Había salido de su departamento con su rumbo fijo. Esmoquin recién planchado, un buen peinado y el cautivante olor de su colonia seguro la iban a dejar impresionada. Ciego, tomó las llaves, miró sus zapatos y los vio brillantes. Aseguró la puerta y siguió por el pasillo hasta el elevador. Subió y marcó el sótano.
Era una noche tranquila en Londres, el tráfico no era mucho por lo que llegó en poco tiempo.
-Payne. – Le dijo al hombre en la entrada.
-Por aquí, por favor.Lo guió hasta su mesa y corrió su silla, permitiéndole sentarse. Pasó un minuto sentado, cuando se le acercó un joven mesero de piel morena con una botella de champagne en sus manos.
-¿Desea un trago, señor?
-Sí, muchas gracias
Agradeció y pagó un par de libras al joven como propina quien después se marchó.
Una hora había pasado y ella aún no llegaba. Miraba el reloj, llamaba una y otra vez a su teléfono sin conseguir respuesta, le enviaba un mensaje de texto, le dejaba un mensaje de voz, pero nada, ella no respondía. Desesperado y sintiéndose traicionado, tomó su saco, pagó el monto de las bebidas y regresó a su auto. Subió al vehículo y lo cerró de un portazo, sacó las llaves y encendió el auto pero no fue capaz de ponerlo en marcha. Recostó su cabeza contra el volante y suspiró un par de veces antes de soltar un llanto mezclado con un grito mientras las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.
Aclaró su mente y condujo de regreso a su departamento. Cuando llegó se quitó toda su ropa hasta quedar solo en ropa interior. Tomó un vaso de agua y se sentó en el sofá a ver una película en televisión. El teléfono empezó a vibrar en el cojín del sofá. Tomó el teléfono y lo contestó.
-Hola, Li – Era ella.
-¿Qué quieres? – Dijo él, molesto.
-¿Estás molesto? – Intentó suavizarlo.
-¿Tú qué crees? ¿Qué estar una hora sentado en una mesa, bebiendo como alcohólico, esperando a tu novia es algo bonito?- Regañó con todo el sarcasmo posible.
-Ay, Li, por favor, perdóname. No fue mi intención. –Suplicó ella.
-No ruegues por algo que no tendrás.
-Liam, ¿Qué quieres decirme? – Dijo preocupada.
-Que terminamos, Sophia. Tú y yo no vamos más. – Colgó el teléfono sin darle la oportunidad de decir palabra alguna.
Despertó en la mañana por un ruido proveniente de la cocina. Se levantó medio dormido y abrió la puerta de su habitación. Caminó hacia la cocina en busca del ruido.
-¿Qué carajos estás haciendo? – Dijo. Frotándose los ojos y con la voz ronca por apenas haberse despertado.
-En mis tierras acostumbran a decir “Buenos días”, Liam. – El rubio le lanzó una mirada sarcástica.
-No te hagas la perra educada, duende. – Rió.
-Al menos ponte algo, Payne.
-Tengo ropa interior. Creo que es suficiente. – Abre el refrigerador y sacó el envase del jugo del cual tomó un sorbo.
-¡Oye! ¡Pendejo! – Suelta un chillido. – ¡Los dos bebemos de ese jugo!
Lo soltó y puso de regreso en el refrigerador.
-Entonces, Niall, ¿Por qué demonios estás cocinando tan temprano en la mañana?
-¿Temprano, Liam? ¡Es mediodía!
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Culpable (Ziam Mayne)
Fanfiction(Ziam/Larry) Liam solo es un muchacho desorientado, con poca suerte en el amor. Pero eso cambiará cuando lo conozca, a él, a el moreno de Bradford.