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El chico de cabello rojizo miró a mejor amigo, sin dejar de sonreír ante su tierna reacción.
Era la primera vez que le había visto tan ensimismado hablando con una persona por mensajes y lo más impactante, además de emocionante, era ver como las comisuras de sus labios se elevaban para hacer aparecer sus rosadas encías.

— ¿Vamos, Yoongi? – Habló el chico, haciendo que su rubio amigo se volteara a verlo con cara de espanto. Como si lo hubiera descubierto haciendo algo malo.

— Eh...lo siento Hobi, debo ir al estudio de música. Es que...Jimin me ha hablado y....– Intentó explicar, siendo consumido por la vergüenza. Provocando que sus mejillas te tiñeran de un lindo color rojizo, haciendo reír a su amigo ante su palpable nerviosismo.

— No te preocupes, otro día será. – Se encogió de hombros, dándole un golpecito al chico. – Vete, antes de que te odie. – rió.

— Pero...¿y la película...?

— Ve, llamaré a Tae o a alguien. No te preocupes. – Asintió convencido.

El bajo rubio, miró una vez más su teléfono y luego a su amigo, abrazándolo fugazmente para luego correr de vuelta a la estación de trenes y volver a la universidad.

El de cabello rojizo, metió sus manos a los bolsillos de su pantalón y sonrió ampliamente por todo lo que estaba pasándole a su amigo, sintiéndose muy feliz de que por fin el chico estaba dando sus propios pasos, sin la ayuda de sus mejores amigos.

— Debe ser lindo estar enamorado.

Y susurrando aquello, caminó hasta el puesto de comida y pidió las palomitas más grande, junto a algo para beber.

Después de todo no sería tan malo ver la película solo y podría reírse sin miradas de reproche de parte de su amigo. Sabiendo que él, definitivamente estaría más feliz de ir con el aquel chico que se había ganado su corazón sin saberlo.



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Algo de narración para darle más consistencia a todo jiji

Ups ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora