Sweet Creature | Fernando Torres - 2ªparte de SWM

Capítulo 9: perder la cordura

- no pasa nada - le dije con una sonrisa - estoy un poco nerviosa por todo lo que se viene y por la final de Champions.

- no juega el Madrid - dijo extrañado.

- ya, pero un amigo del instituto de mi hermano y mío juega y vamos a ir a verlo - dije refiriéndome a Fernando.

- no sabía que tenías un amigo futbolista.

- se fue a Londres cuando yo tenía 17 y no he tenido mucho contacto con él hasta el partido contra el Madrid - intente explicarle.

- me dejas solo viéndolo en casa - me hizo un puchero.

- me temo que si - le acaricie la mejilla - tú en Madrid y yo en Múnich en el Allianz Arena.

- ten novia para que te restriegue que va a ver una final de Champions en el estadio - ambos reímos.

Tras terminar la cena David me dejo en mi casa. Dormiría sola, mis padres estaban en Granada y mi hermano con María, por lo que tenía la casa entera para mí sola.

Al subir las escaleras veo la luz de mi habitación encendida y en mi cabeza voy maldiciendo a Fernando por dejarse la luz encendida, pero mi sorpresa al pasar dentro de mi habitación es ver a Fernando dormido en mi cama, mientras que sujeta el móvil, lo cual me parece tierno y gracioso a la vez.

En silencio cojo un pijama y me cambio en el baño, para después volver y ponerle la sabana por encima y dejar un beso en su frente para irme a dormir a la habitación de mis padres.

Me estaba dando la vuelta para poner rumbo a la puerta cuando su mano agarra mi muñeca.

- quédate aquí - dice medio dormido - duerme conmigo - dijo esta vez abriendo los ojos levemente y mirándome.

Simplemente asentí.

- te voy a traer algo de mi hermano para que estés cómodo - le dije viéndolo en vaqueros y camisa.

Entre en la habitación de mi hermano y tome un pantalón corto y una camiseta y vivía a mi habitación.

Una vez allí le tendí la ropa a Fernando que no tardó en cambiarse delante mío. Había que reconocer una cosa y es que el cuerpo de Fernando era mucho mejor que el de David y eso que David entrena diariamente.

Fernando claramente vio que le observaba, pero no comentó nada, años atrás me hubiera hecho alguna broma como que si seguía mirándolo lo iba a gastar. Sin embargo, al acabar se tumbó a mi derecha y yo apoyé mi cabeza en su hombro.

En esa postura no tarde en empezar a dormirme y no sé si fue un sueño o realmente Fernando beso mi frente y dijo que echaba de menos dormir así conmigo.

Por culpa del sol en mi cara abrí levemente un ojo y me encontré en una postura que hacía mucho no tomaba y era estar prácticamente encima de otra persona, ni siquiera con David.

Mi cabeza en su pecho, mi pierna derecha por encima suya, la izquierda pegada a su derecha, mi brazo izquierdo abrazándolo y el derecho tocándole la mejilla. El por su parte tenía su brazo derecho en mi cintura y el izquierdo recorría mi espalda depositando su mano en mi culo.

Nuestras caras tan cerca, nuestros cuerpos tan unidos.

Intenté moverme un poco para levantarme sin despertarlo, pero fue en vano, no había conseguido moverme ni un centímetro cuando él ya había abierto sus ojos y ya me ofrecía una sonrisa. Tardó unos segundos en analizar nuestra postura y retirar su mano de mi culo.