Dix-Neuf

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Jin tomó la mano de Iseul y dio media vuelta mientras salían de la iglesia. Ambos subieron al convertible de Jin y este arrancó. Jin condujo hasta el aeropuerto con los boletos de avión y ambos tomaron su vuelo.

Jin trajo un cambio de ropa para Iseul para que no tuviera que andar el vestido de novia todo el viaje. Iseul se cambió de ropa y volvió a su asiento en el avión.

Lo que Iseul sentía en ese momento era inefable. Incapaz de expresarse en palabras. La sensación del vaivén de los latidos de su corazón; las comisuras de sus labios tan distanciadas que formaban un pequeño e imperceptible hoyuelo en la mejilla izquierda de Iseul.

Después de muchos días, sus ojos no brillaban a causa de las lágrimas sino que brillaban de alegría. Y lo que Jin sentía al ver los ojos color sol de Iseul. Una felicidad inexplicable, unos nervios que le ponían los pelos de punta y un corazón cálido.

Podía clasificar esas emociones en una sola palabra. O más bien, color.


Amarillo.


Lo que Iseul irradiaba era felicidad y calidez a donde quiera que iba. Aunque la Luna quisiera ocultar su belleza algunas veces. Cuantas veces no soñó ese momento. Esa ciudad que parecía de mentira. E incluso, a esa persona tan especial.

Quien de todas las personas que conocían al hermoso sol, no quiso compartir sus rayos con nadie y no permitió que la Luna la volviera a cubrir. ¿Quien quería pasar toda la vida soñando con que un caballero con armadura plateada entrara al castillo a rescatarla? Cuando ella tenía a un caballero de suéter rosado, quien entró a una cafetería, ordenó un caramel macchiato y le construyó alas de cera con amor para poder marcharse de ahí. Construyendo la historia más dulce que el mismo chocolate caliente.

El avión aterrizó al igual que los pensamientos de ambos y bajaron de este. Recogieron las maletas y un taxi los llevó a un hotel.

No tenían el tiempo suficiente para ir a un museo o disfrutar de muchas cosas que la ciudad ofrecía, pero sí tenían el tiempo suficiente para cenar en un restaurante y caminar.

Pláticas llenas de ocurrencias, chistes, anécdotas, miradas y besos. Después de mucho, ya no tenían prisa, ya no tenían miedo, ya no había alguien persiguiéndolos. No había golpes en el rostro de Iseul y anillo en su dedo. Ya no había ojeras en el rostro de Jin ni horas extras.

Regresaron al hotel. La habitación en penumbra. Todas sus ropas en el suelo y dos cuerpos siendo uno solo encima de la cama. No había caricia que se sintiera avergonzada, o beso que se sintiera obligado, no existían gritos de dolor.

Y cuando el vorágine llegó, ambos se separan. Comparten dos palabras. Dos palabras que son suficientes para ambos. No necesitan tres, ni una. Dos. Sólo dos.

Iseul sale al balcón a bajarse la temperatura. Con una camisa larga y una taza de café, abrazándose a sí misma. Jin le observa sentado en la cama, y aún en la habitación en penumbra, aún a la media noche, Iseul irradia luz.
Jin se levanta y rodea a Iseul con sus brazos compartiendo su calor.

—mira las estrellas.

Iseul obedece, y junto con él, su vista asciende por el cielo hasta dar con los cuerpos celestes en el cielo, brillando como nunca antes las había visto hacerlo. Como si estuvieran felices. Como si hubiera sucedido algo hermoso.

—mira cómo brillan para ti.

Los ojos de Iseul se llenaban del brillo de las estrellas encima de ella. ¿Era así como siempre lo imaginó? ¿Acaso se merecía tal espectáculo?

—ahora es su turno de iluminarte a ti.

Oh, vaya que se las merecía. Mientras el Sol ilumina a todos con su hermosa luz, sus sentimientos y su aura cálida; mientras pensaba en el beneficio de los demás, pero nunca en el propio; mientras dejaba a un lado esa meta y dejaba opacarse por la Luna y prestarle su brillo.

Y todas las estrellas en el cielo brillaban para ellos.

Y eran todas amarillas.










E N D






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Holu

¡YA SE ACABÓ, CHAMACOS!
De verdad agradezco las vistas y los votos.
No creí que iba a recibir apoyo 🙈💛

Creo que debí hacerlo más largo, pero ya no tenía más material y se me estaba acabando mi lenguaje figurativo.

Anyway, espero que les haya gustado la historia.

Bye, bye

-Sof 🌻

Yellow | K.sjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora