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Con el cuerpo sumergido por completo en la calidez de la bañera, dejó que la vergüenza le invadiera por completo.
La noche anterior había actuado impulsivamente, ganándose un gran bofetada de la chica con la cual salía. Únicamente por haberla llamado zorra, frente a todas las personas del centro comercial.

¿En serio había estado tan ciego?

Había cambiado a sus amistades por estar con ella, pero eso no era lo peor que le había ocurrido el día anterior. Se había atrevido a ir donde uno de sus hyung favoritos y poco menos le había rogado que tuvieran sexo, para olvidarse de todo lo que le había pasado.

— Me quiero morir...– Susurró en la soledad de su baño, hundiéndose un poco más en el agua caliente.

Sabía que había bebido un poquito de más, pero nunca imagino que el alcohol lo llevaría a decir y actuar de esa forma tan desinhibida.
Si Taehyung no fuera alguien tan bueno con él, seguramente no hubiera tardado en ponerle las manos encima...aunque no le hubiera molestado del todo que lo hiciera.

¿De donde habían salido aquellos sentimientos?

— ¡Jungkook!

El llamado de su madre alejó de golpe todo lo que comenzaba a abrumarle, saliendo de una vez de su largo baño e intentando bajar el repentino calor que se había acumulado en sus mejillas.
Envolvió su cuerpo en la suave tela de la toalla que había llevado consigo, saliendo al exterior del cuarto para poder vestirse.

Ni siquiera seco su cabello, cuando ya se hallaba bajando las escaleras de dos en dos, para saber que es lo que quería su madre. Encontrándose con un particular chico en la entrada de su casa, sonriéndole como si siempre.

— Hola, Kookie. – Le saludó.

¿Porque su corazón se sentía tan alborotado, cuando hace sólo unas horas habían terminado con él?

Miró fijamente el rostro ajeno, intentando averiguar que era lo que se había hecho el mayor, para parecer tan deslumbrante en aquella mañana. Encontrando la razón y culpable de sus latidos, en medio del rostro del mayor.

Claro...esa sonrisa. Esa peculiar y extravagante sonrisa era la culpable de su estado.

Temblando de los pies a la cabeza, siendo consciente que le debía una gran disculpa a su hyung por su extraño comportamiento de la noche anterior, caminó hasta él temiendo escuchar qué motivo lo había llevado a ir a su casa. La cual, sin embargo, deseaba averiguar.

— ¿Q-qué h-haces aquí? – Tartamudeó, apretándose sus puños ante el nerviosismo.

¿La mirada de Taehyung había sido siempre así de cálida?

— He bueno...quería venir a hacerte compañía. – Habló con varias pausas el chico, rascando su brazo. – ¡Pero si te molesto, puedo irme! – Soltó exaltado, ante la mirada interrogante que le lanzaba el menor.

Se notaba a Taehyung un poco intranquilo, por lo que en cuanto esté quiso voltear a la sala y simplemente huir para jamas volver, se sonrojó por completo al notar que Jungkook había envuelto su cuerpo por detrás en un abrazo.

— Quédate, hyung. – Susurró el menor, mostrando su linda sonrisa por sobre su hombro, incentivando que su pulso aumentara aún más. – Me haría feliz...que te quedarás, Taetae.






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Ay si son tan lindos 😭
Todas creyendo que Tae se lo iba a violar, cuando es un amor de persona jajaja
¡Malpensadas!

Ups ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora