Ups ~ YM

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El menor movía con impaciencia su pie, mientras se encontraba apoyado en la prez de concreto. Sabía que era un poco atrevido por parte de él, presentarse frente a su hyung sin aviso, pero realmente necesitaba hablar con él.
Revisó su reloj, admirando que ya eran casi las tres de la tarde. Misma hora en la que la clase de Yoongi terminaba.
No pasó mucho hasta que los alumnos empezaron a salir del salón de música, asomándose al interior para ver la silueta de cierto peliazul guardando sus cosas.

En cuanto vio que nadie más quedaba, de adentro en el salón y cerró tras de sí.

El sonido de la puerta al instante alertó a Yoongi, provocando que este se girara en su dirección. Sin embargo, por el contrario de lo que esperaba, su hyung me miró con pánico y algo más que no supo descifrar.

— Hyung...– Murmuró con un puchero en los labios, acercándose sólo un poco al mayor. – Deje de evitarme...

Hace días que intentaba hablar con el peliazul, pero este simplemente huía en cuanto lo veía acercarse.

— N-no...t-te estoy evitando...– Tartamudeó y desvío su mirada del menor. El sólo hecho de ver a ese lindo chico tan cerca, no hacía nada más que revivir los vagos recuerdos de la fiesta.

— ¡Claro que si lo está haciendo! – Volvió a insistir Jimin, suspirando luego con pesadez. No le gustaba que el chico se hubiera alejado, simplemente porque había pasado algo entre ellos. – ¿Recuerda lo que pasó, verdad? – Preguntó notablemente cabizbajo, a los ojos de Yoongi.

— Si...– Le contestó el mayor, alborotando su cabello. – Pero...solo algunas cosas...– Agregó, sintiendo sus mejillas arder.

— ¿Qué cosas? – Ladeó Jimin su rostro, expresando su confusión. La verdad no entendía a que se refería con "cosas" el mayor.

— Eh...bueno...– Empezó diciendo el mayor, pero simplemente no podía hablar con claridad. Se estaba muriendo de vergüenza. – Recuerdo que...nos besamos y...la verdad...no sé si..fue solo eso. O...si tuvimos...sex-

— ¿QUÉ? – Le interrumpió el menor, tapando su rostro enrojecido. – ¿¡De donde ha sacado eso!? – Chillón Jimin, no pudiendo creer lo que acababa de escuchar.

— Tenía marcas...y pensé que...– Murmuró Yoongi, intentando aclarar la situación. – ¿No...tuvimos sexo? – Preguntó mirando fijamente al menor, quien negó desesperadamente con la cabeza.

Bien, eso le quitaba un gran peso de encima. Pero entonces...¿por qué estaba marcado?

— Yo...– Escuchó la voz temblorosa de Jimin. –...lo siento...por las marcas...– Confesó totalmente sonrojado. – Me emocione un poquito y bueno, como estaba tan borracho...preferí que paráramos y usted no tardo en quedarse dormido...y luego Nam-hyung fue por usted...– Aclaró finalmente.

— ¡Gracias a Dios! – Gritó el mayor, sintiéndose libre de todo pegado. La verdad si había sobrepasado esa línea con el chico, no sería capaz de volver a mirarme a cara por no recordarlo.

— ¿Está...aliviado? – Indagó Jimin con ojitos brillantes, como esperando algo más por parte de su hyung que sabía que no escucharía.

— ¡Claro que si! – Soltó sin mediarse. – Dios, creí que nosotros...– No terminó la frase, y solamente soltó una risa.– Hubiera sido un completo error.

Su respiración se volvió irregular y prontamente estaba sintiendo sus ojos escocer. La razón por la cual quería hablar con Yoongi con tanta insistencia, era para saber el motivo de sus acciones. El mayor ya sabía de sus sentimientos y ahora él quería saber sobre los suyos. Sin embargo, aquella ultima frase había confirmado lo que se esperaba.

Al mayor no le gustaba de él.

Apretó con fuerza el tirante de su mochila, viendo los ojos del peliazul posarse por fin en él. Y supo, que si no huía en ese momento terminaría llorando frente a quien no debía.

— Tiene razón, hyung. – Sonrió forzosamente. – Todo fue un error.

— ¿Q-qué? Y-Yo...no dije eso...– Intentó explicar, pero ya era demasiado tarde. Los ojos llenos de lágrimas de Jimin, le decían a gritos que lo había dañado con sus palabras.

— Hagamos...como que esto n-nunca pasó, ¿si? – Dijo con la voz temblorosa y sin más se marchó casi corriendo del salón.

Yoongi aún de pie en medio de la habitación, se odio por no ser alguien que pudiera expresar sus sentimientos con más claridad. Deseaba poder decirle a Jimin cuanto le gustaba su compañía y que adoraba cuando sus ojitos se cerraban al sonreír.

Realmente quería decirle todo aquello.

Sin embargo, las cosas no siempre son como queremos y una simple mala elección de palabras podía arruinar todo.

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Creo que estoy me quedo muy largo jsksjs
Lo siento, la costumbre con las otras novelas jiji