Especial III

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Jimin veía enternecido como sus amigos jugaban con la nieve, pillándose de un lado a otro mientras él bebía de su chocolate caliente. Su novio no había querido salir de la cafetería a jugar y por ende,el rubio no había querido dejarle solo. Además, ver cómo Jungkook y Taehyung jugaban era bastante divertido de ver.

— ¿Por qué sonríes tanto? – Le preguntó Yoongi curioso, quien mantenía su rostro apoyado sobre su palma y el codo en la mesa, buscando con su mano libre la del menor.

— Me parecen tiernos. – Contestó cuando sus dedos se entrelazaron a los pálidos del pelinegro.

— A mí me parecen unos idiotas. – Refutó sin más el mayor, provocando que Jimin riera.

Aunque Yoongi siempre dijera que aquellos dos eran demasiado escandalosos para su gusto, de vez en cuando podía ver como su novio sonreía ante las tonterías que hacían los menores. Aunque él lo negara rotundamente, Jimin sabía que al pelinegro le agradaban sus amigos.

— ¿Cuando crees que se digan lo que sienten? – Se permitió decir el pelinegro. – Todos tenemos claro que aquella "amistad" que tienen, es algo más.

— Todos menos ellos, hyung. – Sonrió el rubio, posando un segundo su vista en su taza y vio como la mano de su novio se alejaba de él.

— Ellos...– Aclaró su garganta Yoongi, poniéndose repentinamente extraño, mientras observaba a los idiotas que ahora estaban en el suelo. –...también nos ayudaron a nosotros.

El sonrojo que repentinamente surgió en las mejillas de su novio, provocaron que las mariposas en el estómago de Jimin revolotearan sin control. Sonrió con el corazón demasiado lleno de amor y volvió a buscar la mano de su novio.

— ¿Te sientes en deuda con ellos? – Ensanchó su sonrisa cuando el otro asintió. – ¿Deberíamos ayudarlos?

Yoongi se giró hacia él, con los labios levemente abiertos para decir algo, cuando dos presencias aparecieron y se sentaron estruendosamente, arruinando el ambiente tranquilo entre ellos.

— ¡QUÉ FRÍO! – Rezongó Taehyung abrazándose a sí mismo, mientras Jimin quitaba un poco de nieve de su pelo. Solo a esos dos se le ocurría jugar afuera con aquellas bajas temperaturas.

— Estás congelado, Tae. – Murmuró el rubio cuando sintió la piel gélida de su amigo y se dedicó a frotar su cuerpo, aún cuando su novio le miró con el ceño fruncido.

Su amigo tiritaba a su lado y su novio por debajo de la mesa le daba suaves golpecitos. Quiso reírse por la cara de enfado de Yoongi, cuando Jungkook se paró repentinamente.
Los tres presentes le miraron, notando como este se sacaba su abrigo y cubría al revoltoso de sonrisa rectangular.

— ¿Kookie? – Le llamó Tae, tomando la nueva prenda sobre su cuerpo. – ¿No tienes frío? – Preguntó con las mejillas enrojecidas, rogando por que todos creyeran que era por el frío y no por sus tontos sentimientos.

— No mucho. – Se encogió de hombros. – Tu pareces necesitarlo más. – Rió alegremente al recordar cómo se había caído el castaño en la nieve. – Iré por un café, ¿alguien quiere algo? – Ofreció para ir al mesón de la cafetería. Necesitaba urgentemente algo con que entrar en calor, si no quería evidenciar cómo le temblaban las manos de frío. – ¿Tae? – Miró al chico y este negó.

Ups ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora