Liam la ha tenido difícil cuando de tratar con Zayn se trata. Está cada vez más lejos, y, aunque consigue que se abra y sea un poco más comunicativo de vez en cuando, solo se vuelve a cerrar por un buen tiempo.
El misterio de Zayn abruma a Liam. Desde que se está quedando en su casa, junto con Niall por querer pasar las vacaciones que le dieron junto a él, no ha hecho más que ser indiferente. Ayuda a Niall con los preparativos para el viaje definitivo hacia Nueva York, que ocurriría dentro de poco.
-Liam está confundido. – Soltó Niall mientras escogía una bufanda entre las incontables en el estante de la tienda.
-¿Eh? – Zayn estaba distraído.
-Zayn, Liam está preocupado por ti. Siente que no le estás correspondiendo últimamente. – Dijo mientras se probaba una de color marrón y se miraba en el espejo. – Se me ve bien. – Sonrió.
-Es solo que he estado bajo mucha presión – Dijo. Y no mentía –. Y creo que todo está repercutiendo en él. – Y lo está.
-No te conozco lo suficiente – Dijo el rubio mientras se la quitaba y buscaba otra bufanda distinta. Al parecer le encontró algún defecto –. Es decir, me entré que existías cuando empezaste a venir a casa, pero sí conozco a Liam, y él nunca la ha pasado bien en el amor. Su vida amorosa ha sido un desastre y tú eres la única persona que, al parecer, le ha hecho sentir amor verdadero. – Sacó una bufanda color blanco.
-¿Cómo sabes?
-Él me lo ha dicho.
-¿Cuándo?
-Cuándo hablamos después de que me entre de su relación. – Volvió a tomar la misma bufanda de color marrón anterior. – Creo que me llevaré esta. ¿Qué te parece? – Zayn solo asintió.
-¿Qué fue lo que te dijo?
-Que eres lo mejor que le ha pasado. Que lo haces sentir vivo, feliz, importante, amado. Que eres su vida. – Pasó al lugar donde tenían los abrigos.
Zayn dejó escapar un pesado suspiro.
-Yo también lo amo.
-¿Entonces por qué lo has tratado de tal forma? – Se volteó para vero a la cara.
Zayn se sintió acorralado, pero habló al final.
-Tal vez sea porque quiera liberar toda esta rabia que tengo – Dijo. Y dijo la verdad, porque se convenció. Estaba enojado, pero lo estaba reprimiendo, pero tenía fugas y esas fugas afectaban al que estaba intentando proteger. Afectaban a Liam. –. Nunca fue intención herir los sentimientos de Liam.
-Lo sé – Dijo Niall –. Te conozco muy poco, Zayn, pero puedo notar cuanto lo quieres y no sé qué es lo que me hace pensar que lo que menos quieres es actuar cómo estás actuando.
Cada oración, cada palabra, cada sílaba, cada letra de lo que dijo el rubio era en su totalidad cierta. No quería ser distante con Liam, por el contrario, lo quería cerca, más cerca que nunca y así es como debería de ser.
Pero no lo era. No era así. Estaba lejos, muy lejos, porque nunca supo lidiar con la mentira, jamás aprendió a ocultar algo y solo aparentar como si no hubiese pasado nada, pero ahora se vio obligado.
-Te equivocas, Niall.
-¿Eh?
-Yo no quiero a Liam – Tomó aire –. Yo lo amo.
-¡Harry! – Levantó su pesado cuerpo de la silla forrada en terciopelo de color rojo exclamando con un tono eufórico. – ¡Encantado de volver a verte, gusano! – Mantenía un semblante serio. No se inmutó a responder con energía o agrado, porque era imposible sentir tal emoción en frente de tal desgraciado como lo era Marlon, Big M. como es conocido.
-¿Qué quieres de mí? – Dijo en voz baja – Yo ya no te debo nada.
-Es verdad, Styles, no me debes nada. – Su euforia desapareció casi por arte de Magia – Solo quería hablar contigo. – Se sentó en la silla. En esa gran silla frente a ese escritorio, nuevo al parecer, enchapado en piezas doradas que a lo mejor eran de oro sólido. La mafia de Marlon maneja un capital exorbitante, no sería extraño que se pudiera dar tales lujos.
-¿Acerca de qué?
-De la vida, Styles – Apoyó los codos sobre el escritorio –. Suele dar giros inesperados y en ocasiones, decidimos quien le da los giros a la nuestra.
-¿A qué te refieres? – Su tono de voz se tornó asustadizo. Las palabras de Marlon eran gélidas como los copos de nieve en la cumbre del invierno.
-Harry, creo que ahora puedes saber la verdad. Como sea, yo sé que no dirás nada, o si no, tu precioso Louis podría sufrir. – Soltó una carcajada y a Harry le recorrió un escalofrío por el cuerpo.
-¿Por qué no vamos de una vez al grano, Marlon? – Soltó el rizado mientras el otro parecía ahogarse en su risa. Cuándo se dio cuenta, calló y soltó un grito alegando ser llamado por su sobrenombre. Habló de nuevo cuando se calmó.
-“¿Cuál es el costo?” ¿Recuerdas?
-¿Qué? – Estaba realmente confundido. No sabía, o más bien, no recordaba de qué hablaba. Hasta que vio en el rostro de Marlon la respuesta. Fue cuando le pidió la prorroga hace varios meses para terminar de pagarle, cuando fue a verlo al día siguiente de haber conocido a Louis. Él le preguntó que si había un costo por el pedido, y él le dijo que no importaba. Pero ahora sabía que sí había un costo, lo que no sabía era cual.
Podría ser cualquier cosa. Y a la vez nada. No se le ocurría nada, pero a la vez todo.
-¿Qué quieres, Mar… - Recordó – Big M.?
-Nada. – Sonrió con frialdad – Hace tiempo lo cobré.
Ahora estaba más asustado. No podía unir las piezas.
-¿Cómo lo hiciste? – Se empezaba a desesperar
-Samuel.
-¿Qué?
-El no murió en un accidente, Harry. Nosotros lo asesinamos.
Lo siguiente que recuerda es su macabra risa, sus lágrimas brotando de sus ojos, su ira a punto de desatarse él, sobre Marlon, el asesino de Samuel, y el dolor de un golpe contundente en su sien izquierda, quedando inconsciente.
Ahora, el lastre de la muerte de Sam le pesará de por vida. Si tan solo se hubiese esforzado por conseguir más dinero, si tan solo no hubiese pensado en una prórroga, si tan solo no hubiese ido y abierto la boca frente a uno de los hombres más peligrosos del país. Si tan solo no hubiese hecho nada de eso Samuel Welbeck seguiría vivo.
Cuando despertó en su casa, en su sofá, con una herida donde fue golpeado, pero ya vendada no sintió más que culpa. Rompió en llanto y más cuando encontró una carta escrita a mano por el mismo Marlon detallando como fue asesinado.
La noche anterior a su viaje, irrumpieron en el garaje del edificio, alteraron el mecanismo de frenos y sabían que debía fallar en algún momento. A la vez que alteraron el flujo de combustible, haciendo que al momento del accidente, su muerte fuese un hecho.
Llegaron al departamento cargados de bolsas, entre balbuceos, encontraron a Liam, sentado en el sofá de la sala de estar.
-Hola, Li. – Saludó Zayn con un tono amable. Vio cómo se levantaba violentamente del sofá y cómo se acercaba a él. Pensó que era para darle un beso, pero no. Sintió el fuerte puñetazo en la mejilla izquierda a la par que caía al piso mientras lo escuchaba gritar:
-¡Eres un hijo puta, Zayn!
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Culpable (Ziam Mayne)
Fanfiction(Ziam/Larry) Liam solo es un muchacho desorientado, con poca suerte en el amor. Pero eso cambiará cuando lo conozca, a él, a el moreno de Bradford.