ʙᵉˢᵒˢ ᵈᵉ ⁱⁿᵛⁱᵉʳⁿᵒ // ᵗʳᵉᵉ ᵇʳᵒˢ

22

—¿Todo bien? —Alana miró curiosa a los dos chicos que venían bajando las escaleras y entraban al comedor. Habían acordado a petición de Connor que no hablarían de los gritos ni los golpes que habían escuchado desde abajo.

—Si, todo está perfecto —Respondió Jared, sentándose con una sonrisa en sus labios en el mismo lugar en que se había sentado antes. Evan se puso a su lado.

—¿Estás bien...? —Le susurró Connor en forma más privada a su amigo, tomándole la mano y acariciándola con su pulgar.

—S-si, todo bien —Respondió de la misma manera Hansen, soltando un jadeo por el tacto.

—¿Jared? —Se escuchó la voz de Alana bajo ellos.

Alana y Jared habían forjado una amistad de casi mejores amigos con Zoe, aunque los dos primeros eran más que unidos, se sentían casi como hermanos entre ellos. Por esto, se contaban sus secretos, los mayores secretos que podían tener:

Cosas tales como que Alana solía cortarse, hasta Jared acariciando sus pesónes en cuanto hablaba con Evan por textos. No se guardaban nada entre ellos, eran libros abiertos el uno para el otro; por lo que, Alana sabía todo lo que Kleinman sentía por Evan, incluso sabía que se le había confesado.

—Todo perfecto —Levantó su pulgar hacia la chica morena y le guiñó el ojo, pero esta no quedó conforme con aquella respuesta, estaba completamente segura de que lo que Jared intentaba decirle era que deseaba irse y ella entendía perfectamente el por qué.

—Bueno... —Titubeó Zoe— Yo y Alana creímos que estaría bien -Señaló el televisor donde la palabra "Somnia" ocupaba casi un cuarto de este.

—¿Terror? Zoe, este es un cliché de mierda —Se quejó Connor.

—¿Y? La película es buena, yo no dije que no sería un cliché que la viéramos, además de que no es precisamente terror —Se levantó simplemente para apagar todas las luces y soltó un largo suspiro, Zoe sabía toda la mierda que ocurría entre todos los presentes y, repetía, era una total mierda- Ahora, tendrás que aceptarlo porque no pienso cambiarla por tus estupideces -Sonrió algo burlona a su hermano, para hacer notar que toda aquella discusión ahora solamente era de "juegos"— ¿Si? —Volvió a su lugar y puso play a la película.

Todo bien al comienzo, nada fuera de lo común, no fue hasta la mitad que las cosas ya estaban cambiando, y el jadeo de Evan lo hacía notar. Hacía pequeños saltos cada vez que algo le asombraba o asustaba, era un cobarde terrible, pero se dio cuenta de algo que hasta ese entonces no había visto nunca; Connor en sí odiaba ver películas, y más si estas eran de "terror".
Tenía a Evan agarrado de su mano con fuerza y en una que otra escena había cerrado sus ojos con fuerza, soltando pequeños jadeos, era algo que Hansen jamás se habría imaginado de él. Zoe sabía perfectamente de estas reacciones de su hermano al ver cosas como esas, por lo que también esa película era un poco especial para la ocasión.

Por otra parte, algo que nadie se esperó —ni siquiera Alana— era que Jared no había tenido una "gran" conmoción por la película, pero, al intentar ser un poco más amigable de lo que antes había sido tenía su otra mano tomada con la de Evan, intentando tranquilizar a su antiguo —y también ahora, nuevamente, por supuesto— mejor amigo. Estaban los tres chicos tomados de las manos, dos de ellos casi aterrorizados.

En cuanto la película terminó Zoe prendió nuevamente las luces, encontrándose a los tres chicos de aquella manera tan peculiar; ella suspiró con una pequeña sonrisa en sus finos labios y alzó una de sus cejas hacia su hermano quien, a diferencia de Jared, aún no soltaba la mano de Evan.

—No era para tanto —Carcajeó la Murphy sentándose en el borde del sofá.

—Tal vez para ti, míralo —Murmuró Connor para señalar a Evan, así para ignorar el hecho de que a él también le había afectado la película.

—Vamos, hermanito, sé que también te dio miedo —Balanceó sus piernas con gracia y rió un poco, Alana del otro lado hizo lo mismo, levantándose de su lugar— ¿Ya te vas, Al?

—Uh, si, tengo que hacer unas cosas para mis padres —Dijo la de lentes, tomando su bolso y yendo hasta la puerta principal— Fue divertido estar con ustedes, deberíamos almorzar juntos el lunes. —Dicho esto, sacudió su mano en una despedida y salió de la casa, dejando al resto.

—Bueno, quedamos nosotros —La chica presente se giró nuevamente a su hermano y le dio una sonrisa amplia con sus ojos cansados— Deberías irte a dormir, hermanito.

—De hecho —Evan habló antes siquiera de que Connor dijera alguna palabra-, tengo que llegar a casa esta noche, y-yo iré con Jared —Agregó, levantándose y jalando de su manga a su amigo, con una pequeña sonrisa temblorosa en sus labios y sus ojos decaídos— Nos veremos el lunes.

Hansen dirigió una ultima mirada a su mejor amigo y amplió su sonrisa, con un casi invisible rubor en sus mejillas, se retiró del hogar de los Murphy con Jared tan rápido como lo había hecho Alana.

—Sigues tan cobarde como te recordaba, Hansen —Se burló Kleinman. Evan sonrió al notar que este había vuelto a ser el de antes; él y sus burlas.

—N-no es cierto —Murmuró Evan, dejando que su voz temblara sin poder evitarlo. Era un enorme cobarde, sí, pero podía fingir que no cuando estaba con Jared; extrañaba demasiado salir con él— Además, tú fuiste quien tomó mi mano.

—Era para calmar al bebé —En medio de fuertes carcajadas, Jared golpeó sin tanta fuerza el hombro de Evan, este solo reaccionando con un respingo y sobando el lugar golpeado— Oye, quería decirte, de forma más seria —El rubio se giró en la marcha para ver el rostro de Jared, este había bajado un poco su mirada, cosa que jamás solía hacer antes—, perdón por declararme y todas esas... estupideces, sé que te verás mejor junto a Connor —La seriedad obviamente se rompió de inmediato, por su puesto, estamos hablando de Jared Kleinman, casi nada de él era "serio"- ¡Hombre, son muy gays!

Las mejillas de Evan, que se habían puesto pálidas por la brisa helada de la noche fueron entintadas por un fuerte color rojo. Frunció sus labios, empujando con levedad a su amigo en reacción, murmurando un pequeño « Callate » y bajando su mirada al piso de la vereda. Es que su amigo sabía perfectamente como provocarlo, esa era la magia del Insanamente Genial Jared Kleinman, sabía casi a la perfección cada reacción del rubio.

—Te extrañé, bellota.

Pasó exactamente un mes:) Estoy con bloqueo, perdón por ser así y escribir basura<3 los re quiero, perdón por esto uwu