Capítulo 14 : Múnich

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Había extrañado Madrid, pero ya estaba de vuelta, aunque pronto iría a Múnich.

Como no avise de que día volvía no venían a recogerme, así que cuando salí del aeropuerto cogí un taxi. Sabía que me iban a cobrar demasiado, pero estaba tan cansada que no me apetecía ir cargada por el metro y terminar de andar hasta casa.

Después de pagar al taxista abrí la puerta y allí estaba mi hermano, era jueves por la mañana, así que hasta esta noche no vería a mis padres. Por lo que solo abrace a mi hermano y me respondió frío.

- ¿qué pasa? - le pregunte extrañada.

- pasa que no te entiendo enana - dijo mirándome serio - lloras y sufres por el por años y aparece y te vas a Inglaterra con el - soltó un suspiro - además, encima mientes diciendo que te ibas con una amiga de la facultad.

- enano si te digo que me voy con él no me hubieras dejado. Además, como le explicaba a papá y a mamá que me iba con Fernando por teléfono.

- ____, el problema es que vuelves con el, eso me preocupa más que él te hayas ido una semana.

- ¿por qué? Si sabes lo que siento.

- si, se lo que sientes y sé lo que siente el por ti, pero ya te hizo daño una vez y te lo puede volver hacer y más ahora, si cuando salisteis por primera vez se habló de vuestra relación ahora más.

- entiendo que te preocupas, pero no estamos saliendo juntos - ahora el que me mirada con cara extrañada era el - aquí sales dándole la mano a alguien y ya es tu pareja.

- ¿no estáis juntos? - negué - no entiendo nada - suspiro - mejor ni intentes explicarlo, simplemente intenta que note vuelva hacer daño y si no salís juntos mejor - asentí. Tras un corto silencio - por cierto, té echado de menos - le sonreí y le abrace.

- yo a ti también.

- no seas mentirosa que has estado todos los días visitando cosas en Londres - ambos reímos.

- ya sabes que me pueden los viajes y los conciertos - le sonreí - bueno, voy a echar a lavar las cosas de la maleta y a darme una ducha.

- no guardes la maleta que nos vamos en dos días.

- lo sé, el sábado a Múnich - dije gritando por las escaleras.

Desde mi habitación escuche a mi hermano decir que estaba loca, por lo que sonreí.

Una vez termine de hacer todo lo que le había dicho a mi hermano salí de mi habitación para hacer algo de comer, porque si tengo que esperar que mi hermano cocine o me muero de hambre o acabo intoxicada. Si mi hermano con casi 24 años solo sabe cocinar con freidora y platos precocinados.

Después de comer con mi hermano estuve hablando por vídeo llamada con mis amigas y les conté que tal por Londres y que les había traído alguna cosa, eso me recordó que tenía que darle a mi hermano la taza que le había traído, así que cuando terminé de hablar con ellas fui a su habitación.

- te he traído algo - le tendí la caja con papel de regalo.

- me la tenías que devolver - dijo riendo mientras veía la taza.

Las tazas de sitios es el regalo que menos me puede gustar y mi hermano, que no es muy original, me trae tazas, por lo que está vez le hice el mismo regalo que el.

- espero que así seas más original - dije de broma.

- bueno si no lo soy seguiremos con tazas en armarios.

Deje a mi hermano que terminara de estudiar y yo me fui a ver una serie en Netflix.

-Sábado-

Sweet Creature | Fernando Torres - 2ªparte de SWMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora