Este no puede ser mi futuro

Capítulo 6 - Hogar...¿dulce hogar?

Disclaimer:

Esta historia pertenece a la increíble génesis black (de Potterfics) Sólo la estoy poniendo en Wattpad para que se pueda leer en un formato más amigable. Pero todo es de su increíble mente y los personajes son de la reina J.K. Rowling.

Cuando desapareció del hospital decidió caminar por las calles de Londres sin rumbo fijo, todo parecía diferente, nuevo, raro. No sabía qué hacer no tenía a quien acudir no podía llegar a decir sus temores a sus amigos si se supone que es ¿feliz? O por lo menos Luna lo insinuó, tal vez Harry podía ser su salvación pero si al enterarse como había despertado lo alteró saber que está embarazada de su peor enemigo lo iba volver loco. Se sentía triste ¿Cómo demonios fue a terminar con él? Con un hombre que la torturaba, que la molestaba incluso llegar al punto de humillarla. Cuando escucho las palabras de Malfoy se sintió lastimada, más lastimada que en otras ocasiones.

Sin tener a donde ir decidió ir a su ¿hogar? Siendo el único lugar donde se podía sentir a salvo por el momento, un simple hechizo y ya estaba ahí.

-Tranquila Hermione todo estará bien- se dijo al dirigirse a la habitación donde había despertado.

Miró a su alrededor y con cansancio se acostó en la cama empezando a llorar llevando inconscientemente sus manos hacía su vientre.

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Draco caminaba por los pasillos de San Mungo, estaba dispuesto a salir a buscar a Granger pero una idea cruzó en su camino. Se acercó a la recepción donde estaba la enfermera, carraspeó llamando la atención de la mujer que levantó la mirada sonriéndole levemente.

-Disculpe, ¿me podría decir dónde está el consultorio de Pansy Parkinson?-utilizando el tono más cordial

-Quera decir Pansy Potter- respondió la enfermera sin dejar de mirar sus ojos mercurio.

Draco no podía creerlo Pansy esposa de Potter pero bueno él que se sorprendía si terminó con Granger. "Las vueltas que da la vida" pensó con ironía.

-Sí, Potter-

-Por ese pasillo tercera puerta- le indicó. Draco asintió y se en camino con paso elegante.

Entró al consultorio sigilosamente y lo primero que vio fue a la pelinegra sentada con los ojos cerrados. Se acercó despacio y empezó a besar su cuello

-¿Cómo supiste que estabas aquí?- cuestionó con una sonrisa sintiendo los besos del Slytherin.

-Sólo pregunté- decía entre cada beso -Señora Potter- agregó.

-Ya lo sabes- dijo, al instante que se paraba quedando frente a Draco.

-Sí- contestó restándole importancia continuando con su objetivo.

-Y qué piensas- dejándose llevar por las manos del rubio que empezaban a explorar.

-Que lo vuelve más excitante... señora Potter- alzando a la pelinegra para colocarla sobre el escritorio.

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La jornada laboral había acabado y Harry tenía que volver a casa, al único lugar donde podía ir, pero si en algo no había dejado de pensar en todo el día era en Hermione ya que nunca volvió y tampoco Malfoy pero eso era lo de menos "¿Qué le habrá pasado?" Se dijo mientras entraba a la chimenea.

Llego a su casa, parecía una casa como las películas amplia y tranquila como él quería que fuera su hogar.

-¡Papá!- escuchó unas voces que lo recibieron con un gran abrazo haciendo sentir a Harry bien como pocas veces.