Capítulo 004

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"La perfección es la muerte; la imprefección es el arte".

-Manuel Vicent.

 Caminamos en total silencio hasta llegar al salón. Me senté junto a la ventana en el primer puesto, Dylan se sentó junto a mí.
Observé la ventana y todo lo que en ese momento me rodeaba.

Miller, ¿Che è intorno a te?— la voz de la profesora me hizo sobresaltar.

Imperfezione— respondí. Y es la verdad. Cuando me preguntan que qué me rodea, no pienso en personas, animales, pupitres, no. Solo hay imperfección.

— ¿Imperfezione?

E 'tutto lì— me encogí de hombros.

¿Quale è imperfezione?

Tutto, tu, io, siamo tutti imperfezione.

—Parece manejar el italiano a la perfección, señorita Miller— me sonrió.

—Tomaba clases de idiomas desde pequeña. El italiano es uno de mis favoritos. Y no, no lo manejo a la perfección, no puedo manejarlo en algo que no existe.

—Ese sería un tema bastante profundo para un debate. Excelente su acento italiano, Miller.

Grazie.

— ¡Abeli! ¡No es hora de dormir!— gritó. Reí. Federico Abeli, italiano nato, sabe mucho más italiano que matemáticas. A las ocho en punto tocaron la puerta del aula—. ¿Qué desean jovencitas?— la profesora arqueo una ceja por debajo de sus gafas. Todo el equipo de porristas -excluyéndome- estaba ahí.

—Venimos por la señorita Miller— sonrió hipócritamente Dakota Young. Una típica rubia y plástica. Otra más del montón de chicas que están tras la belleza de mi hermano mayor.

—Lo siento, pero la señorita Miller, está en clases— y con eso cerró la puerta en la nariz de Dakota. Volví a reír. Amo a esta profesora.

Luego de la clase de idioma, debía ir al aula de reflexión. Es extraño, pero debido a los suicidios que han ocurrido últimamente, el instituto ha buscado medios para hacernos reflexionar y hablar.

— ¿Amor?— leí en la pizarra luego de ponerme mis gafas.

—Amor, señorita Miller. Nuestro tema de hoy— sonrió dándome un trozo de papel—. Hoy, debemos interrogar a la señorita Miller.
Esto debe ser una broma. Apuesto a que Ryan Miller tiene algo que ver.

— ¿Qué consideras que es el amor?— me preguntó Savannah. Una chica de mi curso que tiñe su cabello cada mes.

—Un misterio.

— ¿Cómo un objeto?— preguntó la profesora.

—Es el único objeto valioso que al pasar de los años en lugar de aumentar su valor, más bien va cayendo en picada— recite mi parte favorita de la canción "La realidad de un te amo".

— ¿Te has enamorado?— preguntó un desconocido. De cabellos azabaches, ojos cafés y hermosas pecas. Con hombros anchos y fuertes brazos. Parecía de mi curso.

—Sí, lamentablemente de una persona que no correspondía mis sentimientos. Pero fue tan lindo lo que me hizo sentir que no lo llamaría error.

— ¿Consideras qué ya conociste al amor de tu vida?— esta vez fue Joe el que preguntó. Lo que me dejo totalmente desencajada.

—Sí, ya lo conocí. Y está conmigo en este momento, y lo estará por muchísimos más. Pero no, no es mi novio.

— ¿Qué concepto tienes del amor de tu vida?— la profesora arqueo una ceja.

— Pues... Creo que el amor de tu vida no es la persona con la que te casas y tienes hijos. De hecho, creo que el amor de tu vida solo es esa persona que te enseñó el amor, no románticamente hablando. Es esa persona que ha visto tu ira, tus lágrimas, tus malos hábitos, tus momentos de divagación, lo desastroso que eres, tus creencias absurdas— suspiré—. Es esa persona que ha visto lo peor de ti, con la que te has desnudado completamente, y no hablo de quitarte la ropa; pero que aun así se ha quedado a tu lado, para brindarte su apoyo, para hacerte reír, para estar ahí en las buenas y malas, para permitirte mojar su hombro si así lo necesitas.
Por eso, al amor de mi vida, le llamo mejor amigo.

—También te amo Liz— Dylan paso su brazo por mis hombros y yo recosté mi cabeza en el suyo.

—Usted siempre me sorprende señorita Miller.

—Es todo un placer— sonreí.

Salí del instituto a la una en punto. Conecte los audífonos a mi iPad y luego los puse en mis oídos. Little Things de One Direction fue la primera en sonar. Caminaba hacia a mi casa observando mis alrededores, observando la imperfección que me rodea. En una esquina, un chico acorralaba a una chica mientras ella trataba de alejarlo. ¿En serio debe hacer eso para qué una chica salga con él? ¿Dónde quedaron las flores y los chocolates?... ¿Dónde quedo el amor?
Llegue a casa directo a mi habitación. Tome una ducha. Al salir me puse mi maillot negro. Los lunes, miércoles y viernes tengo clases de danza contemporánea, acrobática o lírica. Sobre eso me puse una falda turquesa desde la cintura hasta la mitad del muslo, una blusa blanca por dentro y mi chaqueta negra. Tome todo lo que necesitaba luego de ponerme unas zapatillas.

— ¡Anna! ¡Elizabeth!— gritó Liam. Anna y yo bajamos corriendo las escaleras—. Siempre tardan más de la cuenta, Rebeca les preparó unos sándwiches, las llevaré a comer luego de la clase— nos dio los sándwiches y nos empujó hasta su auto.

Llegamos a buena hora a la académica pero aún tengo hambre.

— ¿No hay otro sándwich?

—No, y ya entra a clases— me sonrió. Y si no fuera mi "hermano" ya me habría puesto a sus pies. Solo con esa maldita sonrisa.
¿Se han dado cuenta de que todos los problemas amorosos de los adolescentes comienzan con una sonrisa?
Tengo que admitir que al cumplir los once años, Liam llegó a gustarme. Claro que sabíamos que yo era adoptada. Ni siquiera nuestro color de ojos o cabello coincide. En fin, él fue mi primer amor, románticamente hablando, también fue mi primer beso, pero juro que fue un accidente. Dejo de gustarme, bueno, me obligue a que dejara de gustarme, cuando me di cuenta de que estaba "mal" porque se supone que somos "hermanos".

—Rose, harás un dueto con Tehodore, les dejaré que escojan la canción y la coreografía— dijo la señora Welsh. Tehodore Williams es un pelirrojo pecoso un año mayor que yo. Bastante atractivo mental y físicamente.

—Hola Rosie— saludo.

—Hola Ted— le devolví mientras revisaba la lista de canciones.

—Me gusta Ed Sheeran— informó.

—A mi igual, ¿Te parece Thinking Out Loud?

—Sí, es buena. Y la coreografía también. Perfecta para enseñársela a mi madre— sonrió melancólico.
Su abuela, a quien llamaba mamá, murió hace una semana y lo único que le pidió fue que siguiera sus sueños en el baile.

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Traducción.

-Miller ¿qué hay entorno a ti?

- Imperfección.

-¿Imperfección?

- Es todo lo que hay.

- ¿Qué es imperfección?

-Todo, usted, yo, todos somos imperfección.

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En multimedia: Liam (Freddie) Miller.

Rose Elizabeth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora