Culpable (Ziam Mayne)

Capítulo 17: Muy Lejos

Sé que prometí una maratón, pero, no sé, siento algo por este capítulo. Creo que es uno de los mejores que he escrito. Ojalá les agrade :3  #MuchLove

Ahora no sentía nada. Nada en absoluto. Nada más que odio y rabia hacia David. Odio y rabia hacia sí mismo, como a su vez detestaba su fragilidad, su facilidad, sus impulsos y cada fibra de su ser. Se odiaba. Vivía intranquilo, con la mentira pesando sobre sus hombros, y con el corazón doliendo por mentirle y ocultarle la verdad a la persona que ama.

Se había vuelto frío, distante, poco expresivo y menos comunicativo. Todo lo notaba Liam cada vez que estaba con él. Sabía que algo estaba pasando con Zayn, pero no lo podía ubicar, ni se hacía la más mínima idea de por qué pasó de ser el Zayn que conoció en la terraza del Anne’s Place, al ser sin emociones aparentes con el que ahora comparte sus abrazos, sus besos, sus detalles, su intimidad.

El nuevo Zayn daba miedo. Con ojeras bajo sus ojos, cabello poco cuidado y peinado, ojos irritados que delataban las pocas horas de sueño que lograba tener en la noche por culpa del incesante llanto, vestía ropas que no le hacían justicia a su porte elegante y muy urbano que siempre irradiaba. A simple vista, no era el mismo.

Todo lo opuesto estaba sucediendo con Louis y Harry. Su relación avanzaba sin preocupaciones, ni molestias. Harry por fin había terminado de pagarle su deuda a Big M. por todo el dinero que le debía. Era extraño. Era demasiado dinero para una sola persona, pero Harry tenía sus motivos. Notaba todo el esfuerzo de su madre para mantener su restaurante en pie, pagando las deudas, pagando a sus empleados y manteniendo su infraestructura. El restaurante, de repente, empezó a tener más y más clientes y el dinero empezó a llegar, Anne no podía estar más contenta y pensó en la idea de abrir el segundo.

Todo cambió cuando se dio cuenta que sus ingresos no podrían costear un nuevo restaurante. A Harry le destruyó el alma y el corazón el ver un sueño de su madre hecho pedazos. Por medio de contactos, logró llegar a Big M. quién le prestó el dinero necesario para poder abrir un segundo restaurante. Arriesgó su vida, solo por ella. Por la mujer que se la dio.

Él no podría estar en un mejor momento. Tiene junto a él a un chico que le curó el dolor de su perdida, está a salvo de toda amenaza. Todo parece el final de un cuento de hadas, donde están aquellos que viven para siempre, pero, no hay final si no se ha marcado un punto todavía.

-¿Qué te está sucediendo? – Inquirió Liam de repente mientras estaban cenando en el departamento de Liam, mientras Niall estaba afuera haciendo unas compras para su viaje. Zayn hizo señas de abrir la boca para lanzar sus palabras, pero fue interrumpido: - Y no me digas que nada, porque sé que está pasando mucho.

El pelinegro cerró su boca y se quedó en silencio un momento, pensando en las palabras adecuadas. Fueron unos escasos segundos, que parecieron horas durante las que Zayn calló.

-No mucho, Li. Créeme – Soltó de repente –, solo es que, he tenido mucha presión en el trabajo.

Si bien la parte del No mucho era una rotunda mentira, la de la presión en el trabajo tan cierta como que el fuego es peligroso.

-¿Por qué? – Preguntó Liam. Su tono se tornó de preocupación. No tenía que decirlo, pues solo esas dos palabras convencerían a cualquiera de que Liam tenía la mejor intención.

-Últimamente los clientes han aumentado – Explicó –. El  restaurante recibe clientes a una velocidad alarmante.

De repente se sintió el ambiente más liviano. Zayn empezaba a abrirse más, a comentar acerca de su día, cosa que había dejado de hacer desde que cambió sin razón aparente. Zayn lo sentía, sentía que esto era lo que necesitaba, tener a alguien con quien hablar, pero seguía firme en su decisión de ocultarle la dolorosa verdad a su novio.