93

35.1K 3.8K 1.5K
                                    

Jimin no sabe en qué momento terminó encima de su novio, ni mucho menos cuando su camiseta había desaparecido.

En un intento de ayudar a su "borracho" chico, había comenzado a desvestirlo para colocarle el pijama cuando esté le abrazó.
Al estar parado frente a él, el peliazul había hundido su rostro en su abdomen y gruñía suavemente en el lugar. Al principio le pareció sumamente tierno que refregara su nariz contra su estómago como un cachorro que pide atención, hasta que sintió las grandes manos de Yoongi tomando su cadera, solo para sentir un segundo más tarde como el mayor dejaba besos en la zona.
Pensó que el peliazul solo se encontraba demasiado ido como para pensar en sus actos, hasta que sus miradas se encontraron.

Sus felinos ojos se veían demasiado despiertos como para ser la mirada de un borracho y demasiado brillantes como para
ser sólo un efecto más del alcohol.

— H-hyung. – Intentó alejarlo de su cuerpo, cuando sintió los húmedos besos de su novio directamente contra su piel. Besos que comenzaron a despertar cierta parte oculta en su interior.

Sintió las manos de Yoongi bajar hasta sus muslos, tensándolo al instante.

Minnie...– Murmuró el mayor con la voz ronca, asomando su rosada lengua entre sus labios para luego humedecerlos.

Su novio no estaba ayudando para nada a su fuerza de voluntad.

Hace varios días atrás habían estado a punto de hacerlo. A punto de cruzar todos los límites, pero simplemente no pudo.
Se sentía demasiado nervioso ante la presencia de Yoongi y tampoco quería terminar haciéndolo por primera vez en un maldito baño.
Algo le decía que su novio se hallaba bastante ansioso por poseerlo. Porque cada vez que se besaban por demasiado tiempo, siempre terminaba subiéndole la temperatura y el mayor terminaba con sus manos bajo sus ropas.
Llevaban sólo un mes estando juntos y de verdad pensaba que deberían espera un poquito más para el gran acto. Sin embargo, había comenzado a dudar de todo, en cuando los besos en su abdomen se volvieron leves mordiscos.

— ¿V-Vamos a dormir? – Murmuró con la voz ahogada. Era muy mala idea mirar desde arriba a su novio y que este le devolviera la mirada. Se estaba imaginando demasiadas cosas en ese momento.

— Minnie...siéntate. – Ordenó con suavidad Yoongi, dando golpecito a sus muslos. – Solo quiero besarte, bebé. – Ronroneó.

¿Esto no podía acabar mal, no?

Obedientemente se dejó caer sobre las piernas de su chico, odiando que su pantalón de pijama estuviera tan suelto. Sentía no podría ocultar su emoción y pequeño problema ahí abajo.

— ¿Sabias que me encantas? – Susurró el mayor contra sus labios, a lo que el pequeño rubio asintió hipnotizado por el roce en sus labios.

Todo el cuarto se sentía repentinamente caliente. Los dedos de Yoongi ya se encontraban acariciando su cintura, mientras este se dedicaba a besar su cuello, hombros y clavículas.
Suaves suspiros comenzaban a salir entre sus labios, intentando concentrarse en que solo era un pequeña sesión de besos. Nada más iba a pasar.
Su camiseta fue levantada antes de verlo venir, no oponiéndose a ello siquiera.
Los húmedos besos de su novio se dedicaron a recorrer cada centímetro de piel expuesta y entre más caricias sentía en su piel, más deseaba poseer la boca del peliazul.

Desesperado por los lentos movimientos de Yoongi, Jimin tomó el rostro de este y dejó que sus labios se fundieran en un ardiente beso.
Sus bocas se sentían cálidas y muy húmedas, escuchándose por la habitación los sonoros chasquidos en cuanto ellas se encontraban. 
Luego de varios minutos, sus labios ya se sentían un poco hinchados y no podía dejar de respirar pesadamente. La respiración de ambos estaba totalmente agitada.
Había intentado detener a Yoongi, más cuando esté le sujeto por el trasero y provocó que sus pelvis se encontraran, no pudo retener los gemidos que se escaparon.

Ups ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora