Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]

¿Donde estas?

Despierto, miro el reloj y son las 9:23 de la mañana, he dormido bastante. Apenas abro los ojos me percató de que Daniel no esta, se fue sin despedirse.

Como puedo me levanto y voy hasta el baño, me ducho y vuelvo a ponerme la bata del hospital.

Al salir del baño, veo a mis angelitos y a mi madre en la habitación.

-Mamiii- gritan y corren hacia mi, me regalan y profundo y doloroso abrazó. Me llevan hasta la cama, sacan sus celulares y se olvidan de mi. "Gracias tecnología".

-¿Como sigues?- pregunta mi madre -¿Todo esta bien con el bebé?-

La cara se me descompone al escucharla y ella inmediatamente entendió y solo me abrazó

-Estuve anoche aquí, pero vi que dormías con Daniel y los deje descansar-

-¿Lo as visto hoy? o ¿viste su moto estacionada?-

-No, no lo he visto ni a el, ni a la moto-

¿Donde estarás metido Daniel Ortiz?, no entiendo porque se fue sin avisar, pero se la vera conmigo cuando vuelva.

-Por favor, les cuentas tu a los niños la noticia, es que no se como decirles- digo a mi madre quien sonríe y asiente.

Horas después de varios juegos, abrazos y regaños, mi madre se lleva a los niños. Me quedó sola, quisiera descansar pero hasta no ver a Daniel, no quiero ni comer.

Masiel 1:32 pm

¿Donde estas?

Espero varios minutos y no recibo ningún mensaje devuelta.
Le marcó al celular y al teléfono del departamento y en ambos me mandan a buzón.

-Deme banda viejo- grito Helena entrando a mi habitación.

"Dame banda" expresión utilizada por los Dominicanos para decir "Déjame en paz" o "No molestes", a Helena aveces se le olvida que estamos en otro país y que nadie entiende su dialecto.

-¿Que pasa contigo niña?- Digo riendo por su cara

-Ese estúpido viejo, no quería dejarme pasarte comida-

-Es reglas del hospital-

-Cállate y come perra- dijo lanzándome un sándwich

Intenté comer pero tengo un nudo en la garganta que no me deja pasar nada, hasta que no vea a Daniel y le lance algo en la cabeza no estaré bien. No hace tanto que se fue y ya lo extraño.
"Puto amor".

-No desprecies mi comida-

-Valla comida- dije mirándola con odio -Es que extraño a Daniel-

-Me dan náuseas ustedes, son muy empalagosos- dice metiendo un dedo a su boca.

-jódete- dije enseñándole mi dedo de en medio.

Iba a contestarme  pero en ese momento sonó mi celular y la mande a callar enseguida 

-¿DONDE ESTAS METIDO DANIEL ORTIZ?- conteste con enojo

-Que tengo de parecido con ese salvaje?- dijo Diego.

vale, de ahora en adelante me fijare en el nombre antes de contestar.

-Diego cariño- sonreí.

Helena al escucharme decir aquel nombre, dibujo un corazón con sus dedos en el aire en señal de amor, pero luego metió un dedo a su boca nuevamente en señal de asco.

-¿como estas?- dice Diego

-estoy mejor gracias-

-¿Y tu novio el salvaje esta contigo?- sonreí, porque aunque suene divertido tenia razón, mi cuñado era un pequeño salvaje.

-No lo se, no lo he visto hoy-

-Si yo fuese tu novio no te dejaría sola en este momento-

Eso me enojo, aunque sea cierto, no me gusta el tipo de chico acosador que aprovecha cada momento para hacerte sentir que estas con alguien incorrecto. quizás tenia toda la razón pero no era el momento indicado para decirme eso.

-Yo conozco a Daniel y se que si no esta conmigo es porque se le presento algo importante- dije enfadada

-Perdóname, lo siento- 

Quería decirle hasta de el mal que moriría su abuela, pero Helena leyó mi mente y me quito el celular, lo cerro y tiro a un lado de la cama, se acostó conmigo, me abrazo y acaricio mi cabello. Ella dormía y yo recordaba esos momentos cuando eramos chicas y amábamos dormir juntas, extraño esos tiempos que nos juramos amistad eterna y aquí seguimos.

Después de unos minutos despertó y yo le di un amoroso beso en su mejilla, esta me miro sin entender.

-Eres la mejor amiga del mundo- dije

-Lo se, pero eso siempre lo dices cuando necesitas un favor-

-Jódete- le dije empujándola de la camilla

-Mejor me voy antes de que te pongas mas bipolar- sonrió, me lanzo un beso y se marcho.

Nuevamente me quede sola, cosa que no me agrada, odio la soledad. le marco a Daniel y otra vez la maldita contestadora. Lo voy a matar es un idiota.        

Veo mi sándwich le doy una mordida y no me baja nada, la verdad no tengo hambre, pero si mi madre o Daniel se dan cuenta que no he comido me regañan como niña pequeña.

-Cariño- dice mi madre entrando. valla la he llamado con el pensamiento

-Mami, pensé que no volverías mas- 

Me miro y traía mala cara.

-Llamaron a tu casa de este hospital- dijo mi madre acercándose

-¿Y que hacías en mi casa?-

-Carmen me llamo para decirme-

-vale y ¿que querían?, porque yo he estado bien-

-Cariño- me abrazo y supe que algo andaba mal -No se trata de ti-

Mis piernas temblaban y mi corazón latía sin parar

-¿Que paso?- dije. ella tartamudeo un poco y no entendí nada de lo que decía -DIME- grite 

-Daniel esta aquí-

-¿Y por que no entra?- 

-Esta en cuidados intensivos, recibió un disparo y esta muy grave cariño- dijo mientras me abrazaba