Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]

Capítulo 5 /El café/

Mis manos y mis piernas flaquean, mientras mi mente me pide a gritos que salga de ese lugar, y eso hago. Salgo lo mas rápido de aquel sitio, un fuerte dolor de cabeza se me forma, pero la confusión y las ganas de llorar me pueden más.

Como puedo salgo del hospital, miro al cielo y está todo nublado, el estruendoso sol que hacia hace un rato se ha marchado, junto con mi felicidad... Ahora lo único que logro encontrar es confusión.

Camino por la calle sin saber a donde ir, no conozco la ciudad y ni siquiera se donde estoy, pero lo que menos quiero es estar con alguien. Necesito saber cual era mi vida anterior, ¿por qué Daniel me mintió? ¿Quién soy? Hasta ahora pongo en duda todo lo que me han dicho, lo peor en una persona es no conocerse a si mismo.

Esos recuerdos, esos malditos recuerdos no llegan...

—Ahora no mi amor— Digo al escuchar mi barriga gruñir, eso me indica que necesito comer algo. Aunque no quiera nada mi bebé si necesita.

Lo mas próximo que veo es un Café para mi suerte, porque si necesito comer por obligación que sea algo que me guste.

Acelero mas mi paso llegando así al dichoso lugar, abro la puerta y un pequeño ruido de campana avisa la entrada.

Me siento en una mesa y enseguida una chica que intuyo a de tener 16 o 17 años me atiende con una grata sonrisa, me pasa una carpeta con todo el menú.

—Solo quisiera un capuchino y un pan tostado— Digo a lo que ella asiente y se da media vuelta. —Oye— la detengo —Con mucho queso por favor, unas galletas de chocolates y un pedazo de pastel también de chocolate—

Ella mira mi panza y sonríe, ha captado que mi bebé es quien exige tanta comida. 

Mi dolor de cabeza sigue en aumento y unos flashes pasan por mi mente.

 thought  

—Hola que tal—

—¿Hola como estas?—

—Estoy bien gracias,  ¿A ti que te trae por aquí?—

 —El punto es que por cuestione de palabra o responsabilidad vengo a entregarte este sobre—

 Empiezo abrir aquel misterioso sobre noto que son unas fotos al sacarlas no puedo creer lo que veo, es mi esposo acostado desnudo con aquella mujer, la siguiente foto es de ellos besándose, la siguiente es de Manuel pero esta vez era con otra mujer. no puedo creer lo que veo, los ojos se me llenaron de lagrimas...

—Cuanto tiempo llevan juntos— Aunque me duela quiero saber la verdad

—Pues teníamos 1 año y 3 meses, pero el maldito me dejo por esta que aparece en la foto—

Final thought  

¡Entonces esa fue la razón de mi separación con Manuel! No puedo creer que después de todo lo que me juró que cambiaría me haya seguido viendo la cara, pero total Masiel a ti todos te ven la cara de niña estúpida incluyendo "Daniel"

—Aquí tienes— Dice la chica dejando una bandeja llena con lo que le pedí, pero de cada cosa había EL DOBLE.

—Se que tengo cara de comer mucho— Dije mirando asombrada aquella bandeja— Pero me has traído el doble de todo lo que te pedí—  Aquí tenia dos cafés, dos panes con mucho mas queso, una variedad de galletas, doble pastel de chocolate, es como si acabara de salir de la cárcel y llegara a casa de mi abuela.

Ella sonríe un poco, con una dulce sonrisa que me hace acordar mi adolescencia —El hombre de allá te ha pagado todo y me pidió que te traiga todo eso— Dijo en voz baja mientras me señalaba un hombre ¡ESPERA! ¿ese no es el chico del batido? Si, indudablemente aquel hombre era con el cual tuve la discusión en la calle el otro día, pero ¿Por qué es gentil conmigo? O a caso se burla de mi.

Agradezco a la chica y esta se marcha. Me pongo de pié, sostengo la pesada bandeja llena de comida deliciosa y me dirigí hacia el mismo tipo... Llego hasta su mesa, acomodo la bandeja y me siento frente a él. Me mira sin decir una palabra y yo hago lo mimo hasta que decido romper el silencio.

—¿Te acuerdas de mi cierto?— Pregunto directamente.

—Como olvidar a la malcriada que derramó todo un jugo encima— Dice sin mas.

—Malcriada tu mad— Me detengo antes de completar la grosería, —¿Por qué tanta comida?— Pregunté cambiando de tema.

—Escuché cuando pedías todo esos y supuse que tenías hambre así que te mandé el doble—

—¿Y quien te dijo que lo necesitaba?— Solté un tanto enojada. Creo que esas son cosas que a él no le importan.

—Tranquila, tu bebé me lo agradece— Dijo riendo. Pensé que se ofendería, pero el tipo es mas bobo de lo que parece —Come que se te enfría— Dijo y luego dio un sorbo a su taza.

En ese mismo instante mi barriga volvió a sonar _Amor por que me haces esto delante del chico guapo_

Este soltó una carcajada a lo que le mire con odio, pero obedecí las órdenes de mi bebé, enseguida ataqué aquella comida mientras él solo reía al verme.

El sonido de mi celular me alerta que tengo una llamada entrante, ¡Es Daniel! ¿Contesto o no contesto? Que se joda no voy a contestar, no quiero hablar con ese mentiroso.

—Si quieres me voy para que contestes- Dice levantándose.

—No tranquilo, no lo haré... Tampoco es que seas muy importante como para no hablar delante tuya—

Suelta una carcajada sin sentido alguno —¿Toda tu vida has sido tan odiosa?—

—Desde que tú naciste se arruinó mi existencia— Dije en tono de burla.

Mi celular volvió a sonar y los nervios empezaban a llegar. Terminé de comer o por lo menos parte de todo lo que había allí.

—Gracias por la excesiva comida— Dije levantándome —Debo irme— O por lo menos hacer el intento de llegar a casa.

Sobre la mesa deje algunos billetes que se que compensarían todo lo que he comido. 

Salí del lugar y para mi maravillosa suerte empiezan a caer unas divinas gotas dé agua del hermoso cielo.

Masiel 4:43 pm
Me mandas la dirección de casa por favor.

Helena 4:46 pm

¿Dónde estas? Daniel está furioso.

Masiel 4:47 pm

Me importa un culo Daniel, envíame la dirección.

Helena 4:48 pm

Te enviaré la ubicación por GPS
¡Quiero saber que esta pasando!

Unos minutos después ya tenía la ubicación de casa y procedi a buscar un taxi debajo de la lluvia.

No podía decirte que pasa Helena, si yo tampoco se que sucede con mi vida.

Unos 30 minutos después me encontraba en casa, estaba empapada de agua y con un tremendo dolor de cabeza.

—¿Dónde diablos estabas?— Me recibe Daniel en la entrada de casa.