Yellow | K.sj

Cinq

Pasaban varias noches que Jin no podía dormir. No era por pesadillas u otra cosa. Simplemente no podía dormir. Tenía un insomnio extremo. Y eso era terriblemente malo pues tenía que despertarse dos horas antes de lo que lo hacía y trabajar dos horas más.

—¡Jin, despierta!
—¿que? ¿Que pasó?—Jin reaccionó
—casi te ve Yang....no debes hacer eso. ¿Que te pasa?
—he tenido un insomnio horrible, Taehyung. No tienes idea. Estoy lo que sigue de agotado.
—¿has visto a un doctor?
—no, no creo que sea algo médico. Ya se me pasará.
—si Yang se entera de esto no te dará tus horas, Jin.
—lo sé, lo sé.
—cuídate.

El peligris dio golpecitos a la espalda de Jin y se fue. El castaño dejó escapar un profundo suspiro y se relajó un poco.

—cálmate, Jin. Solo será unos días. Relájate.—se dijo a sí mismo.

Una chica compañera de trabajo de Jin se acercó a él con una pila de papeles en las manos. Los dejó sobre la mesa espantando a Jin.

—¿que es eso?—preguntó mirando los papeles.
—trabajo. ¡Ah y...! Yang te quiere en su oficina.

Jin miró la pila de papeles y suspiró. Se levantó de su silla y caminó hacia la oficina de su jefe.

—siéntate, Jin.
—¿ocurre algo?
—¿has estado durmiendo bien?
—si le soy sincero...no. La verdad no.
—¿tienes algún problema? No te haré trabajar horas extra solo para agotarte más de lo que de seguro estás. Es por tu salud y por mí, si no trabajas bien yo no gano y tú te debilitas, ¿me entiendes?
—completamente.
—bien. ¿Que tienes?
—tengo un insomnio. Desde hace unas semanas.
—tómate tu tiempo. Jin. Descansa. No te quedes dos horas más, hoy saldrás temprano. Y lo mismo hasta que puedas dormir. No te preocupes, la paga será la misma y solo se aumentará hasta que trabajes tus horas extra.
—está bien. Lo intentaré...
—sí, ahora sigue con tus cosas. Gracias por venir.

Jin salió de la oficina de su jefe y regresó a su escritorio. El solo ver la pila de papel en la mesa le hacía bostezar y cerrar los ojos adormilado. Comenzó a resolver los papeles.

[...]

Jin llevaba  la mitad de la pila de papeles cuando la chica que se los entregó volvió con él. Faltaba media hora para que Jin pudiera salir del trabajo.

—Jin, hay una chica que te busca en la recepción.

Jin fue extrañado a la recepción y buscó con la vista a la supuesta chica. Cuando la encontró sus ojos se abrieron de par en par y sonrió ampliamente.
Iseul estaba ahí.

—Iseul, ¿como...? ¿Como llegaste...?
—te estuve acosando un rato—rió—. Quería preguntarte si podías acompañarme por unas cosas y después ir a la cafetería.
—sería un honor. Recogeré mis cosas y vuelvo.

Jin volvió a por sus cosas y después volvió con Iseul.

—¿en que llegaste?
—en transporte, no tengo auto.
—oh, entonces permíteme llevarte.

Jin le abrió la puerta del copiloto de su auto a Iseul y ella subió en él. Cerró la puerta y subió del otro lado.

—¿a donde vamos?—preguntó Jin encendiendo el auto.
—vamos a esta dirección.

Iseul le enseñó una hoja de papel con un pequeño mapa y Jin supo ubicar donde estaba.