Iseul hizo caso a Jin y al siguiente día, llegó a la cafetería con el disco de vinilo en mano y una enorme sonrisa adornando su rostro. Dejó su bolso en la cocina y se colocó el delantal amarillo. Sacó el disco de vinilo de su cartón y lo puso en el tocadiscos. Colocó la púa en el inicio del disco y la música comenzó a sonar. Su jefe no se quejó y sus compañeros tampoco. Estaba feliz.
Los clientes comenzaron a llegar y nadie reclamó por la música o su volumen. Iseul iba y venía a la cocina y a las diferentes mesas. Como siempre con buena energía y una sonrisa.
—estás feliz—dijo Yoongi cortando vegetales—. ¿Por qué?
Iseul sonrió y señaló su oído. Tomó la orden del cliente y salió de la cocina. Dejó el plato con su dueño y regresó a la cocina.
—yo siempre estoy feliz, Yoongi.
Le dejó la orden de otra mesa y salió de la cocina.
Por otro lado.
Jin se encontraba en su oficina. Tenía poco trabajo, pero iría a pedirle a su jefe sus dos horas extra. Ya había podido conciliar el sueño por las noches y necesitaba trabajar para ganar suficiente dinero para llevar a Iseul a París.
Hizo cita con su jefe y la secretaria le avisaría su turno, así que eso esperaba Jin mientras tanto.
Cuando la secretaria le indicó su turno, Jin tocó la puerta de su jefe y él pidió que entrara.—Kim, gusto en verte de nuevo. Siéntate.
Jin obedeció a su jefe y se sentó en frente de él. Aclaró su garganta y llegó al grano de su asunto.
—creo que ya sabe a qué vengo.—dijo Jin sentándose.
—¿vienes por tus horas extras?—dijo firmando unos papeles encima del escritorio.
—de hecho.
—¿has podido dormir bien?
—de maravilla, señor.
—bien—despegó su vista de los papeles.—. Mañana empiezas, Kim.
—muchísimas gracias, señor. Se lo agradezco de verdad.—dijo haciendo reverencias seguidas.
—no me lo agradezcas.Jin hizo una reverencia más y salió de la oficina de su jefe. Volvió feliz a su oficina, Taehyung lo notó y entró seguido de él, se recargó en la pared y preguntó.
—¿por qué tan feliz?
—yo siempre estoy feliz, Taehyung.Taehyung rodó los ojos y rió. Salió de la oficina de Jin y siguió en lo suyo.
Jin estaba más que feliz, tendría sus horas extra, y estaba aseguro de que en muy poco tiempo tendría dinero para llevar a Iseul a París.Siguió trabajando feliz y con energía hasta que su turno terminó. Tomó sus llaves y subió a su auto listo para irse a Yellow. Manejó y al llegar se puso su suéter rosa, guardó sus llaves en su pantalón y entró a la cafetería.
Yellow a todo volumen sonaba en la cafetería, la última mesa se acababa de ir y de detrás de las cortinas de la cocina después de que sonara la campanilla de la entrada salió Iseul.
Sonrió al ver a Jin parado en la puerta y corrió hacia él abrazándolo en el acto. Jin la tomo en sus brazos y correspondió a su abrazo.El cabello de Iseul chocaba contra la nariz de Jin y él podía sentir su perfume, la chica tenía que pararse de puntitas para abrazar bien a Jin. Mentiría si dijera que no le gustaba esa chica. Lo acababa de decidir, le gustaba mucho.
Su corazón estaba descontrolado, no sabía la razón de la reacción de Iseul ante su llegada pero ya iba sido una muy buena manera de recibirlo después de una tarde llena de trabajo. Le recordaba el por qué de sus horas extras.
—siéntate, te traeré tu favorito—dio un pequeño empujón a Jin para que se sentara en una mesa y desapareció en la cocina.
Jin bufó divertido y esperó a que Iseul regresara. No tardó demasiado, ya estaba de vuelta con la taza en la mano, la dejó encima de la mesa y recargó su cabeza en sus manos.
Sus compañeros y su jefe se estaban retirando ya, el hombre le landó las llaves del lugar a Iseul indicándole que ella tenía que cerrar el restaurante. Iseul se despidió con un movimiento de mano y una sonrisa y volvió su vista a Jin.—bien, ¿como te fue?—preguntó atenta.
—bien, bastante. Todo va de maravilla.
—es bueno oír eso. Yo también estoy feliz.Nadie dijo nada más. Sonrisas y miradas entre los dos decían más que mil palabras. No era necesario hablarse para que ambos tuvieran una conexión especial en ese momento. Las mejillas de ambos comenzaban a tornarse de un color carmín y el brillo de sus ojos eran como estrellas.
La canción de fondo incitó a Jin a tomar la mano de Iseul.—¿me dedica la pieza, mademoiselle?—preguntó sosteniendo la mano de la chica.
Iseul sonrió y se levantó junto con Jin de la mesa.
Jin sostuvo su cintura con una mano y con la otra entrelazó los dedos con Iseul y al ritmo de la canción se iban moviendo suavemente.—Iseul, eres muy bonita—dijo Jin acercándose peligrosamente a la cara de Iseul, más exacto, a sus labios—. ¿Me dejarías besarte?
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Yellow | K.sj
Fanfiction"Mira a las estrellas, Mira como brillan para ti" ⭐️queda prohibida toda copia y/o adaptación⭐️ #14 - coldplay ✔️ #13 - coldplay ✔️ #9 - coldplay ✔️ #8 - coldplay ✔️ #6 - coldplay ✔️ #5 - coldplay ✔️ #4 - coldplay ✔️ #3 - coldplay ✔️ #2 - coldplay ✔...