Este no puede ser mi futuro

Capítulo 3 - Sorpresas

Disclaimer:

Esta historia pertenece a la increíble génesis black (de Potterfics) Sólo la estoy poniendo en Wattpad para que se pueda leer en un formato más amigable. Pero todo es de su increíble mente y los personajes son de la reina J.K. Rowling.

Después de que prácticamente Hermione lo echó de la habitación Draco decidió investigar qué había, además de querer saber dónde estaba la cocina ya que tenía hambre, el hecho de que no supiera dónde estaba no iba a evitar que su estómago rugiera por comida. Dio unos pasos más descubriendo que había otra habitación, al parecer para invitados, y un poco más lejos el baño que se veía bastante espacioso. Siguió investigando y descubrió la sala-comedor. Los muebles eran modernos predominando el color negro, había también un televisor de plasma y un estéreo moderno. Había pocos cuadros pero si hubo algo que llamo la atención de Malfoy fueron las fotos que demostraban a él y a Hermione abrazados, fotos donde sólo estaba Hermione, donde estaban Hermione, él y unos chicos que no conocía así como otras que eran ellos, cara rajada, la comadreja, lunática, la hermana de la comadreja, Blaise y Pansy. Draco dio unos pasos más encontrándose con la cocina sin dudarlo abrió el refrigerador dispuesto a prepararse algo de desayunar espantando todo lo que había visto. Encendió el pequeño televisor que estaba en la cocina, después de todo no era tan ignorante respecto a los muggles.

-Buenos días estamos a 05 de agosto del 2013 y estas son las noticias- decía el tipo de en la televisión. El rubio al escuchar esas palabras tiró el vaso de jugo de naranja del que estaba tomando haciendo un estruendoso ruido.

-¿Que, qué ocurre?- apareció la castaña asustada detrás de Draco.

-2013-

-¿Qué?-

-¿Qué no lo entiendes Granger? Esto es el 2013- dijo el rubio a punto del colapso ya que era obvio que compartía una vida con Granger por mucho que lo quisiera negar. Por otro lado Hermione apenas podía procesar la idea, amanecer desnuda a lado de Malfoy y descubrir después que esto era su futuro debía de ser una pesadilla.

-Esto es su culpa- escuchó la voz molesta de Malfoy retumbar en su cabeza

-¿Nuestra culpa?, pero si tú empezaste- le reprochó la chica mirando como Draco fruncía el ceño.

-Pero tú le ayudaste- alzó la voz el chico.

-¿Y qué me dices de tu zorra? tampoco se quedó con los brazos cruzados- se defendió la castaña.

En ese momento una lechuza de color marrón entró por la venta de la cocina dejando una carta en las manos de Hermione.

-¿Qué es lo que ocurre?- pregunto Draco al ver como leía con detenimiento el pergamino.

-Tenemos que ir al ministerio- susurró entregándole el pergamino al rubio.

-¿Qué, estás loca?- dijo después de terminar de leer.

-Si no vamos se preguntarán porque-

Draco frunció el ceño no estaba seguro de la clase de vida que llevaba con Granger pero por lo que vio hace rato se relación era muy cercana así que no era conveniente cambiar de un momento para otro.

-¿Estás segura?- suspiró con frustración.

-Bueno Malfoy, a diferencia tuya yo si confió en mis capacidades- dijo burlonamente la castaña -¿Qué estas cocinando?- pregunto haciendo una mueca de asco

-No se, algo que vi en el refrigerador- le contestó con pocas ganas

-Bueno ve y arréglate- le ordenó mientras tiraba lo que estaba en el sartén.

Draco desvió la vista, definitivamente en algún momento de su vida estaba loco para terminar con Granger ¿Cómo pudo terminar con ella? Era una mujer exasperante, controladora, sabelotodo insufrible pero bueno a pesar de todo eso era hermosa "¿yo pensé en eso?" se quejó al llegar a lo que era su habitación.

