrima salia de mis ojos, ¡Mi bebe!.

-Esta equivocado, ella no estaba embarazada- dijo Daniel con cara de serenidad

-Pues si se trata de Masiel Gonzales, la información es correcta- dijo el doctor mirando los papeles nuevamente

-Si, si lo estoy o estaba- dije mientras estallaba en llanto

-¿QUE?- dijo Daniel mirándome -¿Era mio?- me miro con la cara descompuesta y sorprendido por aquella confección

-SI-

Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora