Culpable (Ziam Mayne)

Capítulo 2: Anne's Place

El frío del ocaso de un día de invierno azotó Londres. Niall iba rumbo a “donde siempre” después de su turno en el restaurante. El sol estaba por ponerse y el cielo se tiñó de un naranja grisáceo por la mezcla entre el color de las nubes y el atardecer mientras los primeros helados copos de nieve iniciaban a caer. Su cuerpo empezaba a helar. Sus rodillas parecían más rígidas, su mandíbula empezaba a tiritar en busca de generar calor y su piel se hacía como de gallina de una manera un poco exagerada aunque llevase todos los abrigos que pudo.

Llegó al pequeño parque, la buscó, y, como siempre, la encontró vacía. Se sentó en la banca a esperar. El frío aumentaba y los pocos niños que estaban jugando en la blanca nieve se iban yendo. Eran ya las siete treinta de la noche, ya no había nadie, solo Niall con las luces de las lámparas del parque, la pequeña nevada y los pocos ruidos que se escuchaban provenir de la calle.

-Parece que alguien necesita compañía. – Dijo una voz familiar proveniente detrás de él. Se volteó lentamente, lo vio, se paró, caminó hasta él y le dio un abrazo sin que él se lo esperara.

-Llegas tarde.- Dice Niall sin soltarlo y hundiendo su mejilla en el abrigo de él.

-¿Ni siquiera un “hola”?- Dice sarcásticamente indignado. Dejó la calidez de su abrigo y lo miró a los ojos. Se acercó lentamente. Podía sentir su aliento salir como también él podía sentir el suyo. Los labios por fin se juntaron. Ambos sentían el helar del otro, pero los suaves movimientos, lentamente los fueron calentando hasta poder sentir una sensación cálida recorrer desde sus labios alrededor de sus cuerpos.

Sonó aquél chasquido. Se separaron inclusive más lento de lo que se juntaron. Niall bajó las manos por los costados de los brazos de él hasta entrelazar sus dedos con aquellos que estaba protegidos por guantes de lana. Abrió los ojos lentamente al igual que él. Niall lanzó una sonrisa coqueta.

-Ahí tienes tu “hola”, Devine.- Dijo sin soltar las manos de él mientras la balanceaba de lado a lado suavemente.

-Esos son tus “holas” que más disfruto, James.- Dijo, burlón.

-¿Otra vez con eso, Josh? Sabes que prefiero que me digas Niall.- Hizo un puchero tierno. Josh no se resistió y se acercó de nuevo a los labios de Niall para besarlos con ternura.

-Me matas con tus pucheros, Ni. – Sonrío y suspiró mientras se perdía en el verde de los orbes de Niall.

Estaba sentado en el sofá en la sala con su laptop en el regazo tecleando algunas palabras.

-Oye, Niall. – Dice sin despegar sus ojos de la pantalla.

-¿Sí, Liam? – Interrumpió la lectura de Niall por un momento.

-¿Por casualidad conoces algún lugar que sea tranquilo para yo poder ir a trabajar? Los Starbucks y McDonald’s ya no son tan tranquilos como solían ser antes.

-¿Hablas en serio, Liam? ¿Me lo preguntas a mí que trabajo probablemente en el restaurante más desolado de todo el Reino Unido?- Sus labios padecían de una fuga de sarcasmo crónica.

-Eso quiere decir que el restaurante de Anne es bastante tranquilo, ¿verdad?

-Ignorando cuando Jeff, el cocinero en jefe, arroja vulgaridades a diestra y siniestra, puede llegar a ser un lugar apacible.- La fuga continuaba.

-Creo que le daré una oportunidad. – Dijo serio, volviendo a su laptop.

A Niall esto le parecía desconcertante. ¿Liam cambiando a Starbucks o McDonald’s por el restaurante de Anne? No es normal. Se levantó de su silla y caminó hasta donde Liam estaba. Se sentó a su lado.