-Es muy complicado, Zayn, no puedo, no puedo hacerme la idea de no poder hablarle o siquiera verlo. Simplemente no puedo. – Harry estaba realmente desesperado pues necesitaba hacer contacto de alguna manera a Louis.
-Harry, sea lo que sea que estás pensando, no pienses en hacerlo.
-¿Por qué? – Preguntó Harry, confundido.
-Te tienen vigilado. Podrán saber lo que haces y podrían hacerte daño, Harry. – Lo aconsejó Zayn. – Lo mejor que puedes hacer sería dejarlo por un tiempo, hasta que las cosas se calmen.
-Es la misma mierda, Zayn. – Lo ojos de Harry empezaron a dejar escapar unas pocas lágrimas. – Siempre es “Espera a que las cosas se calmen, Harry” ¡pero nunca cambian! – Se secó los ojos. No quería llorar en público, no quería pasar pena.
-Ven, vamos a tomar algo. Debes calmarte.
-Vale, Zayn.
Fueron a una cafetería cercana y bebieron un par de refrescos. Zayn se empezaba a preocupar, pues un Harry enamorado es capaz de cualquier cosa y sí, era evidente, él se había enamorado de Louis.
Pagaron la cuenta y volvieron al parque para caminar un poco y hablar de nuevo como lo solían hacer antes de que Liam y Louis llegaran a sus vidas. Hablaron sobre Anne y su progreso con el restaurante, sobre el trabajo y de alguna manera llegaron al tema de la muerte de Sam. Harry fue muy reacio frente a ello, no era fácil olvidar a Sam, fue su primer chico después de incontables errores con chicas, fue quien le enseñó a amar de verdad, fue quien murió probablemente dudando del amor que Harry le sentía.
Harry llevó a Zayn hasta el lugar donde él y Liam se verían aquella tarde para su día de campo pues a Liam se le presentó un problema pequeño así que corrió un poco la cita. Era debajo de un árbol, alguno muy parecido a un roble, pero un poco más bajo. El cantar de los pájaros y la suave brisa que pasaba bajo su sombra en la tarde de un día de principios de verano hacían la atmósfera perfecta para la cita perfecta.
Por detrás de un árbol cercano se asomó él, Liam. Besó a Zayn en los labios justo en el momento cuando se acercó a él y a Harry. Era la escena perfecta, el momento perfecto, pero no duró por mucho. De alguna manera Liam se giró y dio la espalda a la misma dirección que la de Harry y justo ahí, en ese momento dos estruendos hicieron volar a los pájaros del árbol, hicieron a los peatones que paseaban por el parque correr. Fueron dos disparos, dos disparos que se suponían iban hacia el moreno, pero el castaño lo giró y sin darse cuenta, le impactaron a él dejándolo tendido en el piso, inconsciente y muy cerca de la muerte.
Vio como Harry y Zayn se alarmaban mientras lentamente las luces se le iban escuchaba cada vez menos a medida que perdía la razón, trataba de no quedarse dormido y pronunciar algunas palabras, pero no lo logró. Se durmió en el charco de sangre que empezaba a formarse.
Despertó en una camilla, no había nadie en la habitación, o al menos eso parecía. Había alguien dormido en el sillón en frente de la camilla, era un hombre, estaba algo sucio y necesitaba un buen baño al igual que él mismo. Intentó moverse pero no pudo. Su espalda no se lo permitió y apenas podía sentir sus pies. No sabía que había pasado. Se vio conectado a múltiples máquinas, estaba realmente confundido. El hombre misterioso se empezó a despertar, Liam se asustó.
-¿Liam? – Dijo el hombre entre bostezos. - ¿Liam? ¡Liam! ¡Oh, gracias al cielo despertaste! – Dijo el hombre de barba poblada y un poco mal oliente. No lo podía distinguir bien hasta que los vio. A ese par de orbes color ámbar que le han traído felicidad últimamente.
-¿Za…? ¿Zayn? – Su voz era débil, no podía pronunciarse con mucha fuerza. Sí, era Zayn que con solo escuchar la voz tenue de Liam se levantó del sofá tan rápido como pudo y corrió a su camilla para verlo.
-Sí, sí, Liam, soy yo, Zayn. – Dijo con las lágrimas bajándole por sus mejillas y enrojeciendo los hermosos ojos de él. Liam logró mover su brazo y delicadamente borró las lágrimas del rostro del moreno regalándole una pequeña sonrisa.
-No llores, Zayn, no llores. – Su voz lentamente recobraba fuerza. – Estoy bien. – Sonrió. Zayn no resistió las ganas y besó suavemente a Liam en los labios y éste correspondió. Liam soltó una pequeña carcajada y arrugó un poco la nariz.
-¿Qué te pasa? – Dijo entre risillas.
-Necesitas una ducha, Zayn. Apestas un poco. – También dijo riéndose un poco.
-No me he apartado ni un segundo de tu lado, Li. Desde que te internaron hace dos semanas no me he movido de ese sofá. – Liam tenía cara de sorprendido. – Sí, Liam, estuviste en coma por dos semanas.
En ese momento entró una enfermera vestida con su bonito uniforme blanco a revisar a Liam. Tenía unas curvas deslumbrantes y un cabello color bronce que quitaban el aliento.
-Hola, Lilly. – Saludó Zayn a la enfermera. – Oye, Li, ella es Lilly, ha sido tu enfermera todo este tiempo.
-¿Ya despertó? Vaya, esto es un gran avance, Liam. Habíamos pronosticado que despertarías en tres días más. – Dijo la despampanante enfermera. – Le avisaré al doctor Howard al respecto. – Lilly desfiló hacia afuera de la habitación. Se detuvo en el umbral de la puerta. – Volveré en un momento, chicos. – Sonrió y salió definitivamente.
Al rato llegó el doctor Howard, un hombre de estatura promedio, maduro y ya se le notaban alunas canas en su cabello. Examinó a Liam cuidadosamente mientras Zayn empacaba las cosas de Liam y las de él porque le doctor Howard dijo que probablemente podrían darle de alta. Efectivamente, el doctor Howard finalizó su chequeo y envió a Lilly a hacer el papeleo para dar de alta a Liam, quién no se había movido de esa camilla en dos semanas. Sacaron a Liam del hospital en silla de ruedas hasta el estacionamiento donde Zayn tenía el auto de Liam. No lo dejó conducir, aún estaba muy débil, así que con delicadeza logró poner a Liam en el lugar del copiloto.
-Zayn, ¿Qué fue lo que exactamente me sucedió? ¿Cómo terminé en el hospital? – Preguntó Liam mientras Zayn se detuvo en una luz roja. El moreno soltó un suspiro.
-Te dispararon, Liam. Dos veces en la espalda. Aparentemente los disparos eran para mí, pero tu cuerpo de interpuso y me salvaron, pero tu quedaste malherido. – Liam escuchaba atento. – Al parecer no solo fueron los impactos en tu espalda, al parecer encontraron la manera de poder envenenarlas para asegurar mí muerte. Cuando llegaste al hospital, los doctores te dieron un muy mal pronóstico. El veneno había atacado varios órganos y además habías perdido mucha sangre por la herida. – A Zayn se le empezaban a escapar unas pocas lágrimas. – Realmente pensé que podrías morir, Liam, y no podría vivir con el hecho de que hubieses muerto por mi culpa. ¿Sabes algo, Liam? Tú significas el mundo para mí. Nunca he encontrado tanto amor en alguien como lo he hecho contigo. – Se limpió los ojos. – Esperé hasta que saliste de cirugía cerca de las tres de la mañana. El doctor dijo que todo salió bien, pero que aún estabas delicado. Niall te cuidó esa noche y yo volví a casa, pero desde la noche siguiente yo no me separé de tu lado. Dos noches después tu salud se complicó, habías dado unos signos de lucidez, pocos, pero luego caíste en un coma, hasta esta mañana. – La luz roja cambió a verde y Zayn aceleró.
Liam no dijo nada, solo se quedó callado hasta que por fin dijo algo.
-¿Zayn? – Dijo suavemente. Zayn seguía con la vista pegada en el camino y estaban cerca del departamento de Liam.
-¿Sí, Li? – Como es de costumbre, a Liam se le derritió el corazón con la sílaba. Debía decirle ahora.
-Zayn, yo…
-¿Tú….?
-Zayn, no quiero ocultarlo más. Han sido unos magníficos meses contigo. Zayn Malik, yo… - Otra vez pausó, tomó aire y siguió. – Yo te amo. Te amo demasiado, Zayn Malik. – Aparentemente Zayn no sabía que decir, estaba impactado, pero sonrió y soltó una pequeña carcajada.
-Yo igualmente te amo, Liam, te amo. – Otra luz roja se interpuso y la aprovecharon para compartir un dulce beso en los labios.
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Culpable (Ziam Mayne)
Fiksi Penggemar(Ziam/Larry) Liam solo es un muchacho desorientado, con poca suerte en el amor. Pero eso cambiará cuando lo conozca, a él, a el moreno de Bradford.