-Definitivamente el tiempo hace enloquecer a la gente- se dijo mientras empezaba a buscar su ropa.

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-Esto es muy raro- decía Pansy mirando con detenimiento la gran casa en la que habitaba.

-Ni que lo digas- dijo el ojiverde observando con detenimiento las fotos que decoraban la sala, fotos de su boda con Pansy, las vacaciones y su... ¿dos hijos?

-No creí que me recibirían- dijo una dulce voz que los saco de sus pensamientos.

-¡Luna! Me alegra mucho verte- le dijo el ojiverde abrazándola con fuerza.

-A mí también me alegra verte- logro decir después de que la soltó -¿Todavía no estás lista Pansy? se nos va ser tarde- Pansy la miro con extrañeza, ¿desde cuándo había tanta familiaridad?

-¿De qué hablas?- Luna sonrió al escucharla

-¿Qué no lo recuerdas? hoy nombran al nuevo jefe del personal y lo más probable es que seas tú, eres una excelente medimaga- dijo con emoción la rubia, Pansy miro a Harry, no lo podía creer, ella medimaga ni en sus sueños se le ocurrió la idea de...trabajar.

-¿Qué?-

-Ya no te preocupes, ve y arréglate yo te espero- soltó una risita Luna mirando a los dos todavía en pijama -¿Dylan como vas con eso?- Pansy y Harry voltearon a ver Hacía donde miraba la rubia. Era un chico alto de la misma edad de la chica que los despertó, de pelo corto y negro revuelto, sus ojos eran de un impresionante azul como los de Pansy pero si hubo que algo que llamo la atención de sus "padres" era que el chico tenía una perforación en su oreja izquierda así como un tatuaje en su ante brazo derecho de una cruz gótica.

-Buenos días papá, mamá- dijo saludándolos -voy bien tía, ya puedo hacer piruetas- dijo con orgullo el chico

-¿Y se puede hacer eso con la panti...?- trató decir la rubia

-Patineta- corrigió el ojiverde inconscientemente ya que se le hacía un sueño todo lo que ocurría a su alrededor, el chico que era su espejo amante de las patinetas.

-¿Vas a llevarla en el domingo en la comida familiar?-

Harry y Pansy se sentían ajenos a lo que estaban ocurriendo entre Luna y el chico era tanta familiaridad que no daban crédito.

-Si, el abuelo Arthur está muy interesado- Luna le sonrió con ternura mientras sus "padres" trataban de no delatarse -bueno ma, pa, nos vemos- decía alejándose tomando una manzana del frutero que estaba en una mesa pequeña -por cierto díganle a Samanta que cuando tome mis plumas y mis pergaminos los ponga en su lugar- dijo deteniéndose jugando con la manzana.

-Cole ya paso por Samanta, ¿verdad?- sonrió Luna al ver salir de la casa al chico.

-Si- dijeron al unisonó sin despegar su mirada de la puerta donde salió Dylan.

-Bueno ve a arreglarte- hablo rápidamente la rubia –Harry, ¿no deberías estar ya en el ministerio?- reprochó Luna a su amigo.

-¿Por qué?- preguntó, desviando su vista para ver a Luna.

-Ron me dijo que iba a haber una junta de Aurores y que te vería allá-explicó la rubia.

-A sí, claro- logró decir mirando disimuladamente a la pelinegra.

-Entonces vayan a arreglarse y no te preocupes Pansy yo te espero después de todo no tomé mi café- finalizó dejándolos solos para ir a la cocina.

Harry y Pansy se miraron no podían zafarse de la situación, demasiadas sorpresas para una mañana, lo único que quedaba por hacer era ¿seguir con sus vidas? Sí, esa era la solución y en el camino buscar cada uno sus respuestas. Lo mismo ocurría con Draco y Hermione, llegar al ministerio, buscar sus respuestas y encontrar a Pansy y a Harry, si es que estaban.