Rompiendo Cadenas

Capitulo 15

¿Había oído bien? Trece semanas había dicho el médico, eso son... tres meses embarazada, ¿Tanto tiempo? ¿Cómo iba a ser tanto tiempo? Si esa fecha que había dicho era cierta querría decir que he pasado casi todo el secuestro embarazada de un engendro. Lo pero era saber que aquellas palabras habían confirmado lo que yo más temía, dentro de mi vientre estaba creciendo una vida fruto de una brutal violación, o violaciones si se tenía en cuenta la cantidad de veces que me había pasado.

Mis ojos se llenaron de lágrimas rápidamente, yo no quería todo esto, ¿Por qué me tiene que pasar a mí? No había echo nada para merecer un destino tan cruel, no entendía el motivo por el que todo aquello tenía que pasarme a mí. Una mano cubrió mis hombros y me abrazó en un intento de consolarme, aún así era incapaz de controlarme. La afirmación de un embarazo tan solo significaba para mí que definitivamente mi vida iba a destruirse, con esto, mi vida tal y como la conocía había sido sentenciada a muerte.

-Len: Tranquila Rin, no pasara nada, todo irá bien.

Me decía cálidamente al oído tratando de reconfortándome, no comprendía el motivo por el que él lo hacía pero gracias a aquello poco a poco el nivel de mis llantos descendió tranquilizándome. Cuando al fin logre calmarme un poco el médico me tendió un papel con una fecha y hora de mañana en el, mire confusa la hoja.

-¿Y-y esto que es?

-Doctor: La fecha para que la vea a un ginecólogo que le ponga al corriente de todo lo que debe saber.

-Vale gracias...- entristecida guarde el papel el un bolsillo y me levante de la silla tomando la manga de su uniforme- Vámonos Len.

-Len: Claro Rin.- el me siguió con rapidez y cuando ya estábamos en la puerta el doctor nos volvió a hablar.

-Doctor: Con tu edad debes tener cuidado con lo que haces, puede dañaros a ti y al bebé, así que procura no hacer ejercicio, ni estresarte y no levante mucho peso.

-De acuerdo...- la verdad no pensaba hacer ninguna de esas actividades, aunque si eran perjudiciales para ese demonio... Quizás debiera probar alguna.

-Doctor: Y también deberíamos tener más cuidado con lo que hacemos, cosas como estas ya no son una tontería, hazte cargo de tu irresponsabilidad.

Apreté los puños mordiéndome el labio de rabia sin replicar, ojalá supiese todo el infierno por el que he tenido que pasar, todos los golpes e insulsos que he pasado, todas las humillaciones y burlas, todas las violaciones, todas las torturas que he recibido... Si el supiera todo eso seguro que no habría dicho eso. ¿Pero que conseguiría yo delatándoles? En este maldito país es la víctima la que es una puta que tiene la culpa no el violador, por algo de este calibre... ¿Les tocaría cuatro años de cárcel? ¿Cinco tal vez? ¿Y luego que haría yo el día que salieran? ¿Esperar a que viniesen por mí por haberles delatado? ¿Vivir notando las miradas de pena y asco hacia mí persona?

Eso no era lo que yo quería, si denunciaba nunca iba a poder dejar todo el pasado atrás, lo mismo me sucedía si tenía este bicho que crecía en mi vientre. Mirase hacia donde mirase solo veía problemas, ¿Y el día que se enteren mis padres que haré? Quizás mi padre si me llegase a consolar, pero mi madre... No, ella nunca haría nada igual, quizás antes me habría apoyado y me habría dejado abortar, pero ahora... Jamas me dejaría hacer algo así. Ella había cambiado tanto en tan solo unos pocos años, se había transformado en otra persona completamente diferente, pero mi padre eso no lo veía, él siempre fue demasiado manejable...

-Len: Usted no sabe nada, así que déjela.- lo mire asombrada de aquel arrebato que me sacó de mis pensamientos- Bueno Rin vámonos.

-V-voy...- mire por última vez al doctor haciendo una pequeña reverencia- Adiós...