En el instituto, Jane se pasó el día metiéndose conmigo y luego me dijo no sé cuántas veces que tenía muy mala cara. Estoy segura de que todo se debía a lo mal que había dormido y a los extrañísimos sueños que había tenido y que ahora apenas conseguía recordar. Eran en su mayoría una confusión de imágenes imposibles de descifrar, excepto una que tenía muy clara: los ojos de Zayn abrasándome.
Era evidente que no podía explicarle a Jane nada de todo aquello. Seguía costándole un montón no mencionar a Harry, y por eso yo tenía que evitar hablar de él.
Para consuelo mío, Niall volvía a ser el de antes. Cuando llegamos a casa, se puso a hablar a cien por hora sobre una nueva receta que quería poner en práctica.
La noche anterior ni siquiera me había acordado de cenar, u a la hora del almuerzo estaba aún demasiado cansada y confusa como para que me entrase algo. Pero en cuanto me encontré sana y salva en casa, escuchando a Niall recitar una lista de ingredientes a cual más apetitoso, recuperé el hambre al instante.
Fuimos al supermercado a comprar lo que necesitaba, pero estaba tan hambrienta que me comí allí mismo una pera. A pesar de que insistí en pagarla (y lo hice), la situación hizo que Niall se sintiese de lo más incómodo.
Volver con la compra a casa era siempre una aventura, pues teníamos que subir al autobús cargado hasta los topes de bolsas. Me encantaría que mi madre tomara por fin la decisión de comprar un coche, pero no creo que entre de momento en sus planes.
Harry no había enviado ningún mensaje y me esforcé por fingir que me daba lo mismo. Pero durante la preparación de la cena, mientras intentaba ayudar a Niall en la cocina, estuve luchando constantemente contra la necesidad de mirar el móvil, que guardaba en mi bolsillo, para comprobar que estuviera encendido o que no me hubiera llegado un mensaje de Harry sin que me hubiese dado cuenta de ello.
Después del accidente del corte en el dedo (que por lo visto había sido de cierta importancia pues aún me veía obligada a llevarlo envuelto en una tirita), Niall delegaba en mí sólo los trabajo más sencillos, como lavar las verduras, pesar y medir los ingredientes y untar el pan con mantequilla.
La cena estaba exquisita. Nos sentamos en la mesa y lo devoramos todo.
Mi madre se despertó y le ofrecimos un plato, pero negó con la cabeza y se largó pitando. En todo el día la habríamos visto unos diez minutos en total, aunque creo que, si hiciésemos cuentas, comprobaríamos que la veíamos una media de una hora a la semana.
-De verdad, tendrías que ir a una escuela de cocina –le dije a Niall-. Eres estupendo. Tendrías que dedicarte a esto profesionalmente.
-Seguíamos sentados en la mesa, yo con una pierna doblada junto a mi pecho, una posición que me resultaba más incómoda cuanto más comía. Ya había rebañado un plato y estaba empezando con un segundo, pero la comida que me entraba por la vista era más de la que mi estómago era capaz de admitir.
-Lo he estado mirando un poco –dijo con un gesto de indiferencia que hacía gala de su habitual modestia. Niall nunca se había creído bueno en nada, por lo mucho que yo se lo dijera-. No sé.
-Aún tienes unos años para pensar, pero eres demasiado bueno para que el mundo no conozca tus habilidades. –Comí otro bocado, pero mi estómago protesto con vehemencia. Me obligué a retirar el plato, consciente de que si seguía comiendo acabaría explotando.
-¿Y tú? Tú vas a graduarte antes que yo. ¿Qué tienes pensado? –Niall me devolvió la pelota y me agité en la silla, incómoda. Mi hermano conocía muy bien las notas que sacaba e intentaba contantemente que habláramos sobre mi futuro, cosa que yo evitaba en la medida de lo posible.
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¿Blood or love? {Harry Styles /Zayn Malik y tu}/ Terminada<3
RomansaHolii bueno espero que les guste esta novela, todo esto es nuevo para mi asi que cualquier cosa que salga mal me dicen :)