Capítulo X: Amor A La Hebraica

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Una bolsa de compras puede decir mucho del sujeto que la sostiene; gustos, deseos, fantasías y debilidades. En ocasiones, la lectura puede ser muy evidente: se puede sacar bastante información de algo médico, como crema contra las hemorroides o pruebas de embarazo. ¿Alguien salido de una tienda de sexo? Uy, olvídalo: si alguien sabe qué traes contigo, será mejor cambiar de nombre y de ciudad.

Pero en otras ocasiones, cuando el objeto no es algo de la farmacia o simuladores de penetración, se necesita una observación más penetrante.

—No parece muy difícil —la señora Bennett indicó tras ver en el celular de Elliot la foto del personaje que quería ilustrar—. Una mascara así... y el sombrero... deja veo si tengo algo atrás, ¿de acuerdo?

—Gracias —el muchacho asintió sonriente.

—¿Entonces, seguirás con este plan? —Noah preguntó.

—Iré del galán de una de sus series favoritas —Elliot contestó—, cuándo toque una lenta, le ofreceré bailar, y el ambiente no podrá ser más romántico.

—Ajá, claro: porque nada será más romántico que una lenta después de que en la pista se bailó en Gangman Style o el Payaso de Rodeo.

—Oye, todo baile necesita su pieza emotiva, como sacada de una película. Ya sabes, el punto en el cuál los amantes se reúnen...

—¿Amantes? Te falla la antena receptora, ¿quieres llamarte eso? ¡No puedes ni hablar con ella!

—No puedo hablar... en tiempo presente. Pero todo eso puede cambiar, no diría que es de todo improbable.

—Y en el futuro mi padre podría cortarse las pelotas, someterse a una terapia de hormonas y salir en la portada de Vogue diciendo "Llámenme Caitlin", pero eso en realidad no es probable.

—Tu padre por cierto, haría una mujer horrible.

—¡Oye! ¡No te metas con mi padre/madre! ¿¡Qué, sólo por qué sería fea en este escenario completamente hipotético y nada factible tienes que juzgar su futuro ella por los rígidos estándares a las que las mujeres son sometidas todos los días!?

—Es de hecho conmovedor que estés dispuesto a aceptar y defender a tu padre sin importar qué.

—El viejo no hizo escándalo cuando descubrió que a su niño le gustan los niños también; como dijo Dios cuando me creó las nalgas: hay que ser parejos.

—Mira, en todo caso, puedo hacerlo bien, digo: tendré el rostro cubierto, eso me dará confianza, uno siempre la obtiene cuando andas con un disfraz, ¿recuerdas nuestra última convención? Aquella en la que fui disfrazado de Spiderman.

—Un gran reto histriónico para ti —Noah señaló—. Un adolescente nervioso y nerd, ¿cómo pudiste meterte en el personaje tan bien?

—El caso es que, fue divertido: nos tomamos fotos, intercambié Pokemons con esa chica vestida de una versión femenina de Bill Cipher, y casi ganó el concurso de cosplay.

—El lugar número 16 no es un "casi gano".

—No quedé en último Noah; para mí, eso ya es una victoria.

La señorita Bennett regresó con un par de cajas en brazos.

—Para empezar, creo que te gustará esto —lo puso sobre el mostrador y lo orilló a las manos de Elliot.

El muchacho lo abrió.

—¡Hey! ¡Un sombrero de copa! —Noah exclamó—. ¡Como el de Abraham Lincoln!

Mis XV Están En HebreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora