"La sociedad es un organismo podrido que se conserva bajo el hielo de la hipocresía".
-Enrique Jardiel Poncela.
Salí por el jardín trasero para tomar mi bici. Conecte los audífonos al iPad para luego ponerlos en mis oídos, puse el aleatorio y lo dejé en el bolsillo trasero de mi short. Subí a la bici y salí del jardín a la calle escuchando Voy a olvidarte, de Reik. Un cantante de español.
Tal vez te estés preguntando cosas como ¿Cuál es su nombre completo? ¿Dónde vive? ¿Estudia? Aunque no te lo estés preguntando, te lo diré.
Mi nombre completo es Rose Elizabeth Miller García, nací el 14 de febrero del año 2000 en Madrid, España, actualmente vivo en Seattle, Washington, Estados Unidos. Soy pelirroja de ojos verdes.
Tengo dos hermanos, uno mayor y una menor. Liam Frederick, es el mayor, tiene 19, me lleva dos años, es castaño de ojos hazel. Anna Isabella es la menor, tiene 12, le llevo cinco años, es castaña de ojos cafés.
Lo sé, no me parezco a ellos ni en el color de los ojos, he ahí el detalle. Soy adoptada. Mi verdadera madre no quería un estorbo y me dejó frente a la casa de una de las familias más importantes de Estados Unidos. Si lo sé, muy cruel. La parte bonita de la historia es que los Miller habían soñado por mucho tiempo con tener una hija, pero al señor Miller le habían dicho que no podía concebir más hijos después del nacimiento del primero. Anna es... "Un milagro". Aunque capaz y tampoco sea hija de sangre de mi padre.
Cuando I Don't Wanna Live Forever terminó, observé mis alrededores. Había llegado al Woodland Park. Tome el camino de regreso mientras escuchaba Perfect de Ed Sheeran.
Me sobresalte al escuchar la fuerte bocina de un auto, por lo que quite uno de mis audífonos.—Cuidado por donde andas preciosa— me dijo mientras bajaba la ventana de su Jeep. Castaño de ojos verdes azulados, es realmente lindo, pero también es realmente idiota.
—No necesito que me digas que hacer, Johnsson— rodé los ojos por lo idiota que soy, voy por la acera, un auto no podría arrollarme mientras esté aquí.
—Nos vemos el lunes Eliza— sonrió arrogante antes de desaparecer de mi campo visual.
Esta sociedad cada vez está peor.
Nuestra sociedad ha sufrido tantos cambios desde tiempos inmemoriales que son difíciles de contar. Ha avanzado en tecnología pero Einstein lo dijo: "El día en que la tecnología sobrepase a la humanidad, tendremos una generación de idiotas".
Damas y caballeros, bienvenidos a la "Generación de Idiotas".
No creo que nadie sea más importante, bonito, inteligente o incluso que tenga más futuro que el otro.
Mi abuelo me enseñó que todos somos iguales pero diferentes.
¿Me explico?
Todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y deberes, todos tenemos derecho a la educación, a un padre y una madre, a un nombre.
Todos somos diferentes, tenemos diferentes pensamientos, diferentes fuertes, diferentes talentos.
Algunos podemos ser buenos en matemática, física y química mientras otros son buenos en Castellano, Biología e Historia, otros son buenos en deporte.
Cada uno de nosotros tiene una forma de seguir adelante independientemente.
Los deportista de la preparatoria creen que todo gira a su alrededor pero chicos, todo giraría a su alrededor si fueran Curry, Jordán, James Dasher, John Green, pero ¿Qué creen? Ni siquiera se le acercan.
Las porristas se creen lo mejor del lugar, y hago lo mismo en este caso, chicas, serian lo mejor de todo si fueran Bárbara Palvin, Emily Rudd, Scarleth Johansson, incluso si fueran la pequeña Maddie Ziegler, pero, ¿Qué creen? No se le acercan ni a Kristina Pimenova, no sé por qué hago esta comparación si esa pequeña es increíble.
Lo peor de la preparatoria son los chicos que creen que tienen a todas a sus pies, me tendrían a sus pies solo si fueran Harry Potter, Fred Weasley, Sirius Black, Augustus Waters o Cuatro pero no lo son, y si, algunos son muy guapos y justifican su gran ego con eso, pero al mismo tiempo son bien idiotas ¿Qué justifican con esto? ¿Su inmadurez? ¿Su falta de respeto hacia el género femenino? Pues te informo cariño, sin las mujeres a las tanto llamas zorras por enamorarse de ti sin siquiera quererlo, ni siquiera tú estarías aquí.
Llámame feminista si quieres, no negaré que lo soy.
Aunque sé que también hay chicas que juegan con los chicos.
Esas también me caen mal, van con una falda corta (y totalmente inapropiada para ir a la escuela) hacia un chico estudioso, inteligente, con metas y sueños, le dicen algunas palabras dulces al oído y ya tienen la tarea de toda la semana lista.
Kyle Johnsson es el típico deportista idiota de la preparatoria, gracias a los dioses y a Rowling que este es mi último año.Llegue a casa a las nueve menos quince de la noche, con las piernas entumecidas y el cabello hecho un desastre. Deje la bici en el jardín trasero y entre a casa. Caminé con dirección a la cocina pero tropecé en el camino. Caí de bruces al piso.
— ¿Qué cara...?— comencé a reír cuando vi que la causante de mi caída había sido Bolita de Algodón. Mi conejita. Aclaro que Anna le puso el nombre.
— ¿Quién anda ahí?— escuché la voz de mi padre mientras bajaba las escaleras, con los susurros de Anna de fondo.
—Solo soy yo. Me he caído— murmuré poniéndome de pie.
—Por el amor de Dios, Elizabeth. Ve por donde caminas, ¿Y si te hubieras fracturado algo?
—Papá, tampoco exageres ¿Si?— seguí caminando hasta la cocina.
— ¿A dónde fuiste?— preguntó Liam.
—A pasear — me encogí de hombros mientras ponía mi cena en el horno.
— ¿Por dónde?
—Por el Woodland Park.
— ¿Fuiste a encontrarte con un chico?
— ¡Papá! Ya basta. Si saliera con alguien te lo diría— mentí. No se lo diría.
—Confío en eso. Come y ve a la cama. Mañana debes repasar. Tienes examen el lunes y no quiero una mala nota— su tono monótono y exigente volvió por lo que simplemente asentí.
Comí el poco de arroz con pescado y ensalada que habían dejado para mí y subí a mi habitación directo al baño. Tome una ducha, me puse mis bragas y una blusa blanca y me tire en mi cama, no sin antes tomar mi libro. The Mazer Runner, de James Dasher.
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En multimedia: Kyle Johnsson.
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Rose Elizabeth.
Short StoryLa vida de Elizabeth Miller había sido realmente fácil (Por no decir perfecta) desde que cumplió los cinco años de edad, cuando se acostumbró a su nueva y adinerada familia. La familia Miller había querido una niña desde un año antes de la llegada d...