Capitulo 25

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Abrí los ojos y miré confundida a mi alrededor, deseaba que aquello fuese una horrible pesadilla, pero acababa de despertarme y había reconocido a la perfección las cuatro paredes entre las que me encontraba. Traté de moverme, sin embargo, tal y como me esperaba no pude moverme.

La posición en la que me encontraba ataba era realmente incómoda, mis manos se encontraban en la espalda, y mis piernas se encontraban flexionadas de tal forma que la cuerda unía mis tobillos con su correspondiente muslo, impidiendo cualquier acción de estas. Lo único que podía hacer era abrir y cerrar las piernas, cosa que realmente no me iba a servir para nada.

Realmente estaba muy incómoda, las cuerdas estaban demasiado apretadas, las notaba demasiado tirantes y era consciente de que aquel hormigueo que sentía se debía a la falta de circulación. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, miré hacia abajo y lo comprendí enseguida, estaba completamente desnuda, esta vez me habían quitado la ropa antes de atarme.

Busqué a Luka por la habitación hasta que la vi en aquella cama donde había sufrido tanto, al igual que yo la primera vez, Luka estaba atada, abierta de piernas y con las manos juntas atadas en el cabecero de la cama. Ella si se encontraba vestida con el vestido que se había llevado para la cita, pero parecía que seguía durmiendo tranquilamente.

Intenté acercarme a ella, pero era imposible, no podía siquiera levantarme del frío suelo. Sentí varias patadas del pequeño bebé, sabía que al igual que yo estaba asustado, pues me habían contado que mis cambios de humor y sensaciones también le afectaban, pero no podía hacer nada para evitarlo.

-¿Luka?.... ¡Luka! Hey Luka despierta.- fui elevando el tono de voz alarmada, me preocupaba que le hubieran hecho algo más.

-Luka: ¿Eh...? Rin déjame dormir más~.-murmuró intentando girarse, pero no lo logró. Levantó la mirada confundida hasta que se dio cuenta de cómo estábamos.- ¡R-rin! ¿Q-qué ha pasado? ¿Dónde estamos?

-Te dije que corrieras pero ni me hiciste caso... Él fue el otro chico que me violó.- agaché la mirada.

-Luka: N-no puede ser... Por favor, dime que no es verdad, dime que esto no es más que una horrible broma vuestra.

-Lo siento pero no lo es.

-Luka: Yo... L-lo siento mucho Rin, no quería que nada de esto pasase.- podía ver sus ojos cristalizarse

-Lo sé, se que no querías acabar aquí... Escúchame Luka, si te dicen que hagas algo, hazlo. Créeme, si no, te irá peor.

-Luka: E-esta bien... ¿Pero qué harás tú?

-Para mí esa técnica y no funciona, ya conocen. Así que haré como la primera vez para que se ceben conmigo y te dejen tranquila.

-Luka: De ninguna manera Rin, no puedo permitirte eso... Además, estas embarazada.- no me dio tiempo a contestarle puesto que la puerta se abrió mostrando a aquel demonio y al que una vez fue un gran amigo.

-Kaito: Mira Nero, parece que nuestras chicas despertaron de su siesta.- dirigió su mirada lasciva hacia mi y volteé los ojos con asco.

-Sois unos seres despreciables, cada segundo que pasa os voy odiando un poco más.

-Nero: Vamos, no es para tanto Rin, aunque lo niegues sé que lo disfrutaras porque en el fondo todas las mujeres sois iguales.

Rompiendo CadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora