Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]

Capítulo 24 /¡No tengo más remedio!\

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Esto es imposible, no puedo asimilar lo que acabo de escuchar. Como puede ser posible que Daniel esté hospitalizado y en silla de ruedas por culpa de su propio hermano.
¿En qué mente cabe que tu propia familia te quiera hacer daño?

Salí haciendo el menor ruido posible y en frente de la puerta se encontraba Sergio.

—Rocío me contó lo que sucedió, no pude venir ayer por problemas en oficina— Dijo en voz baja.

—No te preocupes. Por ahora tengo algo más importante que decirte— Lo tomé del brazo y caminamos alejado de la habitación. —Se trata de lo que pasó con Daniel—

—Sí, Rocío me contó lo de sus piernas, pero yo te ayudaré sabes que no están solos—

—Gracias Sergio, pero es algo aun más delicado... Descubrí que Manuel es el responsable de lo que sucede con Daniel—

Sus ojos se abrieron y sus cejas se levantaron al compás. Es muy predecible lo que estará pensando.

—¿Estás loca?— Exactamente eso —¿Por qué dices eso?—

—Lo escuché hablarle por teléfono y ahí lo descubrí—

Acarició su cabello como siempre suele hacerlo Daniel cuando está nervioso. Caminó varios pasos en círculo, imagino buscando explicación a lo que acabo de decir.

A decir verdad, no tiene explicación nada. —¿Qué razón tuvo para hacerle eso a su hermano?— Preguntó.

—Es lo que tenemos que descubrir tu y yo—

—¿Quién más lo sabe?—

—Solo te lo he dicho a ti—

—¿Por qué a mí?—

—PORQUE ERES SU MEJOR AMIGO, JODER COMO PREGUNTAS— Grité eufórica por tantas interrogantes que he recibido —Porque en estos momentos no confío ni en mí— Susurré.

Llegué a casa, me metí a la ducha y despeje mi mente de todo lo que estaba pasando...
Unos minutos después salí del baño para encontrar a mi madre allí.

—Hola Ma'— Dije al verle.

—Hola Cariño ¿Cómo estás? ¿Cómo sigue Daniel?—

—Ay Mamá— Dije caminado hasta la cama —Está mal, muy mal— Me senté y ella hizo lo mismo a mi lado.

—Verás que se va a recuperar rápido mi niña. Todos vamos ayudar, que bueno que le pedí a Manuel que viniera de L.A así cui—

—¿QUÉ HICISTE QUÉ?— Grité. Que no sea lo que acabo de escuchar por favor, mi madre no pudo ser, ella no me haría eso.

—Lo siento hija, yo solo quería que volvieran a estar juntos— Dijo confirmando lo que había escuchado con anterioridad.

Entonces no fue Paula quien llamó a Manuel, fue mi propia madre. ¿Cómo pudo ser capaz? Le mintió diciendo que yo no cuidaba bien de los niños, alejé de mí a Daniel. Renuncié a todo por culpa de mi madre.

Lagrimas comenzaron a fluir y está vez no era de tristeza. Era rabia, coraje...

—Todo lo que está pasando es tu culpa mamá— Dije entre lagrimas —Acabas de arruinar mi vida Ma... No, no mereces que te diga Mamá— Arrebaté a Valentina de sus brazos y salí de la habitación pegando un portazo.

Bajé las escaleras con dificultad. Toda mi cabeza da vueltas, esto es como vivir una fantasía sin final, donde el drama inunda mi ser.
—Lloras mucho y resuelves poco— Habló Manuel sobresaltándome. Amargando mi día como siempre que escucho su voz.