Caminaban juntos de la mano hacia el parque a unos pasos de ahí. Luego de que Connor le hubiera "coqueteado" a Evan, este se había quedado callado por completo, sus labios se sellaron y sus mejillas se encontraban completamente rojas.
Murphy se reía un poco de esto hacia sus adentros, su inseguridad se había ido y ahora solo quería ver las reacciones del chico que le gustaba por aquellas cosas "románticas" que haría aquel día; no lo había planeado de antemano ni mucho menos, fue tan solo una idea fugaz que le pareció buena y quiso ejecutar.Las hojas rojizas y marrones en variedad caían con cuidado de los árboles del parque; habían niños jugando con sus padres, llenos de risas y diversión, todo aquel acto era tan conmovedor hasta el punto de hacer que los humanos pensaran más de forma positiva y alegre; como si la naturaleza los estuviera llamando.
—Ahí no hay nadie. —Señaló el castaño bajo un árbol a la lejanía, de una forma algo sospechosa alejado de todos los otros árboles.— Vamos.
Corrió con una ligera sonrisa en sus labios hasta el lugar, soltando en un momento al rubio y lanzándose de lleno a la montaña de hojas bajo el tronco.
Evan solo lo miró expentante, mientras que con cuidado se sentaba al lado del más alto y sostenía sus rodillas, balanceándose de atrás hasta adelante. Se encontraba feliz de poder estar con alguien en esos momentos o de seguro se encontraría en casa, sin hacer nada o viendo algún aburrido programa en la televisión. Sus labios se extendieron hacia sus pómulos rojos, teniendo así una mirada boba, enamorada.
Connor se fijó en esto, dejando un momento las hojas secas y dándole una mirada fugaz al más bajo; un pequeño brillo recorrió sus ojos en cuanto otra nueva idea cruzaba por su cabeza. Sonrió de forma algo maliciosa y tomó de uno de sus brazos a Evan, así atrayendolo hacia sí y abrazándolo, a la vez que daba pequeños giros sobre las hojas secas; Evan intentaba poner resistencia.
—Su-suelta... —Murmuraba entre carcajadas, Murphy también estaba haciendo cosquillas con sus dedos en los costados del rubio; su risa lo hacía sentir agradable, aunque casi nunca solía escucharla.
—¿Por qué debería? —Preguntó nuevamente de forma burlona, agarrando también a Hansen con sus piernas para que este no se soltara del agarre.
Ese tiempo que había pasado de ser amigos los había cambiado mucho, Connor ahora era más unido con su familia, un poco más risueño que antes. Hasta con Zoe se había vuelto a hablar, uno de esos días habían ido a comer a ese lugar de helados al que iban cuando eran pequeños y... fue algo realmente nostálgico para ellos dos; ahora se llevaban bien como dos hermanos normales. Aunque Connor aún no superase del todo la depresión y sus ataques, ahora todo se estaba pintando de colores a su alrededor, ahora las cosas se abrían hacia él.
—P-porque... n-no lo sé. —No pudo aguantar más las carcajadas, rompiendo en risas estruendosas que de vez en cuando se ahogaban en su garganta; sus ojos estaban cerrados con fuerza y se retorcía a causa de las cosquillas. Connor estaba en su salsa.
—Solo estoy jugando contigo. —Dejó sus manos a sus costados, quedando sentado en las hojas secas, mirando como el rubio se recuperaba de las cosquillas. Suspiró con pesadez, ladeando una sonrisa y rompiendo su postura; se lanzó a abrazar a Evan, quien nuevamente se vio sorprendido.— ¿Puedo besarte?
Tomó con lentitud una de las mejillas coloradas de su amigo y le miró cada parte del rostro, examinándolo. Era hermoso.
Sus ojos se posaron en sus labios rojos naturales, tenía ganas de sentirlos de nuevo, saborear aquel tacto dulce lo tentaba; pero esta vez no haría nada sin el permiso del rubio, por lo que quitó su mano y subió su mirada a los ojos azules de Hansen, que lo miraban algo avergonzado.
—Donde no haya personas... —Musitó, un cosquilleo recorrió sus labios. Quería darle a conocer al drogadicto de que sí que le correspondía, pero aún así el miedo que le tenía a la sociedad no lo dejaba avanzar tanto como él deseaba.
—Está bien. —Una sonrisa se ladeó en sus labios y sus mejillas cambiaron a un suave color rojo; luego de haber estado ese tiempo con Evan como amigo había aprendido cosas y una de ellas era precisamente aquel inexplicable temor que el rubio sentía hacia su alrededor, por algo jamás salían. Se acostó nuevamente en las hojas secas y sacó de su bolso uno de los libros, el que Evan había pedido; al leer la portada su sonrisa se ensanchó de forma considerable.
—E-eso es vergonzoso... —Murmuró el rubio, en la portada de su libro decía claramente "El cuidado de los árboles según sus especies, que su árbol crezca tanto como su felicidad"; aunque a Evan le pareciera un poco tonto incluso para él, Connor pensaba que el amor que sentía Evan hacía los árboles lo hacía asombroso y único.
—¿Por qué? Para nada —Exclamó entre pequeñas risas dulces, abriendo el libro y leyendo las primeras páginas de este.
Evan soltó un gruñido nervioso, jugando con los dedos de sus manos mientras veía al castaño leer. Se recostó igualmente a su lado y se acercó meticulosamente hacia él, para poder leer las pequeñas palabras en las hojas.
—Lo que más necesita un árbol es amor y todo el cuidado posible. —Leyó el de pelo largo, textual.— Parece poesía. —Murmuró, mientras ojeaba otras páginas.
—El título es engañoso. —Confesó el más bajo, mientras se giraba hacia el contrario y apoyaba su cabeza en su hombro.
—A mi me engañó. —Rió Connor, mientras cerraba lentamente el libro y volvía a guardarlo en la bolsa. Evan había cerrado un poco sus ojos por el sol que se filtraba por entre las hojas del árbol en el que se encontraban bajo. Murphy aún sentía ganas de besarle.— Evan...
—¿Hm?
—Te quiero y lo siento.
El rubio quedó callado por unos incómodos segundos, su rostro explotaría de lo rojo que se encontraba y el sudor ya se posaba en las pegajosas palmas de sus manos.
—Yo también te quiero, Connor. —Cruzó uno de sus brazos alrededor de la cintura del castaño, quien se encontraba acostado dando la espalda a Evan. Apoyó su cabeza ahora en su espalda, a la vez que suspiraba de forma boba y algo enamorada.— Y estás perdonado.
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ʙᵉˢᵒˢ ᵈᵉ ⁱⁿᵛⁱᵉʳⁿᵒ // ᵗʳᵉᵉ ᵇʳᵒˢ
FanfictionPortada: 6Moeki9 (gRACIAS Escribir cosa así en clase era peligroso, los maestros podrían quitarle el papel, o peor, leerlo. Pero un día algo desastroso ocurrió, algo que jamás hubiera querido que pasara. Una de sus cartas resbaló del pupitre y cayó...