¡Te extraño!

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Ha pasado 1 mes, mes en el cual sigo en RD, trabajo mucho, sufro y lloro por Daniel. Nada a cambiado entre el y yo. Tan solo nos vemos y nos evitamos.  Aveces quiero ir tras el, abrazarlo y decirle que lo amo, pero las mayoría de las ocasiones esta junto a esa mujer.

Me decepciona tanto saber que nunca cambio a mi lado. Pero mejor me olvido de el y sigo con mi vida... Cada noche hablo con mis hijos, de vez en cuando Diego y Helena llaman para saber como estoy, ambos saben que todo acabo ente Daniel y yo, me apoyan incondicionalmente. 

Santiago cada día esta mas atento conmigo, me escucha, seca mis lagrimas cada vez que lloro, es el hombre que toda mujer desearía, pero yo solo deseo a Daniel.  Es un mal necesario en mi vida.         

-Maldición- Digo entre sueño.

Me ha despertado el sonido de mi celular. Como odio que me despierten.

-Hola preciosa- es la voz de Santiago que me hace reaccionar. -¿ Te he despertado?-

 -No, como crees-

Lo escucho reír por el sarcasmo que utilice

-Bueno, es que como son las 11 de la mañana y no has llegado a trabajar-

JODER,  como rayos se me ha pasado el tiempo.  Es lunes y llegare mas tarde que nunca.

Me tiro de la cama y corro hacia la ducha aun con el celular en mano.

-Cálmate, adelante un poco de trabajo, toma tu tiempo-

-Gracias eres un amor, TE QUIERO-

  -¿Mucho?-

-Muchísimo-

Cierro el celular y me doy cuenta de lo que acabo de decir, hace unos días le he besado y hoy le digo que lo quiero. ¿Me estaría gustando Santiago?...  Quiero abrir mi corazón a otras personas, como Santiago, pero ¿como hacerlo?, Daniel no sale de mi mente, aun con el tiempo que ha pasado sin hablarle lo sigo amando, sigo tan enamorada de el como al principio.

Me ducho y visto rápido, sin desayunar camino los pasillos del Hotel y veo a Daniel salir de su habitación, me mira y una sonrisa de dibuja en mi cara sin darme cuenta. 

El me sonríe y se acerca ami, enseguida mi corazón palpita mas rápido y siento mis piernas temblar.

-Buenos días- dice besando mi mejilla

-Bu_ buenos días Daniel-

Demonios los nervios me traicionan, el no pierde tiempo en sonreír por verme así, pero no se burla, su sonrisa denota mas tristeza que entusiasmo.

-Te extraño- dice cabizbajo

NO, no me digas eso, justo cuando decido empezar a olvidarte.

-También te extraño-

Cállate, no sigas, lo nuestro ya acabo, murió, se suicido, paso, finiquito. ENTIÉNDELO.

-Pero ya todo acabo- dice 

-Así es-

Antes de que el pueda decir una palabra sigo mi camino, mis ojos quieren llorar nuevamente pero me contengo y decido no hacerlo.

Como cada mañana pido mi taxi y llego hasta la empresa. Esta vez llego un poco sonriente, recordar a Daniel diciendo que me extraña me alegra el corazón, saber que piensa en mi  es vital en mi vida.

Llego a la oficina y encuentro a Santiago allí.

-¿Como estas conejita?-

-Bien Santi y ¿tu?-

-Viendo esa hermosa sonrisa en ti, me siento perfecto-

Sonrió y este lo hace también.

Empezamos nuestro trabajo y lo hago con mas emoción, la vos de Daniel resuena en mi cabeza, su dulce y varonil voz diciendo ¨TE EXTRAÑO¨, eso me hace pensar que volveremos. Hemos durado mucho tiempo lejos y lo necesito en cada momento.

Las horas pasan y cuento los minutos para ir a ver a mi adorado cuñado, creo que vamos por buen camino, por lo menos me ha hablado hoy.

Llegan las 1: 22 y HORA DE COMER  YUPI. Amo la comida, la comida es lo mejor del mundo, si fuera presidente algún día, mi primer decreto seria que el horario de comer sea cada 20 minutos. 

Aviso a Santiago y este manda a pedir la comida.

-¿Por que estas tan sonriente hoy?- pregunta sacándome de mi pensamiento sobre la comida y yo siendo presidente.

-Porque la comida me hace ser feliz- 

Le guiño un ojo y este sonríe.

-¿Que harás el miércoles?-

-Trabajar, comer y dormir-

Se cruza de brazos y me mira de una mala manera.

-Olvidaste tu propio cumpleaños ¿verdad?-

-¿Mi que? -

-Hoy es Lunes 20 de julio- 

Mierda mi cumpleaños prácticamente es en dos días. Mis dulces 30. ¿ A quien engaño?. Mis salados 30, ya estoy vieja.

-Gracias por recordarlo, de todos modos no haré nada. Lo tomare como pretexto para no trabajar, solo comeré y dormiré-

Iba a decir algo pero llego la comida y en ese momento no hablo con nadie. 

Seguimos en el trabajo, hasta que oscureció, eso significa hora de salida. Doble YUPI.

-¿Cenamos o te llevo?-

-Llévame-

-¿Cuando cenaras conmigo?-

-Cuando me lleves pollo frito en las noches-

Soltó una carcajada y salimos de la oficina. 

Vamos con destino al hotel y nos detuvimos a comprar pollo frito. Se ha tomado muy literal no de cenar y pues yo encantada.

Llegamos hasta el hotel  felices, pero mi cara se descompone al ver a Daniel junto a la tipa aquella, agarrada a su brazo y muy sonrientes. Siento como mi sangre se calienta y quiero arrancarle la cabeza a alguien.

Freno a Santiago, veo como Daniel también se detiene al verme. 

-Bésame- digo

No espero que diga una palabra y me lanzo a su boca, lo beso durante exactamente 3 segundos y cuando vuelvo a acomodarme, la cara de Santiago es confusa.

Veo a Daniel acercarse y esta furioso ¿Que he echo?. 

El puño de Daniel va directo a la boca de Santiago.

-No vuelvas a tocarla-

¿Que hago? No se como reaccionar, por un lado esta Daniel furioso y por el otro Santiago con manchas de sangre en sus labios.

-¿Que pasa contigo?- le grito a Daniel 

Su cara es de enojo total, hala a la mujer y rápidamente salen de allí.

  

Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora