Mis ojos arden como dos llamas de fuego, el dolor en ellos es tan intensos que siento estar ciega. Con gran dolor logro abrirlos para que una luz intensa se pose frente a ellos.
Tardo algunos segundos para orientarme, hasta ahora ningún recuerdo llega a mi mente, me siento completamente en blanco. Veo hacia mi cuerpo y mi engrandecido vientre me indica que estoy ¿EMBARAZADA?... Observo detenidamente el lugar para darme cuenta que me encuentro en la habitación de un hospital.
Dios no se que esta pasando aquí, pero me asusta no saber nada de mi ¿Que hago acá? ¿Quien soy?
Como si de un rayo de luz se tratara, se posa una imagen en mi cabeza ¡Mis hijos!, enseguida siento unas ganas inmensa de tenerlos conmigo.
Veo como la puerta de dicha habitación se abre y un hombre del que enseguida me percato es bastante atractivo entra por ella, sus ojos se dirigen hacia mi y se aclaran como si acabara de ver un demonio, su cuerpo se paraliza por completo y sus manos a simple vista comienzan a temblar.
—¡AMOR!— Dice con sorpresa.
Miro nuevamente a mi alrededor para saber si soy la única aquí o si le habla a otra persona, pero indudablemente solo somos el y yo.
—¿Quién eres?— Digo asustada.
—¿Cómo?— Dice aun mas sorprendido.
—La verdad acabo de despertar y no se como llegué aquí, ¿Puedes ayudarme?—
Se acerca a mi y con ternura lleva su mano a mi mejilla.
—Princesa soy yo, Daniel—
Otro recuerdo llega a mi mente y en el puedo ver mi familia, como si de una película se tratara varios recuerdos vienen y van, sonrío por algunos de ellos y por unos segundos me desconecto de la realidad.
—¿Daniel?— Digo confusa —No, no te conozco, creo que estas confundido. Mira yo soy, Masiel González, estoy casada, tengo hijos y creo que nunca te había visto—
—No, no, no, tú eres mi futura esposa, si eres Masiel y si tienes hijos, pero seras mi esposa princesa.
Nuevamente veo la puerta abrirse y una mujer con uniforme medico entra en la habitación.
—¿Ya despertó?— Pregunta sin ningún gesto de sorpresa.
No, es que ahora duermo con los ojos abierto. Como odio las preguntas estúpidas.
El hombre que hasta el momento se encontraba a mi lado, se levanta y camina hasta la doctora.
Entre ellos se susurran algunas cosas que no logro escuchar y la verdad no me interesan, solo quiero ver mis hijos, mi madre, mi esposo y hasta a la tarada de Helena.
La doctora se acerca a mi y examina mis ojos.
—¿Puedes decirme tú nombre?—
—Masiel Gonzáles—
—Edad —
—30—
—¿Sabes por qué estas aquí?—
—No, eso no lo recuerdo—
—Bueno Masiel, Llegaste acá muy mal, es un milagro que tu hijo esté vivo. Permaneciste un mes en coma y es normal tú perdida de memoria, no hagas esfuerzo por recordar todo ira llegando suavemente—
Mi gesto se descompone al escuchar aquello, me siento tan desorientada. No se que día es, ni donde estoy, mucho menos se porqué estoy aquí.
—¿Como llegué hasta acá?—
—Todo a su tiempo, lograras recordarlo—
Dicho esto la doctora sale y mi cabeza da mil vueltas. No entiendo que está pasando.
—Perdón por no recordarte amigo— Digo al hombre parado frente a mi.
—No te preocupes, pronto lo harás amor—
Le sonrío tímidamente y el hace lo mismo, en su mirada hay tanta dulzura y sus ojos café que me hacen recordar tanto a Manuel.
—¿Conoces a Manuel?— Digo para buscar conversación.
—Mucho mas de lo que crees—
—Nunca antes te vi en casa, no eres de Lo—
En ese momento este se acerco a mi y besó mis labios con desespero. Al separarse de mi no supe como reaccionar y por lo visto el tampoco.
—¿Que diablos te pasa?— Dije alterada.
—Perdón necesita hacerlo pequeña, extraño mucho tus besos, tu piel—
—NO SIGAS — Grité
—Por favor escuch—
—Mira David, Daniel, Damian o como sea que te llames, te repito que soy casada y el que haya perdido la memoria no significa que te puedes aprovechar de mi... Por favor vete—
—Amor pe—
—NO ME DIGAS ¨AMOR ¨ Y YA LARGARTE— Grité nuevamente. Sus ojos se empiezan a cristalizar y no entiendo la razón, pero igual mis ojos hacen lo mismo. —Creo que si hubieses sido lo suficientemente importante en mi vida te recordaría—
—Si lo soy—
—Pues hasta que no lo recuerde no quiero verte, así que adiós—
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Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]
RomanceMasiel González una mujer de 29 años, con una maravillosa familia y una vida ejemplar, pero cansada de la rutina. Su vida cambia cuando un mal día aparece Daniel Ortiz, SU CUÑADO. Llevando consigo un pasado lleno de peligro. Amor, pasión, ternura, e...