Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]

Capítulo 10 /Valentina/

El nacimiento de mi bebé gracias a Dios fue todo un éxito. A pesar de algunos conflictos que se interpusieron al final mi pequeña nació perfecta.
SI, es una hermosa niña de la cual estoy enamorada. Todos estamos enamorado. Daniel es el mas loco y obsesionado, no para verla cada segundo y eso me emociona. Pasamos varios día en el hospital por el adelantamiento del parto, pero la recuperación de ambas fue rápida y pudimos volver a casa.

Valentina así decidimos llamarla...

Mi madre ha venido a verme y con ella ha traído los niños, eso para completar mi felicidad.

Daniel aún no se entera de nada, ni del anónimo y tampoco he querido decirle de las estupideces de Paula, se que con el nacimiento de la niña ya no tendremos que verla mas.

Como de costumbre me encuentro acostada, sin ánimos de levantarme. Valentina me quita todo el animo por las noches.

—Princesa me voy, te veo en la noche—  Dice Daniel acercándose a la cama. Odio el momento en el que se tiene que ir.

—¿Y me pretendes dejar con estos 4 niños en casa— Digo levantándome.

—Solo tenemos 3—

—Sabes que también debo cuidar de Helena, ella no razona muy bien— Suelta una carcajada a lo que yo también le imito.

—Tu madre está en casa, ella te ayudará por lo menos con Helena—

Besa mis labios y aprovecho para lanzarlo a la cama y subirme encima de él.  Lo beso con tal intensidad que siento como su lengua se apodera de mi boca. La excitación y el deseo de que me posea es grande, había aguantando muchos meses y ya no podía más.

—A- a-amor— Dice separando sus labios. Se sienta en la cama y me deja sentada en él. Mis piernas rodean su cintura, mientras siento su respiración agitada.

—¿No quieres?— Pregunto enojada. Me voy a levantar, pero me detiene.

—Sabes que te deseo— Escanea mi cuerpo con sus ojos y se detiene en mis pechos —Vaya que te deseo— Recalca mirando mis senos.

—Entonces— Digo cortante.

—Los niños, tu madre, Helena, incluso la nena está en la habitación— Sabía que algo así venía.  —No quiero que tu madre nos escuche y piense que soy un depravado que no la respeto—

—Ni que lo tuvieras tan grande y me hicieras gritar tanto he— Dije burlándome de él.

Encalcó una ceja y me miro con coquetería —Sabes muy bien que cuando te subes aquí, no te quieres ir—

Reí sin parar... A veces puede llegar a ser tan machista, pero me causa gracia que defienda su hombría.

—Vendré temprano y nos vamos a un hotel— Me susurró en el oído. —Quiero ver si te sigues riendo—

No lo voy a negar, este hombre me puede poner tan caliente cuando se lo propone.

Me tira aun lado de la cama y se levanta, acomoda su pantalón y vuelve a mí.

—5, 4, 3, 2— Cuando termina la cuenta regresiva escucho los quejidos de Valentina —Ahí te llaman— Dice con una estúpida sonrisa. Besa mis labios y se marcha sin que pueda decir nada.

¡Como te odio Daniel Ortiz!

Me levanto, tomo a la niña en mis brazos y le doy de comer, en eso estaba cuando veo que la puerta se abre.

—¿Cómo amaneció la nena mas preciosa del mundo?— Mi madre entró y tomó a la niña.

—Yo bien mami, ¿y tú?- Dije enseguida.