Rompiendo Cadenas

Capitulo Final

Ha pasado un año desde que la vida me cambio para siempre, un año bastante laborioso pero tranquilo dentro de lo que cabe. A medida que iban pasando los meses me iba acostumbrado a mi nueva situación, lo había pasado muy mal, y no solo por las noches en vela cuidando de mi niñita junto con Len, ni tampoco por tener que aparecer dos veces por semana a rehabilitación para recuperar la movilidad de mis piernas, sino porque tenía que lidiar con el hecho de que ahora para el mundo estaba muerta.

Rin Kagamine murió justo un año atrás en aquel incendio. Fue algo que ni siquiera escogí yo, cuando el médico llegó y nombró como Rin Kagami pensé que se había equivocado y no le di muchas vueltas, estaba más alterada, nerviosa y preocupada por no poder mover mis piernas, y es que Len al dar mi nombre cambió mi apellido intencionadamente.

Él sabía que mientras yo estuviese viva mis padres habrían seguido tratando de acabar con mi vida, yo no era necesaria para ellos, solo era una carga de la que se querían deshacer, me querían muerta y aquello ya era una certeza. Pero por lo menos ahora era completamente libre para hacer lo que se me antojase, no tenía ataduras, ni presiones. No tenía nada que me encadenase a ellos.

Ahora vivía con Len en su casa, él ya era mayor de edad y Lenka a pesar de nuestras protestas se trasladó a vivir con su tía, nos dijo que ambos necesitábamos espacio e intimidad para formar nuestra familia, esa chica es demasiado buena persona y muy comprensible, o al menos era lo que aparentaba, porque según me había contado la tía de ambos, Lenka solía traerse a dormir a su casa a su mejor amiga, la misma chica con la que Len le había prohibido quedar.

Cuando Len cumplió los dieciocho heredó formalmente la parte que a él le correspondía de todo, no teníamos mucho dinero, pero si el suficiente para poder vivir adecuadamente. Tampoco necesitábamos más, el dinero no da la felicidad, mis padres eran el claro ejemplo de eso, a medida que ellos consiguieron más dinero se volvieron más fríos y apáticos, comenzando a verme más como una carga que como una hija.

No eran buenas personas, les estaba agradecida por haberme dado la vida, pero no se merecían todas las lagrimas que derramé por ellos, ni todas mis noches en vela pensando en que es lo que hice mal para que llegaran a intentar acabar con mi vida, siempre intenté ser la hija perfecta para ellos, por verlos felices y orgullosos de mí, eran mis padres y los quise incondicionalmente por ello, me esforcé por estar a la altura de sus expectativas, cosa que no sirvió para nada.

Ahora solo sentía por ellos decepción y rechazo, no era un sentimiento fácil de ignorar pero debía hacerlo, debía olvidar todo aquello, después de todo para ellos estaba muerta. Tenía que dejar ya de una vez el pasado atrás, porque tengo una larga vida por delante, con una hija a la que pensaba que aborrecería pero adoro y con el que fue mi mejor amigo de la infancia como su padre, tengo que pensar en ellos y no solo en mí.

Si me hubiese rendido el día que me violaron por primera vez seguramente ya estaría muerta de verdad, pero aquí seguía, superando día a día las dificultades que se cruzaban por mi camino. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer... Todavía puedo recordar a la perfección cada detalle de aquel día, ese en el que supe que Rin Kagamine había "muerto".

Ese momento en el que estaba amamantando a mi hija recién nacida viendo la televisión del hospital no creo que pueda olvidarlo nunca. No esperaba ver como mis padres lloraban en televisión frente a los escombros calcinados y cubiertos de hollín de lo que debió se una casa, la casa donde estuve retenida.

Ambos estaban allí, mi padre consolando a mi madre mientras el relataba como al volver a casa del viaje que tenía para llegar conmigo y con mi madre, como encontró en mi papelera la nota con la amenaza y llamó a la policía hasta que hallaron mi "cuerpo" en aquella casa junto al de mi supuesto asesino